ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

ETIOLOGÍA


Enviado por   •  3 de Agosto de 2013  •  Tesis  •  1.094 Palabras (5 Páginas)  •  425 Visitas

Página 1 de 5

ETIOLOGÍA

La etiopatogenia exacta de la rosácea se desconoce, pero la mayoría de los autores concuerdan que se trata de una enfermedad inflamatoria de la piel gatillada por diversos factores:

Anormalidades vasculares: existe un mayor flujo sanguíneo al rostro en comparación con otros sitios de la piel, la vasculatura facial es más superficial y está compuesta de vasos más grandes y numerosos. En estos pacientes se postula que existe una desregulación de los mecanismos de termorregulación siendo más propensos al enrojecimiento facial en respuesta a los aumentos de temperatura y a la exposición a sustancias vasodilatador.

La vasodilatación prolongada se asocia con un aumento de los mediadores inflamatorios y especies reactivas del oxígeno (ROS) locales, lo que a largo plazo produce daño en el tejido conectivo que soporta los vasos sanguíneos favoreciendo la persistencia del eritema y la aparición de telangiectasias.

Radiación ultravioleta: produce vasodilatación y aumenta el estrés oxidativo local produciendo más daño en la red de fibras elásticas y de colágeno que soportan los vasos sanguíneos y linfáticos. La alteración del drenaje linfático facial favorece el desarrollo de hipertrofia y fibroplasia de los tejidos, dando origen a la aparición de fimas.

Microorganismos – Demodex: es un ácaro comensal de la piel que se ve aumentado en los pacientes con rosácea produciendo obstrucción folicular y la aparición de pápulas y pústulas.

Factores ambientales: existen una serie de factores que desencadenan o exacerban los episodios de eritema y flushing en los pacientes con rosácea. Estos factores son específicos y son reconocidos por cada paciente. Los más comunes son la exposición solar, temperaturas muy calientes o muy frías, viento, duchas calientes y prolongadas, bebidas calientes, alcohol, alimentos condimentados y picantes, queso, chocolate, preservantes de cecinas, frutos secos, ejercicio extremo, emociones intensas, cosméticos oclusivos o irritantes, detergentes y algunos medicamentos vasodilatadores.

Inmunidad innata: nueva evidencia sugiere que la rosácea puede estar asociada con una exacerbación de la respuesta inmune innata, medido en el aumento de péptidos antimicrobianos en la piel afectada. Se ha demostrado que estos péptidos activan la respuesta inmune adaptativa, manteniendo un proceso inflamatorio crónico, y además estimulan la angiogénesis.

ANAMNESIS

El diagnóstico de Rosácea es clínico y se fundamenta en el hallazgo de rasgos primarios y secundarios:

Rasgos primarios:

• Eritema facial persistente,

• Episodios de eritema facial transitorio (flushing) gatillados por los factores antes señalados,

• Pápulas eritematosas y escasas pústulas con predominio en mejillas, mentón y frente,

• Telangiectasias.

Rasgos secundarios:

• Ardor de la piel malar (con el sudor, lavado, cremas, etc),

• Apariencia seca de la piel,

• Edema facial blando o sólido,

• Alteraciones fimatosas,

• Manifestaciones oculares: xeroftalmia, blefaritis, conjuntivitis, fotofobia, etc.

Según las características clínicas de cada paciente, éstos se pueden clasificar en diferentes tipos:

• Rosácea Eritemato-telangiectásica (ETR): se caracteriza por la presencia de eritema persistente de predominio centrofacial, que se acompaña de episodios de flushing y telangiectasias, sensación de ardor, sequedad de la piel y gran sensiblidad a productos tópicos, que irritan la piel con mucha facilidad.

• Rosácea Pápulo-pustular (PRP): intenso eritema centro facial y flushing que se acompaña de brotes de múltiples pápulas y pústulas en áreas convexas de la cara, generalmente en forma asimétrica. Pueden presentar además edema leve, irritación y descamación que respeta la zona periocular.

• Rosásea Fimatosa: fima se define como la presencia de una piel marcadamente gruesa de superficie irregular, con orificios foliculares grandes, secundario al crecimiento de las glándulas sebáceas y fibrosis. Puede afectar la nariz (rinofima), el mentón, la frente, pabellones auriculares y los párpados.

• Rosácea Ocular: se estima que más del 50% de los pacientes con rosácea presentan alteraciones oculares. La intensidad de los síntomas oculares no se correlaciona con la severidad del compromiso cutáneo. Las manifestaciones oculares incluyen: blefaritis, conjuntivitis, iritis, escleritis, hipopion, queratitis, fotofobia, dolor, prurito, sensación de cuerpo extraño y ojo seco.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

En el diagnóstico diferencial clínico, se deben considerar enfermedades cutáneas que cursan con eritema facial como la dermatitis seborreica (frecuentemente las dos alteraciones pueden ir asociadas), lupus eritematoso, dermatomiositis, síndrome

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (8.6 Kb)  
Leer 4 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com