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Transmisión vertical del vih


Enviado por   •  16 de Agosto de 2018  •  Ensayos  •  3.567 Palabras (15 Páginas)  •  114 Visitas

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Lluvia de ideas:

-Lactancia materna exclusiva.

-Diabetes gestacional.

- Anticonceptivos.

- Embarazo y el VIH.

- Traspaso de VIH al feto.

- Infertilidad de la mujer.

- Maltrato Obstétrico.

TRANSMISIÓN DEL VIH durante la gestación y los primeros meses de vida

Párrafo introductorio

El VIH es una enfermedad que, al ser detectada a tiempo, puede ser controlada, y de este modo no pasar a ser SIDA.  Es importante aclarar que el VIH no es lo mismo que el SIDA, el virus de la inmunodeficiencia humana es un retrovirus que ataca al sistema inmune de la persona que lo posee, específicamente, actúa interviniendo con la capacidad del cuerpo para combatir infecciones; destruye los linfocitos CD4 (células sanguíneas parte del sistema inmune), que son los encargados de producir anticuerpos para combatir contra las infecciones de los agentes externos. Por otra parte, poseer VIH significa tener el virus en el organismo multiplicándose, lo que hace que el sistema inmunológico se debilite. 

El SIDA (síndrome de la inmunodeficiencia adquirida), es el conjunto de manifestaciones clínicas que aparecen cuando la inmunodeficiencia que provocó el VIH, se vuelve más grave, por lo que el sistema inmune no logra defender al organismo.

 En esta etapa, la vida del paciente se ve amenazada por las llamadas neoplasias, que son una alteración de la proliferación de las células y, en algunas ocasiones, también afecta la diferenciación celular, esto se manifiesta por la formación de una masa o tumor que puede ser maligno o benigno, o por enfermedades oportunistas, que corresponden a la aparición de infecciones que causan mayor gravedad en personas que poseen un sistema inmune débil, en contraste con un sistema inmune sano.

Las personas que padecen de SIDA, son propensas a contraer este tipo de infecciones, debido a que su sistema inmunológico se encuentra debilitado a causa de la misma enfermedad, como también por los tratamientos asociados a ésta.

El VIH/SIDA afecta cada vez más a las mujeres, lo que aumenta la posibilidad de transmisión perinatal. Sin embargo, si la enfermedad es detectada y tratada a tiempo, el riesgo de contagio disminuye, o bien, se evita en su totalidad.

Esto es posible gracias a los exámenes que existen hoy en día para detectar la presencia de anticuerpos contra el virus del VIH, permitiendo así el temprano tratamiento de la embarazada para evitar de este modo la transmisión del virus durante el embarazo y el parto al recién nacido, o posteriormente en el puerperio, a través de la lactancia materna.

De esta manera, y contrario a lo que la mayoría cree, es posible disminuir en su mayoría el porcentaje de recién nacidos que padecen esta enfermedad debido a que durante el parto la madre se la ha transmitido, como también es probable que una embarazada que padece de VIH pueda tener un hijo sano, siempre y cuando se siga un riguroso cuidado y tratamiento antes, durante y después del embarazo.

Existen diversos mecanismos de transmisión del virus al recién nacido, algunos de éstos son:

  1. Transmisión intra-parto. Representa entre 40 y 80% de los casos y es causada por el contacto fetal con la sangre y el líquido amniótico.
  2. Transmisión in útero. Ocasionalmente se ha identificado VIH en el tejido fetal a la octava semana de gestación. Es responsable del 10% al 25% de los casos.
  3. Transmisión a través de la leche materna. La lactancia materna es el mecanismo de transmisión en 14% a 30% de los casos.

 La provisión de cuidados prenatales y atención integral para VIH, que incluye el acceso a la terapia anti-retroviral actual, es difícil y costosa. Para que las embarazadas puedan tener acceso a esta provisión, se necesita de la coordinación de los servicios de salud pública y clínicos (obstétricos y pediátricos); monitoreo intensivo de la replicación viral (, prueba diagnóstica para VIH, que incluye la prueba de tamizaje con Elisa y la confirmación con Western Blot), y consejería, educación y soporte social. Un tratamiento óptimo e intensivo para la infección materna con VIH puede reducir la probabilidad de transmisión madre-hijo de VIH, lo cual es beneficioso tanto para la madre e hijo como para el país, debido al costo que genera que haya más gente que padezca ésta enfermedad dentro del mismo.

Cuando la embarazada es diagnosticada, se debe seguir una serie de pasos para evitar la transmisión del virus al feto. En primera instancia se debe recomendar la terapia anti-retroviral para evitar que la enfermedad siga curso normal, tomando en cuenta los cambios que se producen en la mujer durante el embarazo, como por ejemplo: el tránsito gastrointestinal aumentado; el incremento del agua y la grasa corporal, del gasto cardíaco, la ventilación respiratoria, el flujo renal y hepático y de la reabsorción de sodio renal; la disminución de las proteínas plasmáticas y el cambio en las vías metabólicas; también, el transporte placentario de los medicamentos, la biotransformación placentaria y la excreción fetal.

Debe tenerse en cuenta que la terapia triple anti-retroviral permite disminuir la carga viral, la transmisión madre-hijo a menos de 2% y la aparición de resistencia; en lo posible, se debe usar zidovudina (ZDV) como fue establecido por el estudio Pediatrics AIDS Clinical Trials Group 076 (PACTG), no sólo por sus efectos en la reducción de la carga viral si no por sus resultados en la prevención de la transmisión madre hijo.

Por otra parte, se debe informar y advertir acerca de la importancia que tiene el realizar una cesárea al momento del nacimiento del niño/a, ya que de este modo se evita el contacto del recién nacido con la sangre infectada de la madre. Paralelo a esto, se deben realizar periódicamente exámenes de sangre a la embarazada para conocer los niveles de presencia de ARN retroviral. Es importante mencionar que estos exámenes se realizan durante todo el embarazo y luego del parto, para asegurarse de que la transmisión del virus al recién nacido no se produzca.

De este modo y para evitar otra posible fuente de contagio, la madre no debe dar leche materna al recién nacido, ya que esto implicaría la transmisión del virus al instante. Por esta razón se debe dejar indicado el tipo de fórmula de leche preparada para poder alimentar al recién nacido, según sus requerimientos.

BIBLIOGRAFÍA:

Fonseca, C., Prieto, F. (2005) Manejo de la infección materna con VIH y del recién nacido expuesto. Revista Colombiana de Obstetricia y Ginecología Vol. 56 No.1, pp. 68-81. Disponible en: http://www.scielo.org.co/pdf/rcog/v56n1/v56n1a08.pdf

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