ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El Saber científico en la historia


Enviado por   •  8 de Abril de 2016  •  Ensayos  •  1.721 Palabras (7 Páginas)  •  204 Visitas

Página 1 de 7

El saber científico en la historia

Por: Diego Alejandro Ceballos Acevedo.

Cuando se habla de la ciencia se dice que es el conocimiento sistematizado de la Naturaleza, y su búsqueda. No se trata de una posición estancada sino de una actividad creciente del quehacer humano para aumentar el conocimiento, y el camino para alcanzar el fin tan anhelado de la verdad es el método científico.

No nos podemos referir a ciencia como algo novedoso, ya que desde los primeros momentos de la existencia en la tierra, el hombre por su condición pensante quiere saber y conocer lo que lo encierra, descubrir cuál es esa realidad por la que atraviesa, y cómo o de dónde salió todo eso que lo rodea; y es a partir de allí que se cuestiona, creando la filosofía; pero cuando se trata de dar respuesta a estos interrogantes es cuando actúa la ciencia.

Desde los inicios de la filosofía los grandes pensadores griegos querían dar definiciones acerca del concepto de ciencia: Platón concebía la ciencia como dar razón de lo que llamó ideas, arquetipos o modelos, que una vez conocidas hacían comprensibles las cosas. Por el contrario, Aristóteles, define la ciencia como el resultado de dar razón de todo lo que hay en la naturaleza, y dar a conocer la explicación de las cosas por sus causas y principios. Según esto el saber de la naturaleza debe articularse en varias ciencias, cada una de las cuales es independiente, y en conjunto abarcan todos los aspectos de la realidad.

Aristóteles fue el gran sistematizador del saber; fue quien se encargó de “fundar” y ordenar las distintas ciencias, partiendo de que el objeto de la ciencia es la totalidad de que hay, su transformación viene exigida por la necesidad de clasificar los objetos.

En función de este criterio, Aristóteles establece tres grupos de ciencias el primero es de las ciencias teóricas o especulativas, propias de la razón teórica, tienen por objeto la verdad de los seres; las ciencias prácticas, propias de la razón deliberativa, tienen por objeto alcanzar algún fin; las ciencias poéticas, propias de la razón calculadora, tienen por objeto la producción de algo.

Avanzando ya en esta historia nos podemos detener en el impactante momento del Renacimiento donde la filosofía retoma un diálogo con los autores griegos, como si se hubieran guardado por un tiempo en los conventos y abadías y ahora sale a la conversación con cualquiera que tenga el deseo de acercarse, de revivir sus ideas, dándole bastante estima al hombre que empieza a descubrir un mundo mucho más amplio de lo que pensaba. Se vuelve a resaltar el ser humano con su dignidad o su valor; ya no es simplemente alguien con un énfasis pecaminoso, sino que se empieza a hablar del individualismo que sostiene la unicidad de los hombres, los cuales deben ser promovidos a participar en diversos escenarios de la vida, del arte y de la ciencia. El hombre tiene ya en su concepción una idea de ser el mismo, de no avergonzarse tanto de su condición.

Los hombres del Renacimiento son animados por la libertad de investigación, ampliando su ingenio a todas las artes y ciencias; sienten una particular fascinación y curiosidad por la naturaleza viva, buscan la experiencia que parte de la observación, que trata de no basarse en la mera fe o tradición. Aunque también para esta época reina un poco la superstición y la magia de alguna manera.

Es aquí pues donde hace su aparición la ciencia moderna, cuya base para conocer y entender la realidad o naturaleza fue la observación y la experimentación tomadas como único método, lo que terminaría significando separación definitiva entre la ciencia y la filosofía.

La Ciencia naciente se enfrenta a las concepciones aristotélicas que ya anteriormente habíamos tratado, rompiendo todos estos esquemas, toma como centro básicamente a la Astronomía y la Física.

Hay que tener presentes varios personajes en este ámbito de la ciencia naciente del Renacimiento; uno de ellos es Leonardo da Vinci, el modelo de genio renacentista, es uno de los hombres con mayor multiplicidad de talentos conocido. Se le debe mucho ya que empezó a estudiar la anatomía humana, también hizo estudios sobre botánica y óptica, las mareas, el uso del vapor como fuerza motriz, e ideó las bases del helicóptero, el carro de combate, el submarino y el automóvil. Este hombre también da impresionantes obras en la pintura. Y Nicolás Copérnico, astrónomo polaco que dejara la base de la astronomía moderna, formuló la teoría heliocéntrica que cambió la cosmología geocéntrica que se tenía hasta el momento. Él genera gran revolución al cambiar la concepción de universo.

En esta misma línea Francis Bacon viene de algún modo a afianzar más lo que se tenía construido en cuanto a la ciencia en toda la historia; él afirma que el hombre puede llegar a dominar la naturaleza y que un instrumento más adecuado para ello es la ciencia. Como todo renacentista le va a dar un giro a la ciencia, va a seguir tumbando las primeras concepciones de la ciencia y va a querer emplear un método diferente para la consecución del conocimiento.

Bacon va a concebir la ciencia desde un punto de vista práctico, como una trasformación, ya que muestra la finalidad del conocimiento como el dominio de la naturaleza, esta que se puede conocer partiendo de sus leyes.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (10.5 Kb)   pdf (84.7 Kb)   docx (13.1 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com