Ensayo La Violencia En Colombia

INTRODUCCION

En el siguiente ensayo tratado de los inicios de la violencia en Colombia se dará a conocer las formas y los hechos que conformaron tal violencia, que tiene que ver mucho con la clase obrera campesina, en este ensayo, encontramos las formas de violencia en Colombia, que vivió una guerra interna de carácter singular sin tener comparación con la guerra actual en cuanto a situación de desorden, este escrito se basa sobre estudios de la violencia en Colombia durante los años 1950 y 1985

La violencia en Colombia orígenes

La violencia fue la consecuencia de la acción sectaria e irresponsable de muchos miembros regionales y nacionales de los dos partidos políticos tradicionales que, para defender sus propios intereses económicos y políticos, utilizaron los instintos más salvajes de un “pueblo ignorante” y “vengativo” muy fácil de incitar. A ello, se le sumó el hecho de que gente del pueblo había participado en “conatos revolucionarios” fomentados por el Partido Comunista.

La premisa de que la Violencia era efecto de una reacción impulsada por el sectarismo, que sacó a flote los instintos violentos del campesinado “vengativo”, se acompañó de otra que hablaba de los logros que ese campesinado había alcanzado a través de ella. Camilo Torres concluyó que la violencia desencadenó “un proceso social imprevisto por las clases dirigentes,” que les dio a los campesinos “solidaridad de grupo, sentimiento de superioridad y seguridad en la acción”; también les abrió “posibilidades de ascenso social” e hizo que prefirieran “los intereses del campesino a los intereses del partido”. Igualmente, Orlando Falsa Borda mostró cómo, los campesinos de los Andes habían iniciado el movimiento de laicidad necesario para dejar atrás las ideas de sufrimiento y pasividad que caracterizaban, desde la colonia, su mundo mítico-religioso.

Encontramos, pues, que el territorio conformado para los análisis de la Violencia se caracterizó, en Un principio, por tres cuestiones: en primer término, la ambivalencia en la consideración de la manifestación de la violencia que, al mismo tiempo, le atribuyó signos de reacción y de liberación; en segundo término, la demanda de estudiarla mediante trabajos de campo realizados en el hábitat donde la violencia se desenvolvía, lo que garantizaba que los investigadores enfrentaran, en su propio terreno, al objeto de estudio y en tercer lugar, el requisito de que tales trabajos ofrecieran soluciones concretas a los

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