Esclerosis Múltiple (EM)
yulexycmp26 de Mayo de 2015
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Esclerosis Múltiple (EM)
Es una enfermedad consistente en la aparición de lesiones desmielinizantes, neurodegenerativas y crónicas del sistema nervioso central. Actualmente se desconocen las causas que la producen aunque se sabe a ciencia cierta que hay diversos mecanismos autoinmunes involucrados.
La esclerosis múltiple se caracteriza por dos fenómenos:
• Aparición de focos de desmielinización esparcidos en el cerebro y parcialmente también en la médula espinal causados por el ataque del sistema inmunitario contra la vaina de mielina que recubre los nervios.
• Las neuronas, y en especial sus axones se ven dañados por diversos mecanismos. (Ver más adelante).
Como resultado, las neuronas del cerebro pierden parcial o totalmente su capacidad de transmisión, causando los síntomas típicos de adormecimiento, cosquilleo, espasmos, parálisis, fatiga y alteraciones en la vista.
En la variante remitente recurrente también se ha detectado inflamación en el tejido nervioso y transección axonal, o corte de los axones de las neuronas, lo que hace que las secuelas sean permanentes.
Afecta más a las mujeres que a los hombres. El trastorno se diagnostica con mayor frecuencia entre los 20 y 40 años de edad, pero se puede observar a cualquier edad.
Causa
La causa exacta de la enfermedad se desconoce, pero se cree que la destrucción de la mielina se debe a una respuesta anormal del sistema inmunológico hacia el propio organismo.
El sistema inmunológico defiende al organismo de sustancias u organismos invasores como pueden ser los virus y las bacterias. En la enfermedad auto inmune el organismo no reconoce como propio su propio tejido y lo ataca.
No se conoce porqué el organismo ataca a la mielina, pero se considera que están involucrados factores genéticos y medioambientales.
Investigaciones recientes apuntan a un factor desencadenante de tipo ambiental. La enfermedad se da con mayor frecuencia en unas zonas geográficas que en otras. Si una persona, antes de la adolescencia, se traslada a un lugar de mayor incidencia de la enfermedad, tiene mayor probabilidad de adquirirla.
Está demostrado que la EM no es una enfermedad hereditaria, pero tener un familiar en primer grado (padre, hermano) con EM, aumenta el riesgo de padecer la enfermedad.
Las nuevas técnicas de identificación genética podrán contestar muchas dudas que hoy en día se tienen sobre el papel de la herencia en el desarrollo de la enfermedad.
Encontrar los genes responsables de provocar mayor susceptibilidad a padecer la enfermedad puede conducir al desarrollo de nuevas y más eficaces maneras de tratar la enfermedad. Otra ventaja es la posibilidad de un diagnóstico precoz.
Con respecto al papel de los traumatismos en la exacerbación de la enfermedad, estudios recientes han llegado a la conclusión que no existe ninguna asociación entre trauma físico e inicio de la EM o la exacerbación de la EM.
También se abrió una línea de investigación para estudiar el papel de los virus en el desarrollo de la enfermedad, pero no ha podido ser identificado y la posible responsabilidad de los virus sigue siendo mera especulación.
Síntomas
Los síntomas dependen de las áreas del SNC lesionadas; los síntomas varían entre las diferentes personas e incluso en una misma persona y según el momento.
Una persona con EM sufre normalmente más de un síntoma, pero no todas las personas van a experimentar todos los síntomas existentes.
Se suele dividir los síntomas de EM en tres categorías:
1. Síntomas primarios
Son los que resultan del efecto directo de la desmielinización. Los síntomas incluyen la debilidad, entumecimiento, temblor, pérdida de visión, dolor, parálisis, disfunción de la vejiga e intestino.
Muchos de estos síntomas pueden ser solucionados mediante la medicación, rehabilitación y otros métodos.
2. Síntomas secundarios
Son las complicaciones que se presentan como resultado de los síntomas primarios.
La disfunción de la vejiga puede causar infecciones repetidas de la zona urinaria. La inactividad da lugar a debilidad, disminución de la densidad ósea.
Aunque los síntomas secundarios pueden ser tratados, lo ideal es evitarlos tratando los primarios.
3. Síntomas terciarios
Son las complicaciones sociales, vocacionales y psicológicas derivadas de los síntomas primarios y secundarios.
La tensión de padecer una lesión neurológica crónica puede suponer una interrupción de las relaciones personales y laborales.
La depresión es frecuente en este tipo de enfermedades.
La ayuda profesional de psicólogos, de trabajadores sociales, terapeutas físicos y ocupacionales puede ser importante.
Los síntomas que podemos encontrar con mayor frecuencia son los siguientes:
Disfunción de la vejiga
Ocurre al menos en el 80% de los pacientes y suele ser tratada con éxito.
El tratamiento incluye una dieta adecuada, medicación y ayuda mecánica para controlar el flujo de orina mediante la inserción de un tubo fino en la vejiga.
La EM bloquea o retrasa la transmisión de las señales del nervio en las áreas del sistema nervioso central que controlan la vejiga y el esfínter urinario.
El esfínter es un músculo que rodea la abertura de la vejiga y su contracción o relajación provoca la continencia o la evacuación de orina.
Debido a la disfunción de la vejiga urinaria nos encontramos:
• Sensación de premura urgente para orinar.
• Despertar frecuente por la noche para orinar: nicturia.
Disfunción intestinal
El estreñimiento es habitual en estos pacientes, pero también se da con cierta frecuencia problemas de diarrea, incontinencia (pérdida de control) y otros problemas digestivos.
El estreñimiento en muchas ocasiones es debido a la escasez en la ingesta de líquidos, movilidad física reducida y al enlentecimiento gástrico.
En ocasiones la medicación utilizada para corregir la disfunción de la vejiga es la que provoca el estreñimiento.
Disfagia
Es la dificultad para tragar. Se da con mayor frecuencia en personas en las que la enfermedad está avanzada, aunque puede ocurrir en cualquier etapa.
Los alimentos, fundamentalmente líquidos, pueden acabar en el pulmón provocando una neumonía.
Su tratamiento en muchas ocasiones se acompaña de cambios en la dieta, posición de la cabeza y aprendizaje de la manera de tragar. En los casos más severos es necesaria la introducción de una sonda (tubo) para el aporte de los alimentos.
Fatiga
Es uno de los síntomas más frecuentes, ya que se da en el 80% de los pacientes, lo que influye significativamente en su capacidad de trabajo y de relación con el exterior.
Puede ser el síntoma más importante en los pacientes en los que la afectación de la enfermedad es mínima.
La fatiga en la esclerosis múltiple tiene unas características particulares:
• Tiende a empeorar según transcurre el día.
• Se agrava con el calor y la humedad.
• Puede agravarse de manera repentina.
• Es más severa que la fatiga normal.
• Interfiere de manera importante con las responsabilidades diarias.
• La causa de la fatiga es desconocida en este momento; se intenta encontrar una causa objetiva que la explique.
• Debido a que la fatiga puede ser debida a otras situaciones médicas que tienen un tratamiento, tales como depresión, enfermedades del tiroides, anemia o como efecto secundario de la medicación recibida, todos los pacientes que la sientan deberían consultarlo con su médico.
Pérdida de audición
Es un síntoma infrecuente de la enfermedad. Puede ocurrir durante una exacerbación aguda (empeoramiento repentino de un síntoma o síntomas o el aspecto de nuevos síntomas, que dura por lo menos 24h y se separa de una exacerbación anterior por lo menos un mes).
Como la pérdida de audición es tan rara en la EM, cuando ocurra deben descartarse otras causas.
Neuritis óptica
Es una inflamación del nervio óptico, que es el encargado de transmitir las imágenes desde el globo ocular hasta el cerebro.
Con frecuencia es el primer síntoma de EM y se ha estimado que cerca del 50% de los enfermos de EM tendrán un episodio de neuritis óptica.
La neuritis óptica se experimenta como una pérdida de visión, generalmente en un solo ojo que se puede acompañar de dolor. Alcanza su grado máximo a los pocos días y mejora normalmente en el plazo de 4 a 12 semanas (en muchas ocasiones si necesidad de tratamiento).
Puede haber casos de episodios subclínicos de neuritis óptica (existe la enfermedad pero no produce ningún síntoma); puede haber una desmielinización del nervio óptico sin afectar la función visual.
Dolor
Los síndromes dolorosos no son infrecuentes, dándose aproximadamente en el 50% de los pacientes.
Estudios realizados demuestran que es independiente de la edad de inicio, tiempo de evolución de la enfermedad, sexo o grado de discapacidad.
• Neuralgia del trigémino: dolor neurológico que se siente como una puñalada en la cara, que puede ser confundido con dolor de origen dental.
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