La función del profesor como asesor

específicamente con el Estado, la sociedad y la familia.

Se puede decir, que la labor docente en función de orientador está delimitada perfectamente por el ordenamiento jurídico vigente, pero que sus alcances son variados, según sea el campo de acción en el cual se esté ejerciendo la labor orientadora. Todo esto nos dice, que los impactos de una adecuada orientación trascienden los muros escolares y requieren del análisis de la situación familiar, en el caso de estudiantes cuyos familiares tengan baja escolaridad o que ellos hayan superado la de sus padres, esto suele suceder en muchas ocasiones que los hijos superan a sus padres a pesar de no haber tenido estudios.

Es importante señalar, que el docente orientador necesita tener un contacto directo con el núcleo familiar del estudiante y más que ello, ganarse su confianza, respeto y admiración, para poder ejercer el necesario liderazgo. Sin embargo le permite coordinar el proceso evaluador y auto evaluador de los estudiantes, así mismo ejercer un desempeño profesional y efectivo, lo importante es la actitud abierta a los cambios que en cada momento le permita aprender lo necesario para pasar del saber a la acción práctica.

De la misma manera, el docente debe cumple con varias competencias que le permite ejercer sus funciones como orientador, entre ellas tenemos las diferentes capacidades: Cognitivas, psicomotora y afectiva. Frecuentemente la orientación se empieza a realizar de forma empírica, sin mayor acompañamiento que el sentido común. En el transcurso del desarrollo de su labor, el orientador va quemando algunas etapas dentro de las cuales llega a un nivel óptimo de preparación, si él mismo se ha sentido motivado por la labor orientadora.

Todo esto nos dice, que otra de las funciones del docente como orientador no es solo un trabajo que lo involucra a él , sino que, por el contrario, es un trabajo que va en la búsqueda del éxito, involucra profesionales de distintas disciplinas, entre las que encontramos psicólogos, psicopedagogos, terapistas del lenguaje, entre otros.

Sin embargo, cumplen una labor en equipo para diagnosticar y proponer medios de intervención coherentes y adecuados en casos específicos, evidenciándose así el principio de interdisciplinariedad. Cabe destacar, que la función orientadora del docente, es poner en primer plano aquellas características de la educación, por las que no se reduce a manera de instrucción y constituye en verdad, la educación individualizada de la persona.

Definitivamente conviene decir, que las funciones del docente como orientador con sus cualidades, compartirá conocimientos, sistematizará sus experiencias e irá hacia la maduración de su labor orientadora, hasta poder prestar un servicio efectivo y de impactos favorables en el desarrollo de los estudiantes, no solo dentro de lo académico, sino en lo profesional, familiar y social.

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