Evaluación de los rendimientos (el aprendizaje logrado por los alumnos)

Enfoque tradicional de Educación: Evaluación de los rendimientos (el aprendizaje logrado por los alumnos).

Evaluación del curso: Constatar si la selección fue correcta o no de los métodos, técnicas y procedimientos empleados para el logro de los objetivos.

La evaluación de unidades de aprendizaje se orienta a fines correctivos: detectarlas deficiencias del avance del curso, realimentar el proceso de aprendizaje, controlar y autocontrolar para seguir el avance de los educandos.

A través de esta óptica un proceso de evaluación cumple 5 etapas esenciales:

• Determinación de los que queremos evaluar.

• Definición de lo que queremos evaluar en términos de comportamiento.

• Selección de situaciones adecuadas a la observación de resultados

• Registro

• Resumen de datos recogidos.

El objetivo principal de la evaluación es mejorar el aprendizaje y la instrucción.

La evaluación debe considerar el cambio de conducta, el crecimiento intelectual, la adquisición de destrezas y habilidades, el desarrollo mental del alumno en el dominio del programa; pero, al mismo tiempo habrá de someter a juicio la conducta, la metodología, las técnicas de enseñanza y los instrumentos para determinar los resultados.

La evaluación no es un conjunto de técnicas, es un proceso.

Las técnicas de evaluación deben seleccionarse en términos de los propósitos que han de cumplirse.

No se evalúa para recompensar o para castigar sino para averiguar los resultados obtenidos.

Toda evaluación exige comparación de los hechos y sus pruebas.

Debe seguirse (o tener) un plan de evaluación educativa.

En la práctica de la escuela tradicional se considera a la evaluación como la mera recopilación de datos acerca de los conocimientos adquiridos mediante un proceso de enseñanza aprendizaje y que sirven para determinar las calificaciones del aprovechamiento. (Hasta la fecha así le seguimos haciendo). El maestro de grupo otorga calificaciones para estimular la formación de conductas determinadas por él o por otros programas oficiales en cuyo diseño no participaron ni él ni los aprendices.

Los planes y programas norman el proceso de aprendizaje sin considerar las necesidades ni los intereses sentidos por los educandos. Importa tan solo cumplir con los contenidos de aprendizaje, pretendiendo con ello satisfacer la exigencia de un proceso formativo.

Importa mucho que la evaluación se interese por propiciar la valoración, y no la medición de la conducta propia y de los cambios que se operan a partir de ella misma. La evaluación implica la aceptación de una responsabilidad social, de asumir el compromiso de operar en acciones comunes del grupo al que se pertenece y la crítica y la autocrítica. La relación educador-educando-sociedad se somete a una valoración real y no al recurso limitado de mediciones carentes de significación.

EVALUACION

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