La Importancia de las Ludotecas (Juguete y Juego)

realizar pruebas de evaluación de juguetes para comprobar su adecuación a los niños, facilitando esta información a los fabricantes

orientar a los padres en relación al consumo de juguetes.

Según la Enciclopedia Catalana,2 el objetivo principal de las ludotecas es el de “desarrollar la personalidad del niño a través del juego y el juguete”. Para ello, dice, “posibilitan el juego infantil con la oferta tanto de los materiales necesarios (juguetes, espacios de juego abiertos y cerrados) como de las orientaciones, ayudas y compañía que necesiten para jugar”.

Sin embargo, como se ha visto, las posibilidades de las ludotecas son casi ilimitadas, y van aumentando a medida que la sociedad avanza y se plantean nuevos problemas y situaciones. Por ello se debe indicar que la enumeración de las funciones señaladas no se hace con carácter exhaustivo sino a modo de ejemplo, pues podrían tener cabida en ella muchas otras dependiendo de las características de la ludoteca en cuestión.

2. La importancia de las ludotecas (juguete y juego)

Tal y como se ha mencionado en el punto anterior, las ludotecas tienen una serie de objetivos y posibilidades casi ilimitadas. De ahí su importancia clave en la sociedad actual. Para demostrar esta importancia, se pueden estudiar más en profundidad algunas de las funciones señaladas y ver su trascendencia.

Así, y en cuanto a la función educativa, la ludoteca sirve como instrumento fundamental para aprovechar el impulso innato del niño hacia el juego y orientarlo a un desarrollo integral y positivo, evitando que se canalice por cauces no adecuados, lo cual podría suceder en caso de juegos sin la vigilancia adecuada -caso más que habitual en muchas familias por circunstancias diversas, como pueden ser marginación social, falta de tiempo de los padres, etc.-.

En lo que respecta a la función socioeconómica, la inexistencia de ludotecas privaría a un gran número de niños del juego, pues le impediría no sólo el acceso a los juguetes sino también a las relaciones con otros niños que la ludoteca posibilita y que tan importante es en el entorno actual.

Respecto a la función comunitaria de las ludotecas, hay que señalar que éstas han de emerger como puntos de información sobre el fenómeno lúdico en una época en que la publicidad agresiva lleva en muchos casos a los consumidores a comprar juguetes que no son los más adecuados a la edad, personalidad o necesidades específicas del niño en cuestión.

Por último, resulta de especial trascendencia la función de investigación de las ludotecas, ya que son el terreno de pruebas más real que puede existir para todos los juegos y juguetes que entran en ellas. Sin duda, un juego o juguete que ha pasado por el test de la ludoteca con calificación positiva, será apto para los niños de cualquier otra parte del mundo. Por el contrario, la inexistencia de ludotecas -o su no utilización en estos casos- implicará un riesgo de no aceptación por parte de los niños o, lo que es peor, de no adecuación o incluso de peligrosidad de dichos juegos y juguetes.

Una vez señalada la importancia de estas funciones, se puede pasar a analizar la importancia del juego y del juguete en sí mismos desde las distintas situaciones que nos ofrece la sociedad actual.

Tal y como señala Denisse Garón3, Doctora en Psicopedagogía por la Universidad de Laval, Québec (Canadá), “Si lo que queremos para el futuro son adultos motivados, activos, equilibrados, debemos dar a los niños de hoy, en todas las culturas, el derecho a jugar”. Por tanto, las ludotecas, que ofrecen a los niños esa posibilidad de cumplir con su derecho de jugar, tienen una tremenda importancia en la sociedad actual.

A pesar del reconocimiento teórico en muchas sociedades de ese derecho al juego, la realidad es mucho más oscura. En muchos casos, las propias familias ignoran la importancia de las actividades lúdicas en las primeras etapas evolutivas de la infancia. Las ludotecas aparecen así como una repuesta posible para combatir esa ignorancia, no sólo prestando los juguetes a los niños sino también informando a los padres sobre la importancia del juego.

Otro aspecto a tener en cuenta en las sociedades actuales son las situaciones de violencia y los conflictos armados. En dichos escenarios, la importancia del juego se vuelve si cabe aún mayor, ya que los niños reaccionan a su medio ambiente. A pesar de su gran capacidad de adaptación, el efecto acumulativo de las situaciones de privación económica, cultural y social puede ser desastroso e irreparable. En estos ambientes, la capacidad de jugar está muchas veces atacada, cuando no cercenada por completo, y se hace más importante que en ninguna otra situación el ayudar ofreciendo espacios de juego privilegiados para, en ocasiones, ayudar a los niños a “reaprender” a jugar.

Sin llegar a esos extremos, las situaciones de pobreza y marginación de muchos barrios y sociedades del mundo cercanas a la miseria absoluta implican la imperiosa necesidad de plantearse, como objetivo primordial, la supervivencia del juego en los niños.

Por muchas razones -y en ocasiones legítimas-, el adulto olvida la infancia del niño para preocuparse tan solo de su vida diaria, su supervivencia y su trabajo. Este olvido, comprensible pero cuestionable, hace que el adulto empuje al niño demasiado temprano a la edad adulta, pues éste toma a los adultos en muchas ocasiones como modelo, y privándole así de vivir plenamente su infancia. En estos casos, las ludotecas también sirven como factor clave para la preservación de esa infancia a través del juego.

Todo lo anterior muestra la importancia del juego como factor presente en las ludotecas. Pero también el juguete como instrumento de desarrollo de ese juego tiene una gran importancia, si bien no tan alta como el juego en sí. El juguete es un accesorio del juego, pero hay que tener en cuenta que, por muchos juguetes que haya en una ludoteca, éstos no reemplazan la acción y el placer de jugar, sino que sólo lo facilitan.

El juguete es un elemento estimulador del juego. También, sin duda, es un elemento de transmisión de valores sociales y de modelos. Los mismos objetos toman nuevos significados en el curso del desarrollo del niño.

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