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Explotacion Laboral


Enviado por   •  15 de Julio de 2013  •  1.738 Palabras (7 Páginas)  •  2.019 Visitas

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Introducción

El problema de la explotación laboral es un círculo vicioso, que inicia por la ausencia de una legislación efectiva para sancionar la práctica, seguido por la inexistencia de recursos para enjuiciar a los culpables. También es pertinente reconocer que los conceptos de trabajo forzoso y esclavitud no abarcan todas las manifestaciones de la explotación laboral. Durante los ultimos años el bloqueo mediático al que se han sometido los escándalos en las fábricas más grandes de China no ha permitido tener una perspectiva más compleja de las tragedias que viven las mujeres trabajadoras de las multinacionales que producen los bienes que usamos día a día. En el siguiente trabajo se refiere a dichas problemáticas.

Explotación femenina en el área laboral

Definición del concepto:

La explotación laboral se define, en pocas palabras, como recibir un pago inferior al trabajo que se realiza. Aunque la temática de un trabajo mal pagado para lo que se realiza suele ser relacionado a la explotación laboral , en un amplio termino puede abarcar diferentes situaciones desde el abuso por parte del empleador hacia el empleado hasta la precariedad laboral. Esta práctica abarca aspectos económicos, legales, sociológicos y por supuesto de derechos humanos que no distingue edad, sexo o actividad económica. Es un acto o serie de actos cometidos por grupos o individuos que abusan de la vulnerabilidad de otros con fines de lucro. Casi siempre las mujeres se llevan la peor parte del proceso: con contratos temporales y de corta duración; ritmo de trabajo frenético con la obligación de realizar horas extras que no se cobran o sólo se abonan parcialmente; salario bajo, la mayoría percibe el salario mínimo o incluso menos; trabajan en condiciones higiénicas y sanitarias insalubres; un porcentaje elevadísimo no goza de baja por enfermedad o maternidad, y muy pocas disfrutan de una cobertura sanitaria o de desempleo. Bajo esas condiciones las mujeres se ven obligadas a buscar soluciones drásticas para el cuidado de sus hijos. Muchas sacan a sus hijas mayores de la escuela con el fin de que se ocupen de los hermanos más pequeños. Otras veces envían a los menores con la familia más cercana, separándose de ellos durante largos periodos de tiempo. Pero además la precariedad laboral va empeorando su salud a largo plazo, apareciendo con frecuencia enfermedades respiratorias, molestias oculares y lesiones articulares. Tampoco el empleo les libera de las tareas domésticas y, por si fuera poco, sufren malos tratos de maridos u otros familiares varones que están sin trabajo.

Datos históricos:

Las mujeres realizan las dos terceras partes del trabajo mundial, incuido el que permite la subsistencia de las comunidades, pero la mano de obra femenina es la más maltratada por el mercado laboral global. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) constata, informe tras informe, que las mujeres siguen trabajando más y cobrando menos en todos los países del mundo. Según datos de este organismo, en los últimos diez años se ha producido un espectacular aumento de la mano de obra femenina: más de 200 millones de mujeres se han incorporado a la economía visible. Como apunta Gil Araújo (2006), en los movimientos migratorios contemporáneos, la creciente presencia de mujeres es uno de los factores más destacables. La ocupación de las mujeres en la industria del trabajo intensivo y en el sector servicios es un aspecto clave de las transformaciones en la producción y el comercio global. Nunca antes tantas mujeres habían trabajado en el mercado laboral remunerado. El empleo femenino ha crecido en forma más acelerada que el masculino, respondiendo a necesidades económicas, sociales y subjetivas. Estos cambios han recibido su impulso debido a las presiones feministas por el derecho a la igualdad, logros educativos y avances en el campo de la reproducción que permitieron la disminución de la fecundidad, se suman a las necesidades productivas, a la utilización de la mano de obra femenina como ejército flexible de reserva que favorece mayores ganancias, el aumento de hogares con jefatura femenina. el drama principal de desigualdad laboral entre mujeres y hombres no está en el aspecto salarial, o incluso ocupacional, sino en el conflicto tiempo de vida/tiempo de trabajo ocasionado por la organización social que hace descansar el cuidado de las y los que necesitan de éste (niñas/os, ancianas/os, enfermas/ os y otros) en las mujeres. Todo esto, con una discriminativa estratificación social que produce diferencias importantísimas entre las maneras de solucionar este conflicto entre las mujeres de las clases altas y las mujeres pobres. Si bien todas son víctimas de la división y explotación del trabajo, las mujeres ricas han «solucionado» (aunque nunca del todo) los problemas de su histórico mandato familiar recurriendo a servicios mercantilizados provistos (y de manera precaria) por las pobres, aumentando así la brecha de la desigualdad.

Salarios y horas de trabajo:

La mayoría de las fábricas en el sector de exportación de China es propiedad y están gestionada por corporaciones de Hong Kong, Taiwán y Corea del Sur . En la década de 1990, trasladó gran parte de su producción en China, fueron sumidos en una intensa competencia entre ellos para adquirir órdenes ofreciendo precios más bajos. En esta competición, una forma de reducir costos de producción iba a exprimir los trabajadores chinos, en su mayoría

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