MEDICINA INTEGRAL
lisbet_medina292 de Marzo de 2013
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Semana 6
GENERALIDADES DEL SISTEMA ENDOCRINO HIPOFISIS Y TIROIDES
Como quedó expresado, en el organismo existen dos sistemas de regulación funcional: el nervioso y el humoral, cada uno de los cuales satisface exigencias específicas. Los sistemas nervioso y endocrino encargados de las mismas requieren de una estrecha coordinación entre sí para un funcionamiento armónico del organismo. Esa interrelación se logra mediante un conjunto de células que se encuentran distribuidas en órganos glandulares o de forma difusa en otros; responsables de producir hormonas y neurotransmisores.
Mientras que las estructuras del sistema nervioso tienen una distribución universal en el organismo, el sistema endocrino está constituido por pequeños órganos como la hipófisis, la epífisis o glándula pineal, el tiroides, las paratiroides y las suprarrenales con localizaciones precisas en la cavidad craneal, el cuello y la cavidad abdominal, complementado por acúmulos celulares que se encuentran formando parte de la estructura de otros órganos glandulares. Además existen células que se disponen de forma aislada en distintos órganos y cuyas secreciones actúan sobre tejidos contiguos o a distancia; estas células constituyen el denominado sistema endocrino difuso.
El sistema endocrino está constituido por un grupo de órganos de tamaño relativamente pequeño denominados glándulas endocrinas entre las que se encuentran la hipófisis, la tiroides y las suprarrenales entre otras,
además por grupos definidos de células dentro de ciertos órganos del cuerpo que realizan otras funciones por ejemplo los islotes pancreáticos.
Y por células endocrinas aisladas presentes en las mucosas de los sistemas respiratorio, digestivo y genitourinario.
CARACTERÍSTICAS COMUNES A LAS GLÁNDULAS ENDOCRINAS
En esta actividad nos ocuparemos del estudio de las glándulas endocrinas las que a pesar de sus diferencias en la forma, dimensiones y localización, poseen características morfofuncionales comunes entre las que se encuentran:
Carecen de conducto excretor, por lo que su secreción es vertida directamente en el sistema vascular.
Tienen una red vascular sanguínea alrededor de la cual están situadas las células glandulares para verter su secreción directa o indirectamente a la sangre.
Poseen dimensiones relativamente pequeñas. La más voluminosa es la glándula tiroidea que pesa solamente unos 35 g. como promedio.
Sus productos de secreción, denominados hormonas, se vierten en los líquidos corporales y se relacionan con células y tejidos de diferentes localizaciones en el organismo; sobre los cuales ejerce una actividad fisiológica específica a pesar de sus escasas concentraciones en sangre, manteniendo la homeostasis.
Y responden al modelo general de órgano macizo por lo que están constituidas por estroma y parénquima.
MODELO ÓRGANO MACIZO
El estroma está constituido por:
• una cápsula de tejido conectivo generalmente denso y de grosor variable que envuelve al órgano.
• los tabiques que son divisiones de tejido conjuntivo que parten de la cápsula y dividen al órgano en territorios más pequeños llamados lóbulos y lobulillos.
• Y el tejido intersticial el cual es un tejido conjuntivo laxo rico en capilares sanguíneos y linfáticos que realiza funciones de sostén, defensa, nutrición y transporte de las hormonas.
Por su parte el parénquima esta formado por las células especializadas en la secreción de hormonas que se disponen en forma de cordones, masas o acúmulos y folículos. Esta disposición se debe a las relaciones espaciales entre las células glandulares y el tejido conjuntivo intersticial.
Los acúmulos son grupos de células que adoptan una forma más o menos redondeada, rodeados por tejido conjuntivo intersticial que separa un grupo de otro.
Los cordones son hileras de células con una o dos células de espesor, pueden ser anchos o estrechos, cortos o largos, radiales o paralelos de acuerdo con la estructura de la glándula de que se trate.
Y en los folículos, las células se disponen como una membrana epitelial simple cúbica que forma la pared de una estructura esférica, que presenta una cavidad central llena de una sustancia llamada coloide.
El contorno de los folículos es mucho más redondeado y más regular que el de los acúmulos y se encuentran rodeados completamente de tejido conjuntivo intersticial, siendo cada folículo una estructura independiente.
Un ejemplo de glándula donde sus células se disponen formando acúmulos o masas y cordones es la Hipófisis, que será estudiada a continuación.
DESARROLLO DE LA HIPÓFISIS
La hipófisis, se desarrolla a partir de dos esbozos ectodérmicos que crecen simultáneamente. Una evaginación del techo del estomodeo, que crece hacia arriba denominada bolsa de Rathke y una prolongación del neuroectodermo del diencéfalo que desciende al encuentro de la bolsa, el infundíbulo .
Hacia final del segundo mes la bolsa de Rathke pierde su conexión con la cavidad bucal y se halla en íntimo contacto con el infundíbulo
En el curso del desarrollo, las células de la pared anterior de la bolsa de Rathke proliferan rápidamente y forman la adenohipófisis Una pequeña prolongación de ese lóbulo, la pars tuberalis crece a lo largo del tallo del infundíbulo y por último lo rodea. La pared posterior de la bolsa de Rathke se convierte en la parte intermedia y el infundíbulo da origen al tallo y a la neurohipófisis.
POSICIÓN DE LA HIPÓFISIS
Las glándulas endocrinas, aunque son independientes desde el punto de vista morfológico, mantienen una interrelación fisiológica por la acción de sus hormonas. En este sentido merece ser mencionada en primer lugar la hipófisis, la que en gran medida regula la actividad de la mayor parte de las glándulas endocrinas, manteniendo una relación muy estrecha con el sistema nervioso; características que le permiten realizar un control neurohumoral integral de las funciones orgánicas.
Situada en la base del cráneo, en la silla turca del esfenoides, la glándula parece colgar del hipotálamo con el que mantiene relaciones vasculares y nerviosas.
Es una glándula pequeña de forma ovoide con dos lóbulos anterior y posterior también denominados adenohipófisis y neurohipófisis respectivamente e importantes relaciones topográficas que, entre otras, permiten su estudio en el individuo vivo.
LÓBULOS Y PORCIONES DE LA HIPÓFISIS.
La constitución de la hipófisis. Es notable que el lóbulo anterior es más voluminoso que el posterior. Una prolongación del mismo se extiende hacia arriba y rodea incompletamente al infundíbulo y a la eminencia media recibiendo la denominación de porción tuberal, mientras que una pequeña porción situada en la parte posterior del lóbulo anterior se denomina porción intermedia. El lóbulo posterior es menos voluminoso y recibe los axones procedentes de los núcleos supraópticos y paraventriculares del hipotálamo.
Se observan las dos porciones de la hipófisis, la adenohipófisis o lóbulo anterior y la neurohipófisis o lóbulo posterior que al tener orígenes embriológicos diferentes, presentan características morfofuncionales diferentes.
ESTRUCTURA DE LA HIPÓFISIS.
Como todo órgano macizo, la hipófisis está constituida por estroma y parénquima. El estroma representado por una cápsula de tejido conectivo y tejido intersticial rico en capilares sanguíneos y linfáticos. Esta glándula no presenta tabiques.
El parénquima por su parte está constituido en la adenohipófisis por el conjunto de células secretoras de hormonas dispuestas en cordones y acúmulos en estrecha relación con los capilares sanguíneos, mientras que en la neurohipófisis está constituido por los axones amielínicos de las neuronas de los núcleos supraópticos y paraventiculares del hipotálamo y los pituicitos como células de sostén.
CÉLULAS DE LA ADENOHIPÓFISIS
Según la afinidad por los colorantes en la hipófisis específicamente en la pars distalis o lóbulo anterior, se distinguen dos tipos de células: las cromófobas que se tiñen poco debido a su escasa afinidad por los colorantes, y las cromófilas que se tiñen intensamente, estas últimas son de dos tipos; las acidófilas que tienen afinidad por los colorantes ácidos, dentro de las que se encuentran las células mamotrópicas que secretan la hormona prolactina o LTH y las somatotrópicas que secretan la hormona del crecimiento o STH.
Por su parte las células basófilas tienen gran afinidad por los colorantes básicos, dentro de este grupo se encuentran las células gonadotrópicas que secretan las hormonas folículo estimulante o FSH y luteinizante o LH , las tirotrópicas que secretan la hormona estimulante de la glándula tiroides o TSH y las adrenocorticotrópicas que secretan la hormona adrenocorticotrópica o ACTH.
ADENOHIPÓFISIS
una porción de la adenohipófisis donde se aprecian las células acidófilas intensamente teñidas de un color naranja.
Las células basófilas de un color azul y las células cromófobas con un citoplasma escasamente coloreado. Es importante que ustedes en su estudio independiente y siguiendo las orientaciones del CD de la asignatura y las de su profesor profundicen en las características morfofuncionales de los tipos celulares referidos anteriormente.
En glándula pueden apreciar la pars intermedia, la que en el hombre ocupa aproximadamente el 2 % de la hipófisis, posee límites imprecisos y separa la adenohipófisis de la neurohipófisis, la hormona secretada por esta parte
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