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EPILEPSIA Y OTROS TRASTORNOS CONVULSIVOS

adjovaal25 de Octubre de 2013

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EPILEPSIA Y OTROS TRASTORNOS CONVULSIVOS

La epilepsia se define como un trastorno intermitente del sistema nervioso causado por una descarga excesiva y desordenada del tejido nervioso cerebral sobre los músculos. La descarga ocasiona una pérdida casi instantánea del conocimiento, alteraciones de la percepción, trastorno de la función psíquica, movimientos convulsivos, alteración en las sensaciones o alguna combinación de estos fenómenos. Se deriva del griego apoderarse o ser presa de.

Convulsión se refiere a un paroxismo intenso de contracciones musculares repetitivas involuntarias y no parece apropiado y no parece apropiado para un trastorno que sólo consiste en una alteración sensorial o de la conciencia.

Ataque se refiere como un término genérico porque abarca diversos sucesos paroxísticos y también porque se presta para su clasificación

Crisis Convulsiva que se define como un ataque de origen cerebral, que afecta a una persona en aparente buen estado de salud y que consisten en fenómenos anormales súbitos y transitorios de tipo motor, sensitivo-sensorial, autonómico o psíquico, como resultado de una disfunción cerebral transitoria, parcial o generalizada. Las crisis convulsivas se clasifican de diversas maneras:

Etiología: Idiopática (primaria) y Sintomática (secundaría) Sitio de origen: Generalizadas Y Focales Frecuencia: Aisladas, Cíclicas, Prolongadas Y Repetitivas y Correlaciones electrofisiológicas.

Las convulsiones se dividen en dos tipos: Parciales, en las que puede discernirse un inicio focal o localizado, y generalizadas, que son las que parecen iniciar en ambos lados. Las crisis parciales o focales están clasificadas como simples cuando el estado de conciencia no se afecta, y como complejas, cuando hay alteración o déficit de conciencia. Las manifestaciones clínicas de las crisis parciales son: motoras, sensitivas, autónomas o vegetativas o psíquicas. Cuando una de estas manifestaciones subjetivas procede al progreso del ataque hasta la perdida de la conciencia se conoce como Aura que es un signo premonitorio o de aviso de una crisis inminente. El aura representa la fase inicial de una crisis focal o parcial. Las crisis generalizadas son de dos tipos: convulsivas y no convulsivas. El tipo convulsivo común es al que se le llama crisis convulsiva tónico-clónica (gran mal). La crisis no convulsiva generalizada clásica es el lapso breve de pérdida de la conciencia o ausencia (pequeño mal).

CRISIS GENERALIZADAS

Crisis Tónico-Clónicas generalizadas (gran mal): Algunas veces el paciente siente un pródromo (apatía, depresión, irritabilidad ó rara vez extasiado). Hay cierto movimiento durante unos seg antes de la pérdida de conciencia (giro de la cabeza y los ojos o sacudida de una extremidad) y el paciente no lo recuerda. Pérdida repentina del estado de alerta y caída al suelo. Signos iniciales: Flexión breve del tronco, abertura de la boca, párpados y desviación de los ojos hacia arriba, brazos elevados y se abducen, codos se semiflexionan y manos en pronación. Viene la fase tónica más prolongada (10 -20seg), abarca primero dorso y cuello, después los brazos y las piernas; puede haber un grito penetrante por espasmo de toda la musculatura y el aire se emite de manera forzada por las cuerdas vocales cerradas, respiración se interrumpe, piel y mucosa cianóticas, pupilas dilatadas no reaccionan.

Transición Tónico-clónica: Temblor generalizado leve con una frecuencia de 8 por segundo, y que se reducen a 4 y ceden a la fase clónica. Fase clónica: Van a ver espasmos flexores violentos, breves; cara adopta un color violáceo y un aspecto contorsionada y el paciente se muerde mucho la lengua, TA elevada, pupilas dilatadas, transpiración y salivación abundantes, disminuyen durante un periodo de 30 segundos, apnea hasta que esta fase termina. Luego todos los movimientos cesan, el paciente está en un coma profundo, pupilas empiezan a contraerse a la luz. Después el paciente se halla aturdido, muy agitado confuso, puede hablar y más tarde no recordar lo que dijo, si no se molesta hay somnolencia, cae dormido y despierta con cefalea pulsátil. Las convulsiones de este tipo pueden ocurrir cuando el paciente está despierto y activo o durante el sueño. Sus complicaciones pueden ocasionar aplastamiento de un cuerpo vertebral; o bien una fractura por hemorragias periorbitarias, hematoma subdural o quemadura durante la caída.

CRISIS IDEOPATICAS NO CONVULSIVAS (AUSENCIA, PEQUEÑO MAL)

Las llamadas crisis de ausencia son notables por su brevedad y por los escases de actividad motora. El ataque que sobreviene sin advertencia consiste en una interrupción repentina del estado de conciencia que recibe el nombre de ausencia. El paciente fija la mirada y deja de hablar o de responder por un momento. El 10% se queda inmóvil el 90% tiene una breve descarga de movimientos clónicos finos de los párpados, músculos faciales, o de los dedos de las manos y pies, movimientos asincrónicos en los brazos 3 segundos. Como regla estos pacientes no caen al suelo pueden incluso continuar con actos tan complejos como caminar o andar en bicicleta. Después de 2 a 20 segundos y a veces mas, el paciente restablece el contacto completo con el ambiente y readopta su actividad previa a la crisis solo hay una pérdida del hilo de la conversación o de la línea que leía. Las crisis típicas de ausencia constituyen la epilepsia más característica de la infancia. Pueden ocurrir hasta varios cientos en un solo días, a veces en descargas durante horas especificas. Más a menudo se relacionan con periodos de falta de atención y es posible que se presenten en las horas de salón de clases cuando el niño permanece sentado con tranquilidad, es vez de participar en forma activa en sus lecciones. La frecuencia de los ataques tiende a disminuir en la adolescencia y a menudo desaparecen, solo para sustituirse por crisis generalizadas en muchos casos.

Puede haber variantes de la ausencia o del pequeño mal, donde la pérdida de conciencia es parcial o el mioclono es acentuado. Las variantes son: Pequeño mal atípico y Síndrome de Lennox- Gastaut.

Crisis mioclónicas caracterizadas por una contracción muscular brusca, breve. Duran de 50 a 100 mseg. Se presentan de manera intermitente e impredecible o como una sacudida simple o una salva breve.

El mioclono diseminado (polimioclono) aparece en la infancia y origina la sospecha de encefalitis vírica aguda, síndrome de mioclono-opsoclono-ataxia de Kinsbourne, toxicidad por litio u otro medicamento o, si persiste unas semanas, panencefalitis esclerosante subaguda. El polimioclono progresivo crónico con demencia caracteriza el grupo de lipidosis juvenil, epilepsia mioclónica familiar del tipo de Lafora, ciertos trastornos mitocondriásicos u otras enfermedades degenerativas crónicas familiares de tipo indefinido. En la edad adulta media y tardía, el mioclono diseminado que se relaciona con demencia por lo general indica la presencia de la llamada enfermedad de Creutzfeldt-Jakob y algunas veces la de Alzheimer.

El mioclono suele ser la principal manifestación de la epilepsia mioclónica juvenil. La uremia conduce a mioclono, temblor y algunas veces crisis convulsivas a cualquier edad.

Epilepsia mioclónica juvenil Se inicia en la adolescencia, de manera característica alrededor de los 15 años de edad. El paciente busca atención por una convulsión generalizada, con frecuencia al despertar, o por sacudidas mioclónicas en la mañana que incluyen todo el cuerpo; a veces son notables las crisis de ausencia.

ATAQUES PARCIALES O FOCALES

Todos los ataques se dividen en dos tipos: generalizados, indican afección cortical cerebral difusa y bilateral desde el inicio, y focales o parciales (relacionados con la localización) en que la crisis es producto de una lesión focal demostrable. Los ataques parciales se dividen en dos grupos, simples y complejos, según se afecte o no el estado de conciencia. Las crisis parciales simples más a menudo se originan en focos en la corteza sensitivomotora. Los ataques parciales complejos con más frecuencia tienen sus focos en el lóbulo temporal en un lado u otro, pero también es bien conocida una localización frontal.

Ataques parciales del lóbulo frontal (crisis focales motoras y jacksonianas). Las crisis motoras focales o parciales se atribuyen a una lesión del lóbulo frontal contralateral que produce descargas. Produce giro de la cabeza y los ojos hacia el lado opuesto del foco de irritación, y a menudo se acompaña de contracción tónica del tronco y las extremidades de ese lado. Por otra parte, la lesión en un lóbulo frontal puede originar una crisis convulsiva generalizada sin que la cabeza y los ojos giren al principio. Se postula que una propagación inmediata de la descarga desde el lóbulo frontal hasta los centros de integración del tálamo o de la formación reticular del mesencéfalo alto explica la pérdida de la conciencia en ambos tipos de crisis, en el que se presenta desviación del cuerpo y en el que no.

Los ataques que inician con desviación sostenida y forzada de la cabeza y los ojos, y a veces de todo el cuerpo, se conocen como versivos o adversivos. Puesto que los movimientos de giro suelen ocurrir hacia el lado opuesto del foco irritativo, un término preferible sería contraversivos e ipsoversivos, respectivamente. La desviación contraversiva sólo de la cabeza y los ojos puede inducirse de manera más sostenida mediante estimulación eléctrica de la región frontal superolateral (área 8), justo por delante del área 6.

En los ataques que se originan en el lóbulo temporal, al inicio puede presentarse rotación ipsolateral

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