Eliminar estigmas sociales hacia las enfermedades mentales

Eliminar estigmas sociales hacía las enfermedades mentales.

Paula Andrea Parra Jiménez

Universidad Industrial de Santander

Facultad de Físico-químicas

Geología

Bucaramanga, 2018

Los trastornos mentales y neurologicos se presentan de manera gobal, sin distinción alguna, tanto en hombres como en mujeres y en cualquier etapa de la vida, afecta a todos los países en todos sus rincones, sin importar su estatus social, lugar de residencia, raza o incluso inclinación sexual. Estos desordenes que afectan el sistema nervioso central y el sistema nervioso períferico han sido por años la causa de estigmatización a las personas que la padecen.

Los pacientes que sufren estos desordenes mentales y neurológicos han sido rechazados a causa de la ignorancia de las personas que se creen normales, esto no es reciente, viene desde hace bastantes años y lo comprueba la historia; an la antigüedad se asocio con fines demoniácos e inclusive voluntarios, como por ejemplo que era un castigo divino, que algún espiritu era el causante al poseer el cuerpo, una falla en el carácter o el resultado de la degeneración del tipo humano corriente. Todo esto ha sido producto de la ignorancia humana, que al parecer no tiene limites. El Señor te castigará con locura, ceguera y pánico. (Deuteronomio, 28:27-28.) 5 Stucchi-Portocarrero, S. (2013).

En entornos especialmente laborales y sociales se ha creado una enorme brecha entre las personas consideradas sanas y las insanas, estas últimas en la mayoría condenadas al confinamiento, lo que causa la limitación seria de su recuperación y de su calidad de vida.

Otro efecto de los estereotipos es producido por la desinformación que tienen los poblaciones e incluso las entidades  que deberían velar por os derechos ciudadanos como lo es el caso de las estatales, considerando los trastornos mentales y neurológicos como incurables y al considerar a sus afectados como peligrosos, seres que actuan o reaccionan de forma violenta, creencia completamente errónea, ya que esto no es habitual en su comportamiento y deberían considerarse hechos aislados

Por otra parte una enfermedad de este índole no quiere decir que la persona sea incapaz o incopetente como creen gran parte de las personas, ellos pueden desempeñarse en cualquier cargo ya que con un buen tratamiento y medicamentos son personas totalmente normales, muchas personas han sobresalido en diferentes campos como lo es el caso de Stephen Hawking, un físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico más importante del mundo 

9. Las altas tasas de prevalencia de trastornos mentales y la delicada situación de vulnerabilidad en la que se encuentran los pacientes psiquiátricos no se corresponden con el presupuesto ni con la atención que los diferentes niveles de gobierno procuran a la salud mental. Ya en el año 1990, en la Conferencia de reestructuración de la atención psiquiátrica en América Latina, se cuestionaba el papel hegemónico y centralizador del hospital psiquiátrico en la prestación de servicios y se instaba a los gobiernos a que aseguren el respeto de los derechos humanos y civiles de los enfermos mentales promoviendo la organización de servicios comunitarios de salud mental que garanticen su cumplimiento 10. El año Corrigan, P., Kerr, A., & Knudsen, L. (2005). The stigma of mental illnes: Explanatory models and methods for change. Applied and Preventive Psychology, Nº 11, pp Defensoría del Pueblo. (2009). Salud Mental y Derechos Humanos. Supervisión de la política pública, la calidad de los servicios y la atención a poblaciones vulnerables. Serie Informes Defensoriales, Informe N 140. Lima. 9 Ibíd. p Organización Panamericana de la Salud. Declaración de Caracas, 14 de noviembre de

12 y 2006 se aprobó en el Perú el primer y segundo «Plan Nacional de Salud Mental» respectivamente, el año 2004 los «Lineamientos de salud mental», el 2005 la «Estrategia Sanitaria Nacional de Salud Mental y Cultura de Paz. Plan General » y hace más de una década que la Organización Panamericana de la salud viene insistiendo en que la mejor manera de responder frente a las necesidades de la población con trastornos mentales es: integrar la salud mental en la atención primaria, desarrollar servicios en la comunidad, combatir el estigma promoviendo acciones dirigidas a divulgar el conocimiento adquirido sobre las enfermedades mentales 11. Pese a ello, no ha sido sino hasta el año 2012 que se ha modificado la Ley General de Salud 12 y con ello iniciado la reforma de la atención de la salud mental. Con la aprobación del Reglamento 13 asistimos a la implementación de un nuevo modelo, que va más allá de la idea de la atención integral, trascendiendo a la obligación de prestar servicios sanitarios integrales y estableciendo la obligación de brindar cuidados continuos a las personas con trastornos mentales. Esto no solo implica la disposición de recursos suficientes y coordinación intersectorial, sino que además involucra la participación activa de los gobiernos regionales y locales porque la atención de la salud mental no solo se reduce a los servicios sanitarios, que evidentemente son primordiales, sino que comprende además servicios sociales que requieren de una intensa coordinación entre los diferentes niveles de gobierno. 11 Roses, M. (2005). La salud mental: una prioridad de salud pública en las Américas. Revista Panamericana de Salud Pública, 18 (4/5), 2005, pp P Congreso de la Republica, Ley Nº 29889, Ley que modifica el artículo 11 de la Ley Nº 26842, Ley general de salud, y garantiza los derechos de las personas con problemas de salud mental, 24 de junio de Ministerio de Salud, Decreto Supremo Nº SA, Aprueban el reglamento de la Ley Nº 29889, 6 de octubre de ESTIGMA Y VIOLENCIA CONTRA LAS PERSONAS CON TRASTORNOS MENTALES: LA ATENCIÓN DE LA SALUD MENTAL Y LOS DERECHOS HUMANOS

13 MINISTERIO DE JUSTCIA Y DERECHOS HUMANOS Para la efectiva implementación de un nuevo modelo de atención de la salud mental se debe emprender esfuerzos para lidiar con estereotipos y prejuicios profundamente arraigados, que impiden abandonar la idea del encierro, el aislamiento y la separación como las únicas medidas para atender los problemas de salud mental. Hacen falta acciones que no solo informen y concienticen a la sociedad sino que fundamentalmente extirpen el estigma estructural, nos referimos a aquel que proviene de las propias instituciones del Estado y que por años ha relegado las necesidades y los derechos de las personas que padecen trastornos mentales. Esto no significa prescindir de las acciones educativas para sensibilizar a la población, sino trabajar con énfasis en la administración pública de los tres niveles de gobierno para incorporar un enfoque de derechos humanos en sus actuaciones, que les permita cumplir adecuadamente las competencias que la nueva legislación en materia de salud mental les confiere. En ese marco, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos quiere evidenciar las principales manifestaciones del estigma social y estructural, centrándonos en este último, ya que constituiría una forma de violencia perpetrada desde el propio Estado en contra de sus obligaciones de garantía y protección. En este trabajo, el estigma será abordado tomando en cuenta el impacto negativo que genera en el goce efectivo de los derechos de las personas con trastornos mentales y sus familias, nos referimos a las consecuencias del estigma en el proyecto de vida de los pacientes y en el diseño e implementación de las políticas públicas de salud mental. Se plantearán un conjunto de situaciones que constituyen retos que deben ser superados para transitar hacia el nuevo modelo de atención comunitaria de la salud mental. Para ello, se han analizado numerosas investigaciones nacionales e in- 13

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