Tipos de los átomos

2. a La ciencia incorporó la vieja idea de los átomos poco a poco y, al hacerlo, la modificó según las pruebas disponibles. Uno de los argumentos más fuertes a favor de la constitución atómica de la materia surgió de las proporciones constantes entre elementos en los compuestos. El razonamiento era el siguiente: puesto que los compuestos no se forman caprichosamente, sino de acuerdo con regularidades fijas que podemos conocer, entonces los elementos que se combinan deben tener una estructura profunda de la que surgen las reglas de combinación.

Ahora a finales del siglo XVIII, Joseph Proust (1754-1826), estableció la ley de las proporciones constantes: muestras diferentes de una misma sustancia contienen siempre proporciones idénticas de sus componentes elementales. En 1816 el médico y químico inglés William Prout (1785-1850) tuvo una idea interesante: los átomos de los elementos podrían estar compuestos de partes. Llegó a esta conclusión al establecer proporciones semejantes a las que había establecido Proust pensó que el hidrógeno es la sustancia primera o “materia prima” sobre la cual se edifica toda la química. Esto resulto falso, pero el descubrimiento de los isotopos de un elemento un siglo después vino a aclarar la posición básica del núcleo del hidrógeno en relación con las partículas de los de los átomos de los demás elementos.

Las proporciones descubiertas por Prout se aplican a los isótopos de los elementos, diferentes tipos de los átomos de un único elemento. Fue el inglés Frederick Soddy (1877-1956) quien aclaró esta idea: todos los átomos de un mismo elemento tiene el mismo número de protones, pero a veces tienen diferente número de neutrones. Soddy llamó a estas variedades atómicas isótopos. El nombre indica que en la tabla de elementos los diferentes isótopos de un elemento ocupan un mismo lugar.

John Dalton (1766-1844) en conexión con la ley de las presiones parciales en los gases, según la cual la presión de una mezcla de gases es el resultado de la suma de las presiones delos gases separados que ocupan un volumen equivalente al de la mezcla.

Su aporte principal a la ciencia tiene que ver con los tamaños y pesos relativos de los átomos de los elementos, a partir del hidrógeno, el más liviano de todos.

De moléculas de habla desde Avogadro (1776-1856) y fue otro italiano. Stanislao Cannizzaro (1826-1910) aclaró esta idea tratando de poner orden en la química. Además de diferencias en los símbolos había mas de 20 formas de escribir la fórmula de un mismo compuesto las discrepancias resultaban también de la falta de acuerdo en cuanto a los pesos atómicos de los diferentes elementos.

Para resolver este problema el químico alemán Augustus Kekulé (el que inventó el concepto de valencia) convocó el primer congreso científico en toda la historia, donde Bunsen y Kirchhoff llevaron a cabo sus experimentos en espectroscopia. Cannizzaro llegó al congreso armado con un trabajo en el que usaba la hipótesis de Avogadro para determinar el peso molecular de varios gases.

Fue al presentar su ponencia cuando Cannizzaro enfatizo la necesidad de diferenciar entre átomos y moléculas y así poder llegar a escribir con precisión y consenso las fórmulas de los compuestos químicos.

En la segunda mitad del siglo XIX tiene lugar una serie de acontecimientos que conducen a la investigación en otra dirección, la de las partículas subatómicas, de las cuales la primera que se descubre es el ELECTRÓN.

Cuando William Gilbert, autor de Sobre el Imán (1600) investigó la atracción natural del imán, se fijó también en esta propiedad de atracción adquirida por fricción y la llamó “electricidad” . En le siglo XIX se llegó a la conclusión de que así como la materia se compone de partículas llamadas átomos, así también la electricidad se compone de partículas, que recibieron

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