Tejidos Del Tubo Digestivo
diana9935 de Octubre de 2012
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Tejidos del tubo digestivo
Capa interna o mucosa (donde pueden encontrarse glándulas secretoras de moco y HCl, vasos linfáticos y algunos nódulos linfoides). Incluye una capa muscular interna o muscularis mucosae compuesta de una capa circular interna y una longitudinal externa de músculo liso.
Capa submucosa compuesta de tejido conectivo denso irregular fibroelástico. La capa submucosa contiene el llamado plexo submucoso de Meissner, que es un componente del sistema nervioso entérico y controla la motilidad de la mucosa y en menor grado la de la submucosa, y las actividades secretorias de las glándulas.
Capa muscular externa compuesta, al igual que la muscularis mucosae, por una capa circular interna y otra longitudinal externa de músculo liso (excepto en el esófago, donde hay músculo estriado). Esta capa muscular tiene a su cargo los movimientos peristálticos que desplazan el contenido de la luz a lo largo del tubo digestivo. Entre sus dos capas se encuentra otro componente del sistema nervioso entérico, el plexo mientérico de Auerbach, que regula la actividad de esta capa.
Capa serosa o adventicia. Se denomina según la región del tubo digestivo que reviste, como serosa si es intraperitoneal o adventicia si es retroperitoneal. La adventicia está conformada por un tejido conectivo laxo. La serosa aparece cuando el tubo digestivo ingresa al abdomen, y la adventicia pasa a ser reemplazada por el peritoneo.
Celulas
CÉLULAS PLASMÁTICAS: son ovaladas y miden 10-20 micrómetros. El núcleo es redondo y se localiza excéntricamente. Contiene gránulos gruesos de cromatina (semejantes a esfera del reloj). Citoplasma muy basófilo. RER y golgi muy desarrollado.
Se desplazan lentamente y no tienen actividad fagocítica. Se encuentran en la lámina propia del tubo digestivo y en el tejido linfoide.
Se forman por diferenciación de linfocitos B, que se activan ante la presencia de una reacción inmune. Sintetizan y secretan anticuerpos.
Epitelio de células prismáticas (cilíndricas)
Monoestratifiado: células dispuestas en una sola capa. Se encuentra en las paredes del
tubo digestivo; la parte de la membrana que está mirando al tubo presenta evaginaciones
(salientes) que se llaman microvellosidades y sirven para aumentar la superficie de
absorción.
Componentes y funcion
El aparato digestivo, que se extiende desde la boca hasta el ano, se encarga de recibir los alimentos, fraccionarlos en sus nutrientes (un proceso conocido como digestión), absorber estos nutrientes hacia el flujo sanguíneo y eliminar del organismo los restos no digeribles de los alimentos. El tracto gastrointestinal se compone de la boca, la garganta, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso, el recto y el ano. El aparato digestivo también incluye órganos que se encuentran fuera del tracto gastrointestinal, como el páncreas, el hígado y la vesícula biliar.
Boca, garganta y esófago
La boca (cavidad oral) es el sitio de entrada de dos sistemas: el digestivo y el respiratorio. Su interior está recubierto de una membrana mucosa. Los conductos procedentes de las glándulas salivales, tanto en las mejillas como debajo de la lengua y de la mandíbula, acaban en la boca. En el suelo de la cavidad oral se encuentra la lengua, que se utiliza para saborear y mezclar los alimentos. Por detrás de la lengua se encuentra la garganta (faringe).
El gusto es detectado por las papilas gustativas situadas en la superficie de la lengua. Los aromas son detectados por receptores olfatorios situados en la parte superior de la nariz. El sentido del gusto es relativamente simple; distingue solamente lo dulce, lo agrio, lo salado y lo amargo. El sentido del olfato es mucho más complejo; distingue muchas variaciones sutiles.
Los alimentos se dividen en partículas más fácilmente digeribles al ser cortados con los dientes delanteros (incisivos) y masticados con los posteriores (molares). La digestión comienza cuando la saliva que procede de las glándulas salivales recubre estas partículas con enzimas digestivas. Entre las comidas, el flujo de saliva elimina las bacterias que pueden dañar los dientes y causar otros trastornos. La saliva también contiene anticuerpos y enzimas, como la lisozima, que fraccionan las proteínas y atacan directamente las bacterias.
La deglución se inicia voluntariamente y se continúa de modo automático. Para impedir que la comida pueda pasar a la tráquea y alcanzar los pulmones, una pequeña lengüeta muscular (epiglotis) se cierra al mismo tiempo que la zona posterior del techo de la boca (paladar blando) se eleva para evitar que la comida suba a la nariz.
El esófago es un tubo muscular de paredes finas, recubierto interiormente de una membrana mucosa, que conecta la garganta con el estómago. El alimento no baja por efecto de la fuerza de gravedad sino debido a unas ondas rítmicas de contracción y relajación muscular, que se denominan peristaltismo.
Estómago
El estómago es un órgano muscular grande, hueco y con forma de judía (fríjol), que consiste en tres regiones: el cardias, el cuerpo (fundus) y el antro. Los alimentos llegan al estómago desde el esófago y pasan a través de un músculo con forma de anillo (esfínter), que se abre y se cierra. Normalmente el esfínter impide que el contenido gástrico vuelva al esófago.
El estómago sirve como área de almacenamiento para los alimentos, contrayéndose rítmicamente y mezclándolos con las enzimas. Las células que recubren la superficie gástrica secretan tres sustancias importantes: moco, ácido clorhídrico y el precursor de la pepsina (una enzima que fracciona las proteínas). El moco recubre las células del revestimiento del estómago para protegerlas del daño que les podrían causar el ácido y las enzimas. Cualquier alteración de esta capa de moco, debida a una infección por la bacteria Helicobacter pylori, por ejemplo, o al daño provocado por la aspirina, puede causar lesiones como la úlcera de estómago.
El ácido clorhídrico provee el ambiente fuertemente ácido necesario para que la pepsina fraccione las proteínas. La elevada acidez del estómago también actúa como una barrera contra la infección, pues elimina la mayor parte de las bacterias. Los impulsos nerviosos que llegan al estómago estimulan la secreción ácida, la hormona gastrina (secretada por el estómago) y la histamina (sustancia que también libera el estómago).
La pepsina es responsable del fraccionamiento de un 10 por ciento de las proteínas. Es la única enzima que digiere el colágeno, una proteína y uno de los principales componentes de la carne.
Sólo algunas sustancias, como el alcohol y la aspirina, pueden ser absorbidas directamente desde el estómago y sólo en pequeñas cantidades.
Intestino delgado
El estómago libera su contenido (comida) al duodeno, primer segmento del intestino delgado. El alimento entra en el duodeno a través del esfínter pilórico en unas cantidades que el intestino delgado pueda digerir. Cuando éste se llena, el duodeno indica al estómago que detenga el vaciamiento.
El duodeno recibe enzimas del páncreas y bilis del hígado. Estos líquidos llegan al duodeno a través del esfínter de Oddi y contribuyen de forma importante a los procesos de digestión y absorción. El peristaltismo también ayuda a la digestión y a la absorción al revolver los alimentos y mezclarlos con las secreciones intestinales.
Los primeros centímetros del revestimiento duodenal son lisos, pero el resto del revestimiento presenta pliegues, pequeñas proyecciones (vellosidades), e incluso proyecciones aún más pequeñas (microvellosidades). Estas vellosidades y microvellosidades incrementan el área de superficie del revestimiento del duodeno, permitiendo con ello una mayor absorción de nutrientes.
El yeyuno y el íleon forman el resto del intestino delgado, localizado a continuación del duodeno. Esta parte del intestino es la responsable principal de la absorción de grasas y otros nutrientes. La absorción se incrementa en gran medida por la vasta superficie hecha de pliegues, vellosidades y microvellosidades. La pared intestinal está ricamente abastecida de vasos sanguíneos que conducen los nutrientes absorbidos hacia el hígado, a través de la vena porta. La pared intestinal libera moco y agua, que lubrican y disuelven el contenido intestinal, ayudando a disolver los fragmentos digeridos. También se liberan pequeñas cantidades de enzimas que digieren las proteínas, los azúcares y las grasas.
La consistencia del contenido intestinal cambia gradualmente conforme avanza a través del intestino delgado. En el duodeno se secreta agua rápidamente para diluir la acidez del contenido digestivo procedente del estómago. Conforme el contenido o bolo digestivo avanza hacia la porción inferior del intestino delgado, se hace más líquido a medida que van añadiéndose agua, moco, bilis y enzimas pancreáticas.
Páncreas
El páncreas es un órgano que contiene básicamente dos tipos de tejidos: los ácinos que producen las enzimas digestivas y los islotes que secretan hormonas. El páncreas secreta enzimas digestivas al duodeno y hormonas al flujo sanguíneo.
Las enzimas digestivas son liberadas desde las células de los ácinos y llegan al conducto pancreático a través de varios canales. El conducto pancreático principal se une al conducto biliar a nivel del esfínter de Oddi, a través del cual ambos se vacían al duodeno. Las enzimas secretadas por el páncreas digieren las proteínas, los hidratos de carbono
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