Mortalidad Materna
90345629 de Junio de 2014
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INTRODUCCIÓN
La Informática en Enfermería, es la especialidad que integra las Ciencias de la Enfermería, las Ciencias de la Computación y las Ciencias de la Información para la identificación, recolección, procesamiento y manejo de datos e información para el apoyo de la práctica de la Enfermería, la Administración, la Educación, la Investigación y la expansión del conocimiento de Enfermería.
La informática en enfermería apoya la práctica de todas las especialidades de Enfermería en todos los lugares y sitios de los cuidados, tanto en el nivel básico como avanzado de la práctica.
La Práctica de la IE incluye el desarrollo y la evaluación de aplicaciones, herramientas, procesos y estructuras que asisten al Enfermero en el manejo de datos en el cuidado del paciente o en el apoyo de la práctica de la Enfermería.
Incluye la adaptación o adecuación de la tecnología informática ya existente a los requerimientos de la Enfermería.
Desde la pasada década se ha ido intensificando notablemente la aplicación de la Informática en las diferentes esferas del quehacer económico–social, lo que ha estado influenciado por el marcado desarrollo de la computación y de las nuevas tecnologías de la información. Un papel relevante en ese sentido le ha correspondido al perfeccionamiento de los programas asistentes matemáticos, entre los que el EXCEL ocupa un lugar importante.
La Bioestadística constituye uno de los contenidos fundamentales. Se apoya de manera importante en la aplicación de los Métodos de la Estadística Descriptiva e Inferencial. Con el desarrollo actual de los asistentes matemáticos es aconsejable darle un enfoque de aplicación práctica para hacer más efectiva la enseñanza de las diferentes herramientas estadísticas.
El objetivo del presente trabajo es presentar críticamente las potencialidades del EXCEL como herramienta asistente, tanto para la enseñanza como para la práctica de la Bioestadística en Mortalidad por Enfermedad Hipertensiva en el Embarazo.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
En el último lustro, la EHE se ha mantenido como la primera causa de muerte materna en México. Durante 2010, murieron 248 mujeres por esta causa, cifra que representó 25 por ciento del total. El 93.6 por ciento de los trastornos hipertensivos que llevaron a la muerte a estas mujeres se originaron durante el embarazo y en el resto de los casos existía un problema hipertensivo preexistente. Según lo asentado en las bases oficiales de mortalidad, la hipertensión gestacional (inducida por el embarazo) con proteinuria significativa (O14) constituyó el diagnóstico en 34.3 por ciento de los casos y el de eclampsia (O15), en 58.1.
Puede considerarse la preeclampsia como una disfunción endotelial vascular generalizada, que se presenta después de la vigésima semana de gestación o incluso hasta la cuarta o sexta semana del periodo posparto.
Clínicamente, se define como hipertensión arterial y proteinuria, con o sin edema patológico; fue descrita por el Grupo de Trabajo sobre la Presión Sanguínea Elevada en el Embarazo del National High Blood Pressure Education Program (Programa de Trabajo sobre la Presión Sanguínea Elevada) como un trastorno multisistémico de causa desconocida y que afecta sólo a embarazos humanos. Se caracteriza por una respuesta vascular anormal a la placentación que está asociada a una resistencia vascular sistémica incrementada, aumento en la agregación plaquetaria, activación del sistema de coagulación y una disfunción endotelial celular.
La hipertensión en el embarazo puede ser clasificada en dos grandes grupos: mujeres hipertensas que se embarazan y aquellas que llegan a ser hipertensas por primera vez en la segunda mitad del embarazo.
ENFERMEDAD HIPERTENSIVA EN EL EMBARAZO
Y
PREECLAMPSIA
La Preeclampsia es parte de un espectro de trastornos hipertensivos que complican el embarazo.
El National High Blood Pressure Education Program los ha clasificado de la siguiente manera:
• Hipertensión preexistente.
• Hipertensión asociada al embarazo.
• Preeclampsia sobreañadida (Sobrehipertensión arterial crónica).
• Eclampsia.
HIPERTENSIÓN PREEXISTENTE
Se trata de la hipertensión antes del embarazo o detectada antes de la vigésima semana de gestación o que persiste después de que el embarazo haya terminado. La literatura señala que esta condición se espera entre tres y cinco por ciento de los embarazos. La mayoría de las pacientes sufren hipertensión esencial, aunque algunas padecen enfermedad renal u otros problemas médicos.
HIPERTENSIÓN ASOCIADA CON EL EMBARAZO
Esta clase de hipertensión aparece de nuevo después de la vigésima semana de gestación. A su vez, se encuentra clasificada en dos subgrupos:
• Hipertensión gestacional (se estima que se presente en seis y siete por ciento de los casos). Se trata de la hipertensión sola, sin otros rasgos añadidos.
• Preeclampsia (es posible que la padezca entre cinco y seis por ciento de las embarazadas). Es la hipertensión con proteinuria de cuando menos 0.3 g en veinticuatro horas.
PREECLAMPSIA SOBREAÑADIDA
La preeclampsia sobreañadida se presenta en 25 por ciento de las mujeres con hipertensión preexistente. Los signos y síntomas de preeclampsia en mujeres con hipertensión preexistente son la preeclampsia sobreañadida (sobrehipertensión crónica) que se caracteriza por: proteinuria de reciente aparición (igual o mayor de 0.3 g en veinticuatro horas) en una mujer con hipertensión, pero sin proteinuria, antes de la vigésima semana de gestación, y por el incremento súbito en la proteinuria o la presión sanguínea, o una cuenta plaquetaria de menos de 100,000/mm3 en una mujer con hipertensión y proteinuria antes de la vigésima semana de gestación, es decir, la aparición de signos y síntomas de preeclampsia en una mujer con hipertensión preexistente.
ECLAMPSIA
Se define como las convulsiones en cualquier mujer que tiene o se presenta
Con hipertensión en el embarazo por cualquier causa.
SÍNDROME HELLP
El síndrome HELLP (hemólisis, elevación de enzimas hepáticas, trombocitopenia) puede ser la consecuencia de la preeclampsia severa. Se asocia en particular con altas tasas de morbilidad y mortalidad materna y perinatal, y puede presentarse sin hipertensión o, en algunos casos, sin proteinuria.
PREECLAMPSIA
No existe consenso uniforme en relación con los valores que definen la preeclampsia, aunque desde 2000 ha habido un acuerdo considerable en relación con su definición entre los grupos de trabajo internacionales. Usualmente, es diagnosticada en presencia de hipertensión asociada con proteinuria en una mujer que era normotensa antes de la vigésima semana de gestación. La hipertensión se define como una presión arterial sistólica igual o mayor de 140 mm Hg y una presión diastólica igual o mayor de 90 mmHg en dos mediciones sucesivas con cuatro a ocho horas de intervalo (los registros de presión arterial para su diagnóstico deben haberse recabado en un periodo no mayor de siete días). En una mujer con hipertensión arterial esencial previa, si la presión sistólica se ha incrementado en 30 mm Hg o la diastólica en 15 mm Hg, se diagnostica la preeclampsia.
La proteinuria49 se define como la excreción urinaria de 300 mg o más de proteína cada veinticuatro horas. Si no se dispone de muestras de veinticuatro horas, se define como una concentración de proteína de 300 mg/L o más (1+ en el dipstick) en cuando menos dos muestras de orina al azar tomadas con una diferencia entre cuatro a seis horas. Las mediciones con tirita reactiva no deben tener más de siete días de intervalo.
Sin embargo, la prueba definitiva para diagnosticar proteinuria debe ser la excreción cuantificada en veinticuatro horas.
La preeclampsia es leve en 75 por ciento de los casos y severa en los casos restantes. En situaciones extremas puede llevar a falla renal y hepática, coagulación intravascular diseminada y anomalías del sistema nervioso central. Si aparecen convulsiones asociadas con la preeclampsia, el trastorno ha evolucionado a una condición llamada eclampsia.
El diagnóstico de preeclampsia severa se establece con la presencia de más de uno de estos signos o síntomas:
• Presión sistólica de 160 mm Hg o mayor, o presión diastólica de 110 mm Hg o mayor, en dos ocasiones y con intervalos de cuatro a seis horas.
• Proteinuria igual o mayor a tres gramos en una muestra de veinticuatro horas o más de 3+, en dos muestras de orina al azar recolectadas cuando menos con cuatro horas de intervalo.
• Edema pulmonar.
• Oliguria (menos de 400 ml en veinticuatro horas).
• Cefalea persistente, visión borrosa, ceguera o tinitus.
• Dolor epigástrico o en el cuadrante abdominal superior derecho.
• Oligohidramnios, retraso en el crecimiento fetal o desprendimiento prematuro de placenta.
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