Los Helechos

INTRODUCCION

En el presente trabajo hablaremos y profundizaremos en el estudio de los helechos, haciendo relación en la práctica que se llevó a cabo en los alrededores del pueblo tomando muestras y fotografías para identificar sus partes y hacer comparaciones con la teoría ya existente.

Puesto que este tema es de gran importancia para conocer más acerca de los helechos lo cual será de gran beneficio para nuestro aprendizaje.

OBJETIVOS

• En el presente trabajo se dará a conocer sobre los helechos y la importancia de los mismos.

• Pudimos llevar a cabo la teoría a la práctica y viceversa.

• Realizar una buena práctica y por ende el desarrollo de un trabajo.

• Comprobar si la teoría científica era real

• Mirar de cerca la vida de los helechos

• Estudiar las esporas y esporofitos que tienen los helechos.

TABLA DE CONTENIDO

PAG

Introducción 6

Tabla de contenido 7

Soporte teórico de los helechos 8-15

Observaciones de campo 16-17

Conclusiones 18

Bibliografía 19

Anexos 20-21-22

SOPORTE TEORICO DE LOS HELECHOS

Constituyen el grupo de los pteridófitos más evolucionados. Son plantas de porte por lo general herbáceo, salvo algunas especies tropicales que llegan a medir más de 10 metros de altura. Presentan un tallo casi siempre subterráneo, un rizoma que en acciones un gran grosor y el que parten hojas grandes y aplanadas, que en este caso se denominan frondes. Cuando las condiciones son desfavorables, sobre todo en las regiones templadas y frías, los frondes mueren. Al instaurarse más tarde otra vez unas condiciones apropiadas, del rizoma nacen nuevos tallos y frondes.

Los esporangios se disponen sobre los frondes, aislados en unas especies o bien, como sucede en la mayoría, dentro de los soros, estructuras con aspecto de cápsula o taza y que a menudo están protegidos por un especie de lámina llamada indusio.

También el ciclo vital de los helechos se caracteriza por una alternancia de generaciones muy marcada como en los briófitos. Sin embargo, en este caso el esporófito es la planta visible o aparente.

Una vez que las esporas han madurado, se liberan de los esporangios y caen al suelo o bien son arrastradas por el viento. Cuando las condiciones del sustrato son adecuadas en cuanto a humedad, nutrientes, cantidad de luz, etc., estas esporas germinan y dan lugar a una estructura de dimensiones muy pequeñas, de forma acorazonada que casi siempre pasa desapercibida y que se llama protalo.

El protalo es en realidad el gametófito, que dispone de pequeñas raicillas con las que absorbe el agua y los minerales del suelo y que puede reproducirse ya sea vegetativamente, por medio de propágulos, o bien sexualmente, produciendo anteridios y arquegonios, donde se forman las células reproductoras sexuales.

Los helechos abundaron ya hace unos 400 millones de años, pero también en la actualidad, contando con unas 12.000 especies. Aunque están presentes en todo el mundo, son muchos más abundantes en las regiones cálidas y templadas.

Entre los helechos vivientes pueden citarse a modo de ejemplo los culantrillos, pertenecientes al género Adiantum, que tiene frondes delicados de gran belleza y que se utilizan como ornamentales, y el helecho macho (Dryopteris filix-mas), que dispone de un grueso rizoma dividido y frondes de alrededor de 1,5 metros de largo.

De los helechos se han encontrado fósiles de unos 390 millones de años de antigüedad. Su tamaño varía desde unos pocos centímetros, hasta plantas de más 20 metros de altura, como los helechos arborescentes de los trópicos. Sus enormes y frondosas hojas reciben el nombre de frondes y pueden llegar a medir hasta 5 metros de largo.

Durante el período carbonífero, hace 320 millones de años, los helechos, las colas de caballo, y los licopodios predominaron formando extensos bosques que desaparecieron al quedar sepultados bajo la tierra, debido a los enormes movimientos de las capas terrestres. Con el paso de los siglos se fueron acumulando encima de ellos grandes capas de barro y rocas. A causa de la influencia del calor que generaba el interior de la tierra y de la enorme presión que se ejercía sobre sus restos, se fueron transformando en hulla o carbón, un valioso recurso energético de hoy en día.

Durante la Edad Media, los helechos como muchas otras plantas, fueron objeto de supersticiones.

Algunas personas creían que si recogían las esporas (semillas) de ciertos helechos en la víspera de San Juan – el 24 de junio- y las colocaban en sus zapatos, se volvían invisibles.

Esta creencia se refleja en una frase de la famosa obra del escritor inglés William Shakespeare Enrique IV: “Tenemos la receta de las semillas de helecho y caminamos invisibles”.

La mayoría de los helechos son hoy de tipo herbáceo, aunque algunas especies tropicales de Australia adquieren un porte arbóreo, lo mismo que muchas de las ya extinguidas.

El nombre común

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