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Historia De Las Drogas


Enviado por   •  24 de Septiembre de 2013  •  2.559 Palabras (11 Páginas)  •  269 Visitas

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HISTORIAS DE LAS DROGAS

El libro de la historia de las drogas es un lectura en donde Jean Louis Brau explica sobre las sustancias nocivas dando un discurso moral que hace referencia a los aspectos éticos de las drogas y sus usos; el discurso político, que trata la legalización o prohibición y persecución de las drogas; el discurso químico, que estudia y analiza los efectos de las drogas en el cuerpo humano y habla un poco de su historia desde cuándo, dónde y para qué ha hecho presencia el cannabis en las diferentes épocas.

En la naturaleza contamos con la presencia de ciertos alcaloides como la cocaína, la morfina, la atropina, la colchicina, la quinina, cafeína, la estricnina y la nicotina. El arsenal de cada droga es inmenso, hay millones de alcohólicos, mascadores de nueces de cola, de coca, de betel y hasta fumadores de cannabis y euforia del opio. Los alucinógenos son consumidos por grupos de gnóstico, que han exigido a veces el peyote, el kif o el hongo mexicano. Por otro lado, decía que el 80% de los toxicómanos padecían de diferentes síntomas como taras nerviosas o psíquicas antes de drogarse. Por otro lado, un acto libre podría llegar a absorber al jugador sin que éste falle en él interés alguno ni de él que saque provecho y se desarrolla en un orden sujeto a normas y que da origen a asociaciones. También, se decía que se en la antigüedad fecundaba la tierra para que produjera un gran número de plantas, unas saludables y otras mortales. Así como el haxix que actualmente la conocemos como cáñamo, que anteriormente la llamaban cunubu y entre otros nombres según el lugar. Incluso se descubrieron al pso del tiempo las tales llamadas plantas mágicas que venían de la ciencia y el arte adivinatorio que daba el sueño, ensueño y el éxtasis.

Igualmente había una gran agricultura y cosechas, donde Triptolemo, enseña el arte de cultivar el suelo, sembrar, segar y hacer pan; recorriendo el mundo para enseñar a cada hombre sobre la agricultura.

Hubo drogas en todos los países que ocupaban los hechiceros, fabricantes y envenenadores con el objetivo de ocuparlas para fines médicos. Se descubrieron las adormideras, que son las hierbas que producen alucinaciones junto con el glaucio, la celidonia y la lechuga. Por otra parte, El cáñamo tiene también sus propios efectos; hace venir ante los ojos e alucinaciones agradables y graciosas, asimismo tiene la virtud de lesionar el cerebro. Había granos y hojas que comían algunos indios con la finalidad que con ellas se vuelvan aptos para el acto sexual abriéndoles el apetito.

El opio en dosis muy fuerte, sirvió para curar los dolores de cabeza.

Además, hubo otra hierba por esa época llamada belinuncia, usada por los druidas con fines mágicos. Entraba en la composición de los filtros, bebidas sagradas y la utilizaban en la ofrenda propiciatoria. Las sequías amenazaban a las cosechas y los galos heredaban de los celtas el conocimiento de las drogas vegetales que usaban tanto por sus virtudes medicinales como por sus propiedades alucinógenas: beleño, belladona, cáñamo, adormidera y hojas secadas de lactuta sativa. Los modos de ingerirla se diferenciaban según las tipos de regiones y sus creencias. El culto de soma no ha permitido aun su identificación exacta, se sabe que la planta que lo produce es la llamada andha o amzu, y la utilizan en la preparación de una vida sagrada en esos tiempos. Los cimientos de la orden ismaelita cuyos adeptos eran conocidos como asesinos o haxixinos. El conocimiento esotérico del Corán dispensaba de la observancia estricta de los ritos, que propagaba su influjo espiritual, la orden fundaba su poder temporal haciendo reinar de terror entre sus enemigos con el empleo del puñal y el veneno.

El fedawi se confiaba las misiones de sacrificio, se tomaba un brebaje o golosinas que contenían marihuana que le sumían un sueño profundo. Como pasaba el tiempo se iban encontrando más y más drogas. Algunos granos de marihuana que se consumían como anestésico en la castración de mozos, y cuando se despertaban tenían ansias de orinar y hubo una historia que a una persona le habían quitado sus genitales.

Hubo otras drogas que se usaban para animarse a cumplir el acto sexual y les da un ardor en el combate amoroso, que las concubinas no se podían resistir sus abrazos y los abandonaban. También el opio lo tomaban para combatir el cansancio y no para hacerse más aptos para el amor. Hubo en varios países la prohibición del tabaco. En la planta de la adormidera produce drogas que unas que otras son curables pero mata como un sable. En la antigüedad, los árabes enseñaban el arte de escarificar las cápsulas y el uso de la pasta del opio como excitante. En China, el opio se multiplicó, prohibiendo así su prohibición. Su principal narcotraficante de este mismo se encontraba James Matheson. China tenía el derecho de percibir un impuesto aduanero del 5% sobre las importaciones y exportaciones de ellas mismas, excepto el té y la seda. Su extensión del cultivo de la adormidera fue proporcional a la difusión de la opiomanía. Los campos de las adormideras, el cierre de los fumadores, las curas obligatorias de desintoxicación no dejaban de causar daños y tenían una alta alza de su precio y una gran multiplicación. Unas drogas también calmaban el dolor de las úlceras, donde se comían los granos de la adormidera blanca. Tiempo después, en Francia quedo decretado la importación y venta del opio.

También se inyectaron drogas a los heridos en las guerras de esos tiempos. Muchos de igual manera las ocupaban para la hechicería, donde se recurría a la neuropsiquiatría, psicoanálisis y las drogas alucinógenas y onirógenas. La brujería era la supervivencia de cultos.

Las prácticas mágicas rituales, adivinatorias y los actos de la brujería era debida al uso de drogas tóxicas, histeria y las alucinaciones colectivas. Los aficionados a la pomada se untaban con preferencia las regiones del cuerpo en que la piel es más fina. Los hechiceros se la untaban en sienes y el cuello, los aspirantes a brujas se untaban de drogas según las recetas.

En la farmacopea diabólica recurría a las hierobotanas, plantas adivinatorias y los principios activos que son los alcaloides. Se crearon libros mágicos en la hechicería como: las solanácea, umbelíferas, ranunculáceas, crucíferas, onagrariáceas, aráceas, plombagináceos y rosáceas.

Algunas plantas producían visiones santas, unas adormecían el primer día y los volvía locos como la raíz de la mandrágora. Por otro lado, se daban recetas para preparar suspensiones con drogas, ya que cada una debía de tener su medida. El Echium vulgaris, es considerado como el antídoto del veneno de dicha serpiente, la saxífraga era preconizada

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