Impacto Ambiental

Hasta hace unas pocas décadas, los proyectos de desarrollo no tomaban en consideración las condiciones ecológicas de la zona de influencia y los daños ambientales que se pudieran ocasionar al momento de su construcción y operación; existía un dominio total del capital económico sobre el capital natural. De esta forma, los ecosistemas en México y en muchos países del mundo sufrieron impactos ambientales significativos, lamentablemente muchos de ellos irreversibles.

Así, la perdida de la vegetación y disminución de la biodiversidad, la extinción de especies de flora y fauna, los cambios climáticos y la creciente escasez de recuerdos vitales como el agua, se hizo cada más evidente, surgiendo así los primeros grupos defensores del ambiente, quien exclamaban por la conversación de selvas, arrecifes, playas, bosques e incluso culturas nativas, mostrando las evidencias de la destrucción causadas por el hombre. El impacto ambiental se consideró indebidamente como un efecto inevitable asociado al desarrollo humano.

De esta forma, muchos proyectos que no consideraban adecuadamente los aspectos de cuidado ambiental fueron objeto del rechazo de la población; la precepción de la opinión pública sobre los riesgos ambientales de determinado tipo de proyectos, a una dos a cuestiones políticas y a manejo de los medios de comunicación por algunos sectores de la población, generaron grupos de rechazo que impidieron el desarrollo de muchos proyectos, causando su anulación definitiva.

Hoy en día, sabemos que los impactos ambientales se pueden prevenir, evitar, mitigar, y compensar, al ser debidamente considerados en los nuevos proyectos de desarrollo que garantizan la conservación y el uso sustentable de los recursos naturales.

Desde el proceso de planeación de los proyectos es fundamental considerar las condiciones ambientales del predio especifico y del entorno regional donde se ubican, así también, es necesario identificar y evaluar los posibles impactos y generar diseños y procesos constructivos que permitan la prevención, mitigación y compensación de los posibles impacto y garanticen la conservación y el uso sustentable de los recursos del predio y de la región y la integridad funcional de los ecosistemas.

De igual manera, debe considerarse el cumplimiento de la legislación y normatividad ambiental y de uso de suelo, que es cada vez más detallada y específica para los diversos tipos de proyectos, ya sean instalaciones industriales, desarrollos urbanos, habitacionales y turísticos, aprovechamientos forestales, agrícolas, de acuacultura, campos de golf, hoteles y marinas, entre otros.

En México, gran parte de los proyectos de desarrollo deben primero elaborar una Manifestación de Impacto Ambiental y otros estudios, para obtener permisos en materia ambiental y de cambio de uso de suelo por parte de la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semanartn) y otros organismos de gestión ambiental estatales y municipales, quienes se apoyan en la legislación y la normatividad ambiental que establece los lineamientos a seguir para casi cualquier proyectos o actividad en nuestro país.

La elaboración de la manifestación de Impacto Ambiental y de la definición y aplicación de medidas de prevención mitigación y compensación de impactos ambientales, además de ser un proceso obligatorio para lograr la autorización de los proyectos de desarrollo, es también una enorme oportunidad para integrar en los proyectos, los diseños, técnicas, materiales y tecnologías que permitan su construcción y operación, con el mínimo impacto ambiental, garantizando la conservación y el uso sustentable de los recursos naturales; de esta manera dichos proyectos resultan ser más redituales y atractivos a los clientes y usuarios y lograr una mayor aceptación por la comunidad

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