El movimiento ecológico en el mundo

“movimientos ecologistas”

Introducción

Vivimos en un sistema en el que todo ser humano tiene relación con los hidrocarburos, desde sus más complejas áreas como puede ser las finanzas petroleras; hasta lo mas simplista de nuestra vida cotidiana, como puede ser un pantalón, camisa, sudadera hecho de tela sintética, alguna botella entre otras cosas. Nuestra vida esta rodeada de esta materia prima, que, a pesar de tener un origen fósil, puede resultar tan diverso en cuestión de sus aplicaciones. No es mentira que el petróleo es un recurso valioso, el cual otorga a quien lo posee, un desarrollo favorable e incluso mayor al de otros.

Pero así como puede ser un impulso para las sociedades, este tipo de energía fósil es un arma de dos filos. Debemos tener algo muy en cuenta: el petróleo no es para siempre, y mucho más allá de eso, el petróleo no es la mejor opción para producir energía. Cada día podemos observar el efecto de la aplicación de este recurso, como viene siendo la contaminación del aire y el suelo, y no solo llevado al área de producto final (presentada como energía, materia prima, etc.) si no también desde el momento de extracción de dicho recurso, puesto que este produce una deterioración de su entorno, ya sea marítimo en el caso de los derrames, o en tierra con la explosión de campos de gas de lutitas. No obstante de sucias, estas energías cuestan demasiados recursos, sin contar lo que se pierde en la exploración de pozos petroleros, que a pesar de la tecnología, en algunos casos no asegura que exista ese recurso en algún área definida. El hecho de que el petróleo y todo tipo de energía de esta índole sean en pocas palabras la representación de poder, conlleva a suponer que hay intereses de por medio, y esto a su vez, la implementación de convenios sucios para que los fines de aquellos que poseen la energía no se vean afectados por leyes estatales, esto causa en alguno de sus casos el saqueo de tierras protegidas o pertenecientes a grupos vulnerables.

Nosotros como movimientos ecologistas debemos cerciorarnos de que la nueva reforma impulsada deba contener rubros específicos donde hablen acerca de la protección y cuidado al medio ambiente así como la implementación de energías alternativas a las convencionales (quema de hidrocarburos, gas de lutitas) e investigación hacia nuevas tecnologías para la aplicación de estas. Hablaremos del por que no apoyamos las iniciativas de reforma y daremos a conocer datos sobre el por qué.

Desarrollo.

Tenemos en cuenta el gran desastre que significa la producción de petróleo. Si bien se sabe que tanto las finanzas como el desarrollo de nuestro país dependen de ello, el efecto de estas energías repercute directamente contra nosotros, puesto que al aumentar la producción de petróleo aumenta los índices de contaminación. De acuerdo con la Semarnat (secretaria de medio ambiente y recursos naturales) el 68.2% de la población, 15% del territorio nacional y 71% del PIB corren el riesgo de sufrir impactos adversos atribuidos al cambio climático1. Teniendo esto en cuenta nos podemos percatar que si seguimos evadiendo las consecuencias de no incluir rubros específicos sobre nuevas alternativas de producción de energía, caeremos en el error de destruir lo que producimos a través del petróleo, adicionando que, el perforar en aguas profundas requiere de alta tecnología y recursos, aproximándose a los 200 millones de dólares por pozo; aun teniendo la mas desarrollada tecnología, existe la probabilidad de un desastre petrolero, como el ocurrido en el Golfo de México por la compañía British Petroleum que costaron millones de dólares para intentar reparar el daño que se causó la negligencia de los trabajadores, afectando a especies marinas así como al mismo ecosistema2. Si bien los precios de producir petróleo en cuestión ambiental son altos, ahora debemos verlo a otro nivel. Los productos finales del petróleo como puede ser la materia prima de la petroquímica o las gasolinas y gases, son factores que repercuten a la hora de ser utilizados puesto que estos liberan contaminantes al ambiente, algunos provenientes principalmente de la quema de combustibles (gasolinas) y la generación de energía.

México, a pesar de pertenecer como miembro del G-20, es el país que menos invierte en energías renovables, a pesar de los efectos negativos que resienten a la fecha por estar estructurado bajo un sistema de hidrocarburos. Como parte las iniciativas de Enrique Peña Nieto cabe destacar una: “Compromiso 60 del pacto por México dice que se hará de Pemex uno de los ejes en la lucha en contra del cambio climático”, el cual puede ser reducido a partir de una reforma energética con enfoque en reducción de gases de efecto invernadero, ningún rubro de su reforma habla sobre este punto.

La mayoría de las

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