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Enfermería Contemporanea


Enviado por   •  16 de Octubre de 2014  •  1.745 Palabras (7 Páginas)  •  221 Visitas

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MARCO TEÓRICO

ENFERMEDADES DETECTADAS

Luego de analizar los datos del paciente Óscar Bernardo García Orea, obtenidos a partir de la historia clínica y la exploración física (los cuales se incluyen más adelante), se concluyó que se tiene un desequilibrio en la ingesta nutricional, relacionado con la ingesta superior a las necesidades; riesgo de nivel de glucemia inestable en relación con la dieta que observa, los antecedentes heredofamiliares y la tensión arterial elevada; y sedentarismo relacionado con las largas jornadas de trabajo referidas, condiciones manifestadas por el propio paciente o en su caso detectados en síntomas y signos vitales.

DEFINICIONES

La diabetes es una alteración del metabolismo caracterizada por el aumento de los niveles de glucosa en sangre (hiperglucemia), causada por un defecto (completo o no) de la secreción o acción, de una hormona: la insulina. La insulina se produce en unas formaciones especiales que se encuentran en el páncreas: los islotes de Langerhans.

La hipertensión arterial es el aumento de la presión de las arterias de forma crónica. Es una enfermedad que no suele tener síntomas y que si no se trata puede desencadenar complicaciones severas como un infarto de miocardio, una hemorragia o trombosis cerebral, lo que se puede evitar si se controla adecuadamente.

FISIOPATOLOGÍAS

Los niveles de glucosa en la sangre se mantienen, en las personas no diabéticas, dentro de unos límites normales muy estrechos, sobrepasando muy rara vez los 130 mg/dl, incluso cuando se han tomado alimentos muy ricos en azúcares ó grasas.

La insulina, a su vez, actúa como una llave que abre las puertas de las células en los músculos, el tejido graso y el hígado, permitiendo la entrada de glucosa y disminuyendo por tanto su nivel en la sangre. Todo este mecanismo es muy rápido, no dando tiempo a que la glucemia se eleve.

Una vez que la glucosa ha entrado en los tejidos, es metabolizada y produce energía que es utilizada para mantener las funciones de los órganos y su estructura.

En una persona con diabetes, la producción de la insulina está tan disminuida que se altera todo el mecanismo regulador: las elevaciones de la glucosa sanguínea no son seguidas por un aumento suficiente de la insulina, la glucosa no puede penetrar en las células y su cantidad continúa elevándose.

Como consecuencia, las células, faltas de combustible, no producen energía suficiente y alteran sus funciones. Esta falta de energía es la razón de que un diabético mal controlado pueda sentirse débil, sin fuerza (astenia). Por el mismo motivo, las células se encuentran hambrientas, siendo esta la razón de que una persona con diabetes no controlada pueda sentir hambre (polifagia).

Puesto que no puede recibirse energía de los azucares, el organismo intenta obtenerla a partir de las grasas, produciéndose una movilización de las que se encuentran almacenadas en el tejido adiposo.

Esta es una de la razones del posible adelgazamiento del diabético no controlado.

Debido a los altos niveles de la glucosa en la sangre, el riñón, que actúa como un filtro para esta, recibe una notable sobrecarga de glucosa. Como la capacidad del riñón para concentrarla es limitada, se ve obligado a diluirla utilizando agua del organismo. Esta situación conduce a una cierta deshidratación que se percibe por el diabético como un aumento de la sensación de sed (polidipsia). Por otra parte, el aumento de la eliminación de agua hace que las personas con diabetes no controlada puedan orinar más de lo normal (poliuria).

La hipertensión arterial es una enfermedad que puede evolucionar sin manifestar algún síntoma o ser éstos leves, por lo que se le conoce también como “el asesino silencioso”.

Lo anterior indica que se puede tener hipertensión arterial y sentirse bien. Por esta circunstancia, se estima que alrededor del 61% de los individuos afectados desconocen estar enfermos.

Algunas condiciones presentes o ausentes, propias de cada persona, pueden favorecer el desarrollo de la hipertensión arterial. A estas condiciones se les conoce como factores de riesgo.

Los factores de riesgo para llegar a desarrollar hipertensión arterial son:

• Exceso de peso

• Falta de actividad física

• Consumo excesivo de sal y alcohol

• Ingesta insuficiente de potasio

• Tabaquismo

• Estrés

• Presión arterial normal alta (130-139/85-89 mm de Hg), antecedentes familiares de hipertensión

• Tener más de 60 años de edad.

Las Metas Dietéticas para los Estados Unidos recomiendan no más del 30% del total de calorías consumidas por persona sean en forma de grasa y que no se consuman más de 300 mg de colesterol al día.

El hecho de no llevar a cabo estas indicaciones aumenta los niveles de colesterol sanguíneo lo cual indica un riesgo importante de padecer enfermedades cardiovasculares.

La tensión alta afecta a un 40-60% de la población con diabetes y desgraciadamente contribuye al desarrollo y a la progresión de las complicaciones propias de esta enfermedad metabólica.

La hipertensión arterial esencial puede estar asociada a insulinoresistencia aún en pacientes delgados y no diabéticos, aunque es mucho más común en los pacientes obesos. En aquellos con tolerancia a la glucosa disminuida y en aquellos pacientes con diabetes no insulinodependientes.

La hiperinsulinemia y la tolerancia a la glucosa reducida se han demostrado correlacionadas con elevaciones tanto de la presión arterial sistólica como de la diastólica. La insulina y factores de crecimiento asociados provocan el crecimiento del endotelio vascular y el crecimiento del músculo liso causando de esa manera hipertensión. El daño renal suele ser de real importancia en los dos tipos de diabetes, de hecho la diabetes mellitus es

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