Politica Comparada- Almond

Capítulo 1: introducción

Durante la década de los años 1950-1960 se produjo una revolución intelectual en el estudio de la política comparada.

En las críticas formuladas al enfoque de la política comparada característico del periodo anterior a la 2GM, predominaron tres temas. El primero de ellos se refiere al parroquialismo: la política comparada se limitó durante mucho tiempo al área europea: gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia y la unión soviética. En segundo término, en el estudio de los gobiernos extranjeros predomino el enfoque configurativo, cuyo objetivo consistía en analizar y definir características de determinados sistemas políticos. En tercer lugar, las críticas se centraron en el formalismo de la disciplina. La mayor parte de los estudios realizados se limitaron a las instituciones (especialmente la gubernativa) y sus normas leales, reglas y reglamentos, o a las ideas políticas y las ideologías.

La rápida industrialización y urbanización de estados unidos, las dificultades derivadas de su posición de gran potencia, incrementadas a partir de su participación en la 1GM, el impacto y los desequilibrios que produjo la depresión, y los cambios en la estructura y el proceso de su sistema político, condujeron a que el creciente conjunto de investigadores volcara sus energías al estudio y la evaluación del ámbito político interno. Durante esas décadas, la investigación se orientó hacia las formas patológicas y deficientes de la democracia interna: el caciquismo y la camarilla; los grupos de presión y el cabildeo; el poder y el control sobre los medios masivos de comunicación.

En estados unidos, el desarrollo de la ciencia política ha presentado dos aspectos: discontinuidad y crecimiento. En el transcurso de esas décadas, el estudio de la política comparada no logro, desembarazarse del formalismo. Este campo sufrió un cierto deterioro intelectual teniendo en cuenta que, desde el punto de vista histórico, la política comparada y la teoría política se han mantenido estrechamente ligadas.

En las primeras décadas del presente siglo se produjo la separación de amos campos: la teoría política se convirtió en un tema de carácter histórico y la política comparada de los gobiernos extranjeros pasó a ser el estudio formal y descriptivo de las grandes potencias en Europa occidental.

Esta separación entre teoría política y política comparada es consecuencia de la ilustración. Esta última, madre de la ciencia moderna, puso su fe en el triunfo inevitable de la razón, que habría de tener consigo instituciones políticas y sociales libres. Las corrientes liberales y populistas en estados unidos fueron el resultado más optimista de esta fe de la ilustración. La democracia pasaba a convertirse en el tema fundamental de la ciencia política. Los sistemas no democráticos o democráticos inestables podían examinarse en función de su desviación de las normas ideológicas democráticas o por comparación con las dos versiones históricas de la democracia: el sistema parlamentario británico y el sistema norteamericano de separación de poderes. Esta fe optimista en la inevitabilidad de la democracia empañó la curiosidad y el interés por las formas no democráticas de la política; el comunismo y el fascismo fueron considerados como desordenes temporales o manifestación políticas patológicas. En el campo de la disciplina constituida por la política comparada, se denominó “democracia y dictadura” , en la que la dictadura representaba el error y la patología políticos y la democracia, la verdad y la salud de la esfera de la política.

Esta ingenua concepción del progreso democrático se hizo insostenible en la segunda postguerra. Tres principales acontecimientos determinaron tal situación:

a) La explosión nacionalista en medio oriente, África y Asia; el surgimiento como estados de una multitud de naciones con una confusa diversidad de culturas e instituciones sociales.

b) La pérdida de la hegemonía de las naciones de la comunidad atlántica; la aplicación del poder internacional y su influencia en las antiguas áreas coloniales y semi-coloniales.

c) La aparición del comunismo como un poderoso competidor en la lucha por conformar la estructura de los estados nacionales y del sistema político internacional.

La nueva situación ha generado un estado de duda y escepticismo que vino a reemplazar el ingenuo optimismo de la antigua tradición de la ciencia política. Tales condiciones originaron una tendencia a la innovación. Esos esfuerzos innovadores se resumen en cuatro objetivos: lograr un plan más amplio; mayor realismo; más precisión y un orden teórico.

1) Lograr un plan más amplio: se observa un esfuerzo por escapar de parroquialismo y el etnocentrismo. Se ha ido renovando la bibliografía en materia de política comparada.

2) La búsqueda del realismo: nos referimos al esfuerzo por abandonar el formalismo y sustituir la preocupación casi exclusiva por las leyes, la ideología y las instituciones de gobierno por el análisis de todas las estructuras y procesos implicados en la política y en el quehacer político. La profundidad y realismo logrados en el estudio de los sistemas nos capacitan para identificar las fuerzas dinámicas de la política donde quiera que estas se manifiesten. Este es el enfoque conductal, que se trata del estudio de la conducta real de los depositarios de los roles políticos más que del contenido de las normas sociales o los modelos ideológicos. Lo cual implica un desinterés por las normas legales, las ideologías y las instituciones formales, y solo merecen atención en la medida en que reflejan o ejercen influencia sobre la acción política.

3) La búsqueda de la precisión: Esta es una respuesta a la difusión generalizada de las actitudes científicas y tecnológicas en las sociedades occidentales.

4) La búsqueda de un orden intelectual: se comienza a ver la comunidad mundial de los sistemas políticos nacionales como un sistema político en sí mismo. Se tiende progresivamente a abandonar la separación artificial entre política comparada y política internacional. Se cuenta ahora con algunos estudios sistemáticos de los efectos que las características de los sistemas políticos nacionales ejercen sobre el funcionamiento del sistema político internacional.

El punto de vista adoptado en este libro se ha denominado “enfoque funcional de la política comparada” que se desarrolla directamente de la teoría política clásica, principalmente en la parte de esta última que se ha interesado por analizar los procesos políticos y subprocesos o fases de la decisión política y la acción. En los siglos XVII y XVIII esta preocupación llevo a formular la teoría de

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