Mercurio En El Atún

Mercurio en el atún: información tranquilizadora

El atún ha sido reconocido siempre como un alimento sano y nutricionalmente muy conveniente como parte fundamental de una dieta saludable. Sin embargo, se ha generado una preocupación reciente acerca de sus beneficios, debido a que los medios de comunicación han propagado temores infundados sobre los riesgos que representa para la salud, según ellos, un potencial envenenamiento por mercurio al consumir este pescado.

Muchos periodistas por demás crédulos y carentes de objetividad, con el fin de vender más ejemplares, aumentar su rating y sin investigar lo que dice la ciencia real, tratan de asustar al público con información sensacionalista y fragmentada…porque el miedo vende. Su alarmismo trae consecuencias negativas, incluyendo graves impactos en la salud pública, al reducir la ingesta de un alimento que ofrece grandes aportes nutricionales.

Hablemos de las indiscutiblemente buenas cualidades que tiene el atún. Para empezar está repleto de proteína, siendo una fuente magra con alto contenido de ácidos grasos omega 3, entre ellos el eicosapentaenoico, del cual provienen sus principales beneficios a la salud: tiene acción protectora del corazón, los riñones, el aparato digestivo, inmunológico, reproductivo y nervioso.

Las grasas poliinsaturadas que contienen omega 3, son esenciales para el organismo, pero no son producidas por éste, sino que deben obtenerse de los alimentos, como el atún y otros pescados, que en los hábitos alimenticios actuales, son de bajo consumo, siendo sustituidos por grasas saturadas que aumentan los riesgos cardíacos.

De esta manera el atún contribuye a:

• reducir los niveles de triglicéridos y de colesterol en sangre, disminuyendo el riesgo de padecer aterosclerosis y trombosis, disminuye la inflamación y reduce la probabilidad de accidentes cerebro-vasculares.

• prevenir y controlar los aumentos de presión arterial.

• reducir el deterioro cognitivo y proteger contra el Alzheimer por su acción anticoagulante y antiinflamatoria; por otro lado, favorece también la irrigación cerebral. Una ingesta mayor de DHA, puede solucionar su deficiencia a nivel de la corteza cerebral, que es característica del Alzheimer.

• en los niños, una dieta de atún tiene efecto protector del asma.

El atún posee además otros nutrientes benéficos para el organismo:

• selenio: es antioxidante, previene la aparición de cáncer y protege al corazón.

magnesio: permite la relajación de los vasos sanguíneos y facilita la circulación sanguínea, evita la formación de coágulos.

• hierro: importante para el transporte de oxígeno dentro del cuerpo.

• vitaminas del complejo B, reducen el riesgo de aterosclerosis

Ahora que sabemos las bondades que nos ofrece el consumo del atún, pasemos al tema del mercurio.

El mercurio es un elemento presente en forma natural en la corteza terrestre (en el aire, el agua y el suelo), que proviene de la actividad volcánica, la erosión de las rocas, la evaporación de superficies acuáticas, la degradación de minerales, los incendios forestales, la desgasificación del manto terrestre o también puede tener origen en la actividad humana (alteraciones antropogénas).

Es una sustancia de preocupación mundial debido a su toxicidad que varía en los seres humanos y otros organismos según la forma química en que se presente, la cantidad, la vía de exposición y la vulnerabilidad de la persona expuesta. Los seres humanos pueden estar expuestos al mercurio de diversas formas, incluido, entre otras cosas, los usos ocupacionales y domésticos, las amalgamas dentales, las vacunas que contienen mercurio y el consumo de ciertos alimentos, como el maíz, los mariscos, el pescado, y entre ellos, el atún.

El mercurio existe en el medio ambiente desde el origen del planeta y, por esta razón, el hombre y todos los demás seres vivos del entorno han estado siempre expuestos a una cantidad determinada de este metal. De allí que decir que el mercurio es tóxico es una verdad a medias. Todos los elementos del sistema periódico son venenos potenciales y, sin embargo, forman parte del medio que nos rodea y nuestra química está basada en ellos.

Sin embargo, estos conceptos han sido distorsionados para manipular la opinión pública y crear un rechazo al consumo, no solamente atún, sino de cualquier tipo de pescado y marisco.

Por ello, antes que nada debemos darnos cuenta de que todas esas cosas que leemos o escuchamos sobre el mercurio en el atún y que nos asustan, se basan en mitos creados. Por ejemplo:

La ingesta de atún representa un peligro serio para la salud de quien lo consume porque es la principal fuente de exposición humana al mercurio.

Casi todos los pescados y mariscos contienen algunos rastros de mercurio. La ciencia sugiere que las diminutas cantidades de mercurio en el pescado no son dañinas en absoluto. Un estudio realizado en las islas Seychelles (Océano Índico) durante 12 años, no encontró efectos negativos en la salud de la población objetivo debido a la exposición al mercurio por tener una dieta alta en pescado.

La República de las Seychelles ha demostrado ser la ubicación ideal para examinar el impacto potencial de la salud a la exposición de mercurio baja persistente. Con una población de 87.000 personas extendidas a través de un archipiélago de las islas en el Océano Índico, la pesca es una industria importante y una fuente primaria de la nutrición - los residentes de la nación consumen pescados a un tipo 10 veces mayores que las poblaciones de los E.E.U.U. y de la Europa. Sin embargo, ninguno de los nativos de las Seychelles que fueron objeto de investigación sufrieron ninguna enfermedad por el mercurio del pescado, aunque sí recibieron los valiosos efectos beneficiosos de su consumo. (Davidson PW, Myers GJ, Cox C, Axtell C, Shamlaye C, Sloane-Reeves J, et al. Effects of prenatal and postnatal methylmercury exposure from fish consumption on neurodevelopment: outcomes at 66 months of age in the Seychelles Child Development Study. JAMA 1998;280:701-7. doi:10.1001/jama.280.8.701)

Los niveles de mercurio en el atún se están incrementando considerablemente

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