Epistemologia

LAS RELACIONES HUMANAS EN LA FAMILIA

Las relaciones humanas en el hogar deben ser una expresión de armonía y comprensión no sólo entre el los cónyuges, sino con los hijos y todos los miembros de la familia que habitan en la misma casa.

No nos olvidemos que el amor es la máxima emoción que motiva a los seres humanos a la acción; es decir al progreso y al engran¬decimiento, en cualquier rama de la actividad humana. Por lo tanto en un hogar en el que la hostilidad, el maltrato, la violencia y la agresividad verbal y física son la comidilla del día, por ley de atracción se vivirá en un ambiente de pobreza, fracasos, enfermedades y dificultades de toda clase. El temor, la ira, los celos, la envidia, etc., son emociones negativas que existen en todos los seres humanos; y que generalmente salen a relucir en el seno de la familia, con las personas que nos podemos comunicar sin caretas. Esto es lo paradójico, las energías negativas salen a relucir con nuestros seres queridos; mientras en presencia de extraños se reprimen y aparentamos lo que no somos.

Frente al profesor o cualquier otra persona con figura de autori¬dad, ante una falta de nuestros hijos, con un tono amable les decimos: "pórtate bien, estudia para que seas alguien en la vida." La razón del comportamiento anormal que tenemos los seres humanos es el temor que crea un vacío en el interior y que no fue llenado a tiempo, en la infancia por los padres con AMOR. Aquí es importante que entendamos que todo lo que existe en el universo es ENERGÍA. Como explicación se puede decir que hasta la materia es energía cristalizada; pero que en realidad es energía en diferente grado de vibración. El amor y el temor son los dos extremos de vibración de la energía en el ser humano.

Cuando estamos en un estado de AMOR nos encontramos vibran¬do en la frecuencia más alta de la energía creativa; entonces nos encontramos alegres felices y dichosos. En este estado nos encontramos conectados con la fuente de la creatividad que se encuentra en nuestro mundo interior, entonces podemos expre¬sar libremente nuestras potencialidades innatas para el bien de todos los que nos rodean, de manera especial para nuestros seres queridos.

Al actuar motivados por la energía creativa del AMOR, siempre nos vamos a encontrar en condiciones de DAR, de AYUDAR y de SERVIR a nuestros semejantes, sin condiciones. Viviendo en este estado de conciencia, todas nuestras relaciones y sobre todo las relaciones humanas se tornan armoniosas; porque se con¬vierten en la mejor oportunidad para expresar la energía creati¬va vibrando en su máxima expresión, el AMOR.

LIBERTAD CON RESPONSABILIDAD

Para que las relaciones con nuestros padres, con nuestros hijos y nuestros familiares se tornen armoniosas es necesario que no les culpemos de nada de lo que nos sucede en nuestra vida. Debemos hacernos responsables de nuestros pensamientos y de nuestros actos. A los jóvenes hay que dejarlos libres para que piensen, hablen y hagan lo que sea mejor para ellos, es su vida y hay que dejarles el camino libre. No nos olvidemos ese gran mensaje de Benito Juárez: EL RESPETO AL DERECHO AJENO ES LA PAZ, Recordemos que el ser humano solamente madura por medio de la experiencia propia.

El amor de los padres por sus hijos deben demostrarlo dejándoles el camino libre para que estudien lo que les gusta, los padres hacen muy mal en imponerles la profesión, eso es falta de respeto a la dignidad humana y a los más elementales prin¬cipios de libertad. Eso no es amor, eso es posesión; y nunca puede existir amor sin libertad.

Un padre que actúa desde el amor no puede imponer ni exigir nada a sus hijos, lo único que tiene que hacer es respetarlos, guiarlos y estimularlos para que adquieran uno de los mayores poderes con que cuenta el ser humano: LA CONFIANZA EN SÍ MISMOS.

Los hijos necesitan que se los guie no que se les muestre sus errores. Siempre hay un modo de enseñarles a los niños sin hacerles notar que están equivocados.

La vergüenza de quedar como "tonto" lleva una carga emocional que queda grabada en el subconsciente del niño o del joven. Todas las observaciones tienen que ser sustituidas por respues¬tas afectuosas, con el fin de ayudarles a examinar sus propias opiniones.

Podemos decirles por ejemplo: yo lo veo de otro modo. ¿Dime cómo has llegado tú a esa conclusión? No nos olvidemos nunca que a nadie le gusta que le demuestren que está equivocado y peor quedar mal, especialmente en público. La mejor manera de entablar unas Relaciones Humanas satis¬factorias es dando a todos AMOR, COMPRENSIÓN Y LIBER¬TAD. Aquí la palabra clave es DAR, no tomar ni esperar que le den, porque si adoptamos una actitud de DAR, entraremos en la frecuencia del AMOR, que es la frecuencia de la creatividad. La más grande enseñanza que les pueden dar, los padres a sus hijos es el arte de DAR y AMAR; para eso primero hay que llenar el vacío creado por el trauma del nacimiento, con palabras y acciones de amor.

Una relación en la que se usa y abusa de los demás no es una relación de amor, sino de posesión. En este tipo de relaciones las personas actúan desde el temor y la necesidad por ello se afanan en poseer para sentirse seguras con la posesión.

DIFICULTAD EN LA RELACIÓN FAMILIAR

La relación con los padres es difícil porque anteponemos muchos conceptos e ideas que la sociedad nos va inculcando, que nos hagan

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