ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Rsos Procesos Geomórficos Y Formas Del Relieve Existentes A Lo Largo De La vía Entre Ciudad Bolívar Y El río Aro

anyely5507 de Noviembre de 2013

3.103 Palabras (13 Páginas)617 Visitas

Página 1 de 13

1. Introducción

El presente trabajo tiene por objetivo estudiar los diversos procesos geomórficos y formas del relieve existentes a lo largo de la vía entre Ciudad Bolívar y el río Aro; zona ubicada hacia el norte del estado Bolívar, Venezuela. Las informaciones aquí plasmadas provienen de las múltiples excursiones de campo que complementan el programa de la cátedra de Geomorfología, en las carreras de Geología e Ingeniería Geológica de la Escuela de Ciencias de la Tierra, Universidad de Oriente. Por ser la Geomorfología una ciencia de imágenes, de visualización y de imaginación, contamos en esta oportunidad con el apoyo de fotografías digitales, lo que facilita la rápida comprensión de todos los lectores interesados en el tema, quienes se van a encontrar aquí con algunos de los hechos geomorfológicos más característicos de los climas húmedos tropicales. La exposición de los casos considerados comienza en Ciudad Bolívar y continúa hacia el oeste hasta llegar al puente que cruza el río Aro.

2. Localización

Como se observa en la figura 1, la zona en estudio se localiza hacia el sur del río Orinoco. El puente del río Aro se localiza en las coordenadas: 7° 38’ N y 64° 8’ W. Ciudad Bolívar se ubica a: 8° 8’ N y 63° 35’ W. La carretera recorrida es asfaltada, en condiciones regulares (noviembre 2003), y comunica a la capital del estado Bolívar con el estado Amazonas, hacia el suroeste. La región posee un clima, según Köppen, Tropical Lluvioso de Sabana, con precipitaciones promedios de 1000 mm al año y con temperaturas de 28 °C. La estación lluviosa se extiende comúnmente desde abril hasta septiembre.

3. Análisis de las localidades visitadas

Sector suroeste de Ciudad Bolívar, barrió Brisas del Este

Gran parte de la capital del estado Bolívar se ha erigido sobre un relleno sedimentario del Plio-Pleistoceno, conocido como formación Mesa, la cual está conformada por gravas, arenas, limos, arcillas y por lentes de corazas ferruginosas. Los materiales más predominantes aquí son las arenas no consolidadas. Esta formación ha sufrido un levantamiento con respecto al nivel del mar, lo que en consecuencia ha creado un paisaje de mesas que alcanzan en Ciudad Bolívar hasta 140 m de altura. Porque, como se supone, cuando una región se levanta, la tendencia es que los ríos comiencen a excavar verticalmente los materiales por donde ellos discurren. Los bordes de las mesas, por estar conformados por materiales no consolidados, son susceptibles a la erosión hídrica y a la formación de cárcavas o barrancos. Estas cárcavas consisten desde pequeñas zanjas de menos de un metro de profundidad hasta verdaderos valles en forma de garganta o en "V", de varias decenas de metros tanto de profundidad como de anchura (fig. 2).

No necesariamente todos los barrancos son de perfil agudo, algunos de ellos pueden tener un fondo plano y, transversalmente, un perfil cuadrangular; eso ocurre cuando el cuerpo de agua no puede seguir socavando verticalmente, porque se ha encontrado con una capa más resistente; entonces tiende a remover los materiales ubicados hacia los lados Las paredes de estos barrancos presentan cicatrices de movimientos de tierras recientes; pero hay sectores que han sido estabilizados gracias al desarrollo de una capa de vegetación arbustiva y/o herbácea.

El retroceso de las cárcavas dentro de las áreas urbanizadas reside en el hecho de que los procesos naturales de infiltración y escorrentía se han alterado completamente: en condiciones normales, sin la influencia antrópica, las cárcavas retroceden muy poco a lo largo del año. Pero el problema del retroceso desmesurado reside en el hecho de que gran parte de la superficie en el tope de las mesas ha sido impermeabilizada con capas de cemento, asfalto y techos de distintos materiales, lo cual produce un exceso de escorrentía durante los aguaceros. Para entonces las calles se convierten en especies de quebradas efímeras que conducen grandes volúmenes de agua hacia el borde de las mesas, justo donde se encuentran los barrancos, cuyas paredes están constituidas por materiales no consolidados. Es cuando el retroceso de las cárcavas alcanza varios metros de distancia durante un mismo aguacero, poniendo en peligro tanto la vida de las personas como la existencia de las viviendas y calles que se encuentran en sus cabeceras. Para el caso del barrio Brisas del Este, la erosión regresiva destruyó cerca de 30 m de una calle, y, asimismo, hizo colapsar varias viviendas (fig. 3).

El control de las cárcavas se ha vuelto también un problema difícil. Por una parte, la ciudad ha crecido de forma anárquica, sin control ni vigilancia alguna. Desde un principio, las autoridades competentes no se preocuparon por prohibir la construcción de infraestructuras en las cercanías de los escarpes de las mesas. Muchas veces las formas de control de los barrancos se convierten en especies de víctimas adicionales del crecimiento de los mismos, a pesar de los cuantiosos recursos económicos que es necesario desembolsar para la construcción de dichas obras (fig. 4). Se han construido desagües escalonados, muros, etc. que a la larga han colapsado ante el crecimiento incesante de los barrancos. Esto no quiere decir que es imposible la superación del problema; pues, si los sistemas de desagüe se elaboran de una manera bien concienzuda, se disminuyen los gastos y, a su vez, es posible que se le gane la batalla al proceso erosivo.

Pista de motocross La Rocayosa

Esta es una loma baja, de algunos 20 metros de desnivel, cuya capa vegetal ha sido arrasada por completo con el fin de adaptar el terreno al deporte conocido como motocross. Las lomas adyacentes contrastan en su fisonomía con ésta, debido a que poseen la capa de vegetación de sabana con arbustal que se encarga de proteger las capas edáficas ante el ataque de los agentes externos. En los alrededores de estas elevaciones se destaca el paisaje plano de los topes de las mesas. Más hacia el norte se observa otra elevación de roca desnuda, que, al igual que la de La Rocayosa, es un saliente del basamento cristalino (complejo de Imataca, Precámbrico inferior) sobre donde descansan los sedimentos de la formación Mesa (fig. 5).

Debido a la deforestación que el hombre llevó a efecto para construir la pista de carreras, la superficie ha quedado a la intemperie, creándose formas de erosión hídrica como surcos y cárcavas que se orientan a favor de las vertientes (fig. 6). Estos surcos y cárcavas se hacen más anchos y profundos en los lugares donde las pendientes se hacen mayores (más de 20%). La erosión por salpicadura hace que se produzcan pequeñas pirámides de tierra o pedestales coronados por pequeños guijarros. En algunas localidades de esta loma, se observan interesantes cortes de meteorización hasta de 3 m de altura, donde aún se puede contemplar el bandeamiento de los gneises: estas bandas poseen pequeñas ondulaciones o pliegues, diaclasas y microfallas; la alteración química de los minerales ferromagnesianos les ha dado una coloración rojiza y amarillenta; algunas bandas blanquecinas son el resultado (caolín) del intemperismo del feldespato de potasio; las bandas grises de cuarzo aún se conservan, corroborando lo que se dice en la teoría sobre su mayor resistencia ante el intemperismo (fig. 7).

Afloramiento rocoso a doce kilómetros desde Ciudad Bolívar

Esta es una pequeña elevación de roca desnuda parcialmente fracturada. El fracturamiento horizontal es una respuesta a la descompresión que sufren las rocas cuando la erosión hace que alcancen la superficie. Las fracturas verticales tienen mayor relación con los esfuerzos tectónicos acaecidos en la región a lo largo de muchos millones de años. Se trata de gneises del complejo de Imataca en cuya superficie hay una pátina o barniz de color grisáceo que se produce por la meteorización química de los minerales presentes en la roca. La capa oscura es una acumulación de sales de hierro y de magnesio que se fijan a lo largo del tiempo. Al romper un pedazo de la roca se puede notar que el color de la parte interna es distinto al del exterior. Sucede lo mismo cuando removemos algunas de las conchas o escamas que suelen presentarse en la superficie. Quiere decir que la formación de esta película oscura es más propicia cuando se tiene un contacto directo con el aire y con la incidencia de los rayos solares. De hecho, hay lugares dentro del escudo Guayanés donde las rocas que están bajo la sombra tienen una coloración más clara que aquellas que permanecen expuestas directamente a los rayos solares. La existencia de diaclasas horizontales y verticales ha dado lugar a numerosos bloques redondeados o subredondeados. Algunos de éstos se están descascarillando al igual que una cebolla, fenómeno conocido como meteorización esferoidal (fig. 8).

Parte de la superficie presenta procesos orgánicos dignos de mencionar como lo es la cobertura de líquenes de coloraciones verdes y mostaza. Estos organismos, aunque sus efectos en la evolución del relieve no sean tan importantes, se encargan de ir desgastando la roca paulatinamente, debido a que extraen parte de sus nutrientes de los minerales que componen las rocas (fig. 9). Entre las diaclasas que presenta este afloramiento se han establecido algunas especies de plantas leñosas que seguramente, a través del crecimiento de sus troncos y raíces, deben fracturar la roca e incrementar el tamaño de las grietas por donde se infiltra el agua que reacciona con los minerales, originándose nuevas sustancias. Hay diaclasas que se han convertido en canales de escorrentía

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (19 Kb)
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com