El veneno de las serpientes es una mezcla compleja de proteínas, enzimas y polipéptidos que cumplen funciones específicas para inmovilizar y matar a la presa.

DESARROLLO:

El veneno de las serpientes es una mezcla compleja de proteínas, enzimas y polipéptidos que cumplen funciones específicas para inmovilizar y matar a la presa. Este veneno es producido en glándulas  salivales modificadas para este fin, que se conectan a un colmillo que posee un canal hipodérmico.

La clasificación del veneno es un poco arbitraria pero se divide en dos tipos de acuerdo al sitio donde afecta: Neurotóxicos que afectan al sistema nervioso y Proteolítico que destruye los enlaces peptídicos de las proteínas produciendo necrosis en musculo y tejido conectivo así como hemorragias y problemas en la coagulación. Las serpientes pueden poseer los dos tipos de veneno para poder cazar y predigerir  a sus presas pero algunas tienen mayor cantidad de toxinas que provocan necrosis que neurotoxinas.

De acuerdo a esta clasificación los viperidos o víboras (serpientes con cabeza triangular) como las cascabel, nauyacas y serpientes bufadoras africanas poseen un veneno proteolítico, mientras que los elapidos que es la familia que incluye a las cobras, mambas, coralillos y serpientes marinas será más neurotóxico.

Los efectos del veneno proteolítico afectan a distintos tejidos por lo que se les clasifica en miotóxico el que ataca directamente al musculo estriado principalmente por una enzima: Fosfolipasa A2 (PA2)  que degrada las bicapas lipídicas de estas células. Hemotoxico, destruye eritrocitos provocando graves hemorragias es muy común en viperidos como las víboras de cascabel (Crotalus) y nauyacas (Botrhops). Cardiotóxico afecta directamente al miocardio en el corazón. Citotóxico destruye las células de tejido conectivo por acción de una enzima llamada Hialuronidasa.

El veneno neurotóxico ataca el sistema nervioso central (SNC) interrumpiendo la sinapsis y modificando la permeabilidad de membrana en células nerviosas por algunos péptidos que alteran el equilibrio osmótico y enzimas que bloquean los impulsos afectando directamente al diafragma produciendo la muerte del individuo por paro respiratorio o cardiaco.

Para contrarrestar los efectos de la intoxicación se debe aplicar un antídoto basado en anticuerpos producido por los mismos componentes del veneno, este era fabricado en sus inicios con suero de caballos inoculados con pequeñas dosis y después purificado para obtener las fracciones de Inmunoglobulina G (IgG) que se unen a las toxinas para que se unieran a ellas y neutralizar sus efectos. Debido a los efectos secundarios de alergias por proteínas de equinos, las nuevas generaciones de antivenenos ya no poseen este tipo de proteínas debido a otro método de fabricación. Ningún otro remedio sirve para contrarrestar los efectos del veneno ofídico más que el antídoto.  

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