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Terrorismo

juancho123prexTesis25 de Mayo de 2015

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Valencia Rodriguez Alan Daniel

5ºB Turno Matutino

27 de noviembre de 2014

Terrorismo

En los últimos tiempos, el fenómeno terrorista se ha convertido en el peor castigo para las sociedades civilizadas y democráticas, en realidad, para la Humanidad en su conjunto. Las acciones terroristas son de lo más variadas pero todas tienen un factor en común: su extrema crueldad. Nadie está a salvo del terrorismo.

Las motivaciones pueden ser ideológicas, políticas, religiosas o económicas, incluso hay grupos terroristas que han manifestado un motivo cultural para justificar sus atentados: el mantenimiento de sus valores dan lugar a las acciones que piensan les definen como grupo primordial y de élite, atentando contra comunidades que consideran indignas de compartir su misma cultura.

Los actos perpetrados suelen ser secuestros, atentados con artefactos explosivos, asesinatos selectivos y en las últimas décadas también masivos o empleando cualquier otro medio que ocasione muerte y destrucción, llegando al fenómeno actual de especialización terrorista si bien con el mismo objetivo en todos los casos: producir el mayor daño posible.

EL TERRORISMO EN LA ANTIGÜEDAD

Egipto: la insurgencia judía

Las primeras menciones de atentados terroristas las pudiéramos tener en el Antiguo Testamento, en la historia de Moisés y sus intentos por huir de Egipto. Tanto si lo que nos narra fue cierto como si no, las plagas que azotaron al País de los faraones pudieron tratarse de un ejercicio continuo de intento desestabilizador de la sociedad egipcia para presionarle con el objetivo de que cediera a las pretensiones de los israelitas

El Libro del Éxodo nos cuenta como Moisés y su hermano Aarón intentan por todos los medios conseguir la libertad para su pueblo asegurándonos, quienes escribieron la Biblia, que fue Jehová el que se puso del lado de Israel como pueblo escogido venciendo a los idólatras egipcios y castigándoles con diez plagas. Si analizamos todo esto lo primero que no nos cuadra es que Dios, que se supone es símbolo de unión de toda la humanidad, sienta debilidad por un pueblo concreto anteponiéndole a los demás convirtiéndose en un ser racista que no acepta que otras comunidades distintas a la judía puedan someterla; evidentemente, lo que sucedió en realidad es que el Estado egipcio era mucho más poderoso que el conjunto de las tribus judías por lo que éstas recurrieron a mitos para sobrellevar mejor esa carga o dignificar su pasado ya que probablemente todas estas historias bíblicas sean invenciones posteriores, se cree elaboradas durante el cautiverio judío en Mesopotamia con la finalidad de crear un pasado glorioso del pueblo de Israel del que se sintieran especialmente orgullosos los judíos, pero la verdad histórica es que no hay ningún rastro de que se produjera ningún éxodo judío en Egipto salvo el papiro Westcar, así llamado porque lo adquirió en 1825 Henry Westcar quién se lo entregaría después al egiptólogo Karl Richard Lepsius; en este papiro se narran cuentos e historias hablando uno de ellos de un mago que separa las aguas, lo que se supone hizo Moisés, en el Mar Rojo pero este documento excepcional data de la época del faraón Keops, en torno a mediados del tercer milenio a.C. cuando Moisés se supone que vivió en el segundo milenio y además lo que narra son historias que se cuentan en la corte para divertimento del faraón y su familia, no hechos históricos. Es probable, por lo tanto, que algún sabio o investigador judío tuviese acceso al papiro Westcar y lo convirtiera en leyenda propia. Sin embargo, hay científicos que han querido de todas maneras demostrar empíricamente, que esas plagas sufridas por el pueblo egipcio, si acaso sucedieron, son explicables sin necesidad de recurrir al castigo divino lanzando dos hipótesis: la explosión del súper volcán de la isla griega Santorini que pudo dar lugar a una serie de fenómenos que provocaran una serie de catástrofes que a falta de una explicación racional, los egipcios o los israelíes entendieron como obra de Dios y la otra hipótesis es un aumento de las algas que causara toda la consecuencia desastrosa de las plagas. el Éxodo nos hablan de lo que pudieran ser las primeras acciones de verdadero bioterrorismo, esto es, la utilización de armas biológicas para desestabilizar una sociedad y fue eso precisamente lo que sucedió en Egipto. Veamos: la primera de las plagas fue que el río Nilo, fuente de vida tanto en el Egipto antiguo como en el actual, se convirtió en sangre. El doctor John Marr, que fue jefe de epidemiología en la ciudad de Nueva York y principal defensor de la hipótesis de la invasión de algas, opina que el color rojizo de estas plantas acuáticas daría la impresión de que el mar y el río se habían vuelto rojos. Por otro lado, la elevada concentración de toxinas provocarían las cuatro siguientes plagas: las ranas que crecían sin control al no haber depredadores que se las comieran debido a las algas y una vez muertas las ranas, en la arena, el gran número de ellas atraería a las moscas (cuarta plaga) entre las que se encontrarían las de los caballos que provocan a su vez muermo en los animales; al contacto con los hombres éstos se contaminarían saliéndole úlceras que sería la explicación de la sexta plaga. El granizo y el fuego aparecerían por la erupción del mencionado volcán de la isla Santorini lo que aconteció en 1627 a.C., época en la que se cree tuvo lugar el Éxodo; fue de tal calibre la explosión volcánica que el polvo expulsado a la atmósfera oscurecería la luz solar durante días lo que ha sido registrado en anillos de la corteza de árboles canadienses y se han descubierto escritos egipcios de la época que describen el evento como una larga noche que duró nueve días. Por lo tanto, tenemos la explicación a estas otras plagas. Las enfermedades pudieron provocar también ceguera temporal lo que explicaría igualmente la oscuridad de la que nos habla la Biblia. Volviendo a las plagas egipcias, los teólogos más conservadores, tanto judíos como cristianos e incluso musulmanes, todos ellos partícipes del Antiguo Testamento, la verdadera Biblia, Libro sagrado para las tres grandes religiones, consideran que no hay explicación científica para las plagas egipcias alegando que la décima plaga demuestra la intervención divina puesto que no existe mecanismo natural alguno que seleccione a los primogénitos para que éstos y no el resto de hermanos mueran con motivo de la última de las plagas, la que supuestamente convenció al faraón de que Dios estaba del lado de los judíos y de que resultaba inútil luchar contra su poder, accediendo a la marcha del pueblo de Israel. En el Antiguo Egipto, los primogénitos tenían derecho a doble consumición de grano, el cual había sido recogido con urgencia debido a lo ocurrido con el volcán. Para evitar que el granizo callera sobre las cosechas y las destruyera, lo que hubiera provocado una gran hambruna, el faraón ordenó su siembra urgente y su almacenamiento el cual se hizo sin tener en cuenta la humedad de los silos y del propio grano enmoheciéndose y cubriéndose de toxinas mortales. Si los primogénitos recibían doble ración de comida podemos entender que murieran antes y en bloque, prácticamente todos al mismo tiempo. quién o quienes redactaron el Libro del Éxodo sabían que todos esos mecanismos biológicos pueden dar lugar a una gran mortandad lo que convierte al Éxodo en el primer manual de la Historia para bioterroristas: se explica cómo contaminar el agua, el ganado y las cosechas y con ello la alimentación de toda una población provocando su ruina. Desde luego, si las plagas sucedieron realmente, entendería por qué el Faraón actuó como lo hizo ya que dudo que creyera el argumento de un Dios de Israel castigando al pueblo egipcio por no favorecer a los israelitas; tanto entonces como ahora, la creencia en mitos y dioses ha sido una herramienta de coacción antes que un ejercicio sincero de espiritualidad. Los faraones llevaban a cabo rituales con los que hacían creer a sus súbditos que eran inmortales y que se reencarnaban en un faraón nuevo, que en realidad era su hijo primogénito. A este acto lo llamaban ritual “sed” y consistía básicamente en mostrarse a la población en medio de una parafernalia de fiesta y júbilo con alta dosis de misticismo, desapareciendo por un instante el faraón viejo para acto seguido aparecer su hijo pero dando a entender que es el faraón padre rejuvenecido. Con semejantes maniobras para mostrar a la población que el faraón era un dios vivo, nos damos cuenta de que los monarcas egipcios no creían en dioses ni mitologías sino que ellos mismos habían creado una religión que les separara del pueblo otorgándoles un carácter divino que les justificara como soberanos. Por esta misma razón, desconfiaban de cualquier otra religión y la judía para ellos era tan solo una creencia más, con sus ritos y doctrina pero con la misma finalidad que las otras: desarrollar un sistema de creencias y mitos para que sirvan de escape espiritual del pueblo. Comprendamos entonces que el faraón desconfiara de la intervención divina en el oscuro episodio de las plagas y que más bien pensara que era obra de los judíos que deseaban desestabilizar su Imperio para que les permitiera marcharse o como arma de presión; estaríamos por lo tanto ante el primer grupo terrorista del que haya constancia, aunque no demostrada.

Roma: el conflicto palestino

Egipto coincidió en sus últimos coletazos con Roma en todo su apogeo y si terrorismo es el conjunto de acciones que se llevan a cabo para desestabilizar a un Estado o sociedad mediante el uso de la violencia, durante los 1.200 años de Historia del Imperio romano se

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