POR EL FILO DE MI ESPADA

POR EL FILO DE MI ESPADA

ES UNA HISTORIA DE HACE MUCHO TIEMPO. LAS ESPADAS ENCONTRADAS A LO LARGO DE LOS AÑOS VAN A SER PARTICIPES FUNDAMENTALES PARA LAS BATALLAS DISPUTADAS. LOS REYES HUNDIDOS EN EL DESEO DE PODER Y SER POSEEDORES DE TIERRAS LAS VAN A USAR DE UNA MANERA INCORRECTA. A LO LARGO DE MUCHOS AÑOS SE PODRA APRECIAR DIVERSAS BATALLAS DISPUTADAS A CAUSA DE ESTAS ESPADAS.

En unas tierras lejanas, se encontraba el reino de Vasmak, una de las cinco coronas más temidas y respetadas del mundo en la actualidad, quien tenía ya muchos años de existencia. Gobernada, en ese entonces, por el Rey Steev lll. Era un lugar con excelentes propiedades y virtudes para la producción de materias primas, lo que ayudó durante muchos años para su relación con otros reinos, así como también su dependencia y autoridad sobre otras. Esto como era evidente, años atrás produjo muchas guerras, llenas de muertes y desastres en todos los reinos, ya que todos ellos querían hacerse con las tierras de Vasmak y demás pueblos.

Lo cual en la actualidad ya no se manifestaban sucesos como aquellos, al menos no por el momento. Ya que el poder y territorialidad de los reinos habían crecido mucho en los últimos años. Las historias y lo ocurrido en las guerras por las tierras recorrió muchos lugares, incluso hasta reinos lejanos, que también ya eran grandes poseedores de tierras, mostraron el respeto hacia Vasmak.

Pero esto no siempre fue así, muchísimo tiempo atrás, incluso antes de que el reino de Vasmak sea reconocida como una de las cinco coronas más temibles y respetadas del mundo, en la época de guerra por las tierras y el poder, se disputaban constantes batallas.

En ese entonces el difunto Rey Crisvan, quien era comandante y líder de la primera línea de las tropas en las batallas; vencedor y conquistador de mayor extensión de tierras en toda la historia del reino de Vasmak, fue partícipe fundamental de esta era.

Entonces así es como comienza nuestra historia, en una época de sangre derramada en los campos de batalla, una era donde el reino con mayor poder prevalecía.

En la mesa principal del reino se encontraban situados Crisvan junto a sus dos concejales, también se encontraban los sub líderes de las tropas, el encargado absoluto de la estrategia de batalla y alineación de las tropas.

-. Los he convocado a esta reunión para llevar a cabo los términos de las batallas que debemos disputar. -Decía el Rey- Con voz resonante y gruesa.

-.Oslan a sus servicios, mi señor. Líder de las tropas a corto alcance. Estoy dispuesto a dar la vida por nuestro reino si es necesario. -Agregó, con la mano en el pecho y firme ante su Rey.

Inmediatamente Morta, quien era el líder de las tropas a largo alcance se levantó y dijo. Yo también estoy dispuesto a perder la vida por nuestras tierras, juro defenderlas y atacar al enemigo sin piedad.

Crisvan con una expresión de satisfacción asumía y era digno de poder presumir que poseía a los más leales y guerreros de esa época. Así mismo nunca dejó de lado a sus inteligentes consejeros, quienes eran los encargados de proveer las mejores opciones y respuestas ante las difíciles decisiones que debia tomar el rey en toda su vida.

Luego de unos días tras la reunión un mensaje fue entregado al reino, el cual primero paso por el grupo de prevención del Rey. Este fue enviado por el hermano menor de Crisvan, quien estaba de espía en el territorio enemigo junto con un grupo especializado.

-."Hermano, me encuentro en las tierras del enemigo, aún perecen no haberse dado cuenta de quién soy. Intentaré proveer toda la información posible para el beneficio del reino. Nuestro querido padre hubiese querido que defendamos las tierras con nuestra vida y eso pretendo hacer. Ahora que te han proclamado como el nuevo Rey tu deber es cuidar y llevar a la victoria a todos.

-.Oslan, Morta preparen todas las tropas para que estén listos a mi señal.- Dijo el Rey, quien por dentro sabía que quizá nunca volvería a ver a su hermano.

Luego de unos días, en el hermano del Rey quien ya se encontraba en las tierras enemigas se hacía pasar por un simple habitante de la aldea del reino, quien cumplía un rol de vendedor ambulante. Así pudo ir casa por casa, vendiendo algunas cosas, hablando con las personas y consiguiendo información que por muy pequeña que sea era valiosa.

-.!Toc Toc¡ -Golpeaba la última puerta de la noche.--Buenas noches señor, estoy vendiendo artefactos artesanales hechos a mano y con gran precisión que seguro le van a encantar. Abrió la puerta y una persona no muy alta, con una barba tupida y pelo rojizo que le llegaba hasta las orejas se acercó. Llevaba puesta ropa vieja y desgastada, los brazos y piernas descubiertas a pesar del frío de la noche. Perdóneme buen hombre, pero no estoy en tiempos para pensar en cosas como esas-Agregó el dueño de la casa, casi cerrando la puerta.

Con la punta del pie Gio evitaba que pudiese cerrar la puerta. -- ¿Y porque no lo estaría? Es una bonita noche como para que se encierre en vuestra casa.

--Estoy pasando momentos difíciles que afrontar. - Casi sin voz se lo podía escuchar

--¿Y porque se sentiría así en días como estos? Quizá pueda ayudarlo, si me lo permite.

--¿No te has enterado? Dijo el dueño de la casa casi enojado. --El Rey ha estado reclutando a más personas para la guerra, y el día de ayer se llevaron a mi hijo quien recién había llegado a la mayoría de edad-.

--¿¡El Rey reclutando personas para la guerra!? ¿Como es eso posible? ¿Quisiera contarme más detalles al respecto?

--Una pregunta a la vez, una a la vez-. Agregó el señor. -- Parece un buen hombre que sólo quiere ganarse la vida vendiendo sus artesanías así que supongo qe no estaría mal que se enterase de lo que está ocurriendo actualmente en el reino.- De ese modo entraron ambos a la casa, un lugar bastante acomodado, con paredes anchas y gruesas. Llevaba unas hermosas cortinas y adornos en la pared. Poseía grandes cantidades de muebles que a pesar de que aparentaban tener muchos años estaban bien cuidados. Con dos habitaciones y un baño Gio se dio cuenta que el señor solamente vivía con su hijo. Ya situados en la cocina se sentaron.

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