Unidad 1 Revision De La Anatomia Y Fisiologia Pulmonia
alejadra.bau10 de Marzo de 2014
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UNIDAD 1: REVISIÓN DE LA ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA PULMONAR
A. El sistema respiratorio.
Una persona puede vivir por varias semanas sin alimento y varios días sin agua, pero solamente
unos pocos minutos sin oxígeno. Cada célula en el cuerpo necesita un suministro continuo de
oxígeno para producir energía y crecer, repararse o reconstituirse, así como para mantener las
funciones vitales. El oxígeno debe estar disponible para las células de manera que ellas lo
puedan utilizar. Deber ser incorporado dentro del cuerpo como aire purificado, enfriado o
calentado, humidificado y entregado en las cantidades adecuada.
El sistema respiratorio es el vínculo para esta fuente vital de oxígeno. Incluye el diafragma y los
músculos del tórax, la nariz y la boca, la faringe y la tráquea, el árbol bronquial y los pulmones.
Cada uno de estos elementos será tratado más adelante. (Véase figura 1-1. El sistema
respiratorio). También se encuentran involucrados el torrente sanguíneo, el corazón y el
cerebro. El torrente sanguíneo capta el oxígeno de los pulmones para distribuirlo al resto del
cuerpo y regresa el dióxido de carbono hacia ellos para su remoción. El corazón crea la fuerza
para desplazar la sangre a la presión y velocidad adecuada a través de todo el cuerpo. El fino
funcionamiento del sistema completo es regulado por el cerebro y el sistema nervioso autónomo.
Una persona en reposo respira alrededor de 6 litros de aire por minuto. El ejercicio intenso puede
incrementar esta cantidad hasta cerca de 75 litros por minuto (3). Durante un período de trabajo
de 8 horas, con actividad moderada, la cantidad de aire respirado puede estar alrededor de los 8.5
m
3
(300 pies cúbicos). Habitualmente se piensa que la piel, con su área de superficie de 1.9 m2
(20 pies cuadrados), presenta la mayor exposición al aire que cualquier otra parte del cuerpo. Sin
embargo, son en realidad los pulmones quienes tienen la máxima exposición, con un área de
superficie expuesta al aire de 28 m2
(300 pies cuadrados) durante la fase de reposo, y de hasta 93
m
2
(1,000 pies cuadrados) durante una respiración profunda (4).
El sistema respiratorio es susceptible al daño causado por materiales tóxicos inhalados e
irritantes, debido a que el área de superficie de los pulmones expuesta al aire es sumamente
grande y a que el cuerpo tiene una gran necesidad de recibir oxígeno. La capacidad del sistema
respiratorio de funcionar de manera apropiada tiene un gran impacto en el organismo. Las
enfermedades de cada una de sus partes pueden conducir a una enfermedad o dañar otros
órganos vitales. Por ejemplo, la enfermedad pulmonar ocupacional puede llevar a una
cardiopatía . UNIDAD 1: REVISIÓN DE LA ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA PULMONAR
A. El sistema respiratorio.
Una persona puede vivir por varias semanas sin alimento y varios días sin agua, pero solamente
unos pocos minutos sin oxígeno. Cada célula en el cuerpo necesita un suministro continuo de
oxígeno para producir energía y crecer, repararse o reconstituirse, así como para mantener las
funciones vitales. El oxígeno debe estar disponible para las células de manera que ellas lo
puedan utilizar. Deber ser incorporado dentro del cuerpo como aire purificado, enfriado o
calentado, humidificado y entregado en las cantidades adecuada.
El sistema respiratorio es el vínculo para esta fuente vital de oxígeno. Incluye el diafragma y los
músculos del tórax, la nariz y la boca, la faringe y la tráquea, el árbol bronquial y los pulmones.
Cada uno de estos elementos será tratado más adelante. (Véase figura 1-1. El sistema
respiratorio). También se encuentran involucrados el torrente sanguíneo, el corazón y el
cerebro. El torrente sanguíneo capta el oxígeno de los pulmones para distribuirlo al resto del
cuerpo y regresa el dióxido de carbono hacia ellos para su remoción. El corazón crea la fuerza
para desplazar la sangre a la presión y velocidad adecuada a través de todo el cuerpo. El fino
funcionamiento del sistema completo es regulado por el cerebro y el sistema nervioso autónomo.
Una persona en reposo respira alrededor de 6 litros de aire por minuto. El ejercicio intenso puede
incrementar esta cantidad hasta cerca de 75 litros por minuto (3). Durante un período de trabajo
de 8 horas, con actividad moderada, la cantidad de aire respirado puede estar alrededor de los 8.5
m
3
(300 pies cúbicos). Habitualmente se piensa que la piel, con su área de superficie de 1.9 m2
(20 pies cuadrados), presenta la mayor exposición al aire que cualquier otra parte del cuerpo. Sin
embargo, son en realidad los pulmones quienes tienen la máxima exposición, con un área de
superficie expuesta al aire de 28 m2
(300 pies cuadrados) durante la fase de reposo, y de hasta 93
m
2
(1,000 pies cuadrados) durante una respiración profunda (4).
El sistema respiratorio es susceptible al daño causado por materiales tóxicos inhalados e
irritantes, debido a que el área de superficie de los pulmones expuesta al aire es sumamente
grande y a que el cuerpo tiene una gran necesidad de recibir oxígeno. La capacidad del sistema
enfermedades de cada una de sus partes pueden conducir a una enfermedad o dañar otros
órganos vitales. Por ejemplo, la enfermedad pulmonar ocupacional puede llevar a una
cardiopatía. B. Mecanismo de la respiración
El aire que contiene el oxígeno entra al cuerpo a través de la nariz y la boca. De ahí, atraviesa la
faringe o garganta en su camino hacia la tráquea. La tráquea se divide en dos vías aéreas
principales llamadas bronquios, los cuales llegan a los pulmones; uno al pulmón derecho y otro
al pulmón izquierdo. Los bronquios se subdividen o se ramifican en varias ocasiones formando
bronquios más pequeños, quienes a su vez se vuelven a ramificar en varias ocasiones formando
bronquiolos. Estos bronquios y bronquiolos se denominan el árbol bronquial debido a que las
subdivisiones o ramificaciones que sufren se parecen a las ramificaciones de un árbol, sólo que
en una posición inversa. Después de alrededor de 23 divisiones, los bronquiolos terminan en los
conductos alveolares. Al final de cada conducto alveolar, se encuentran cúmulos de alvéolos
(sacos alveolares). El oxígeno transportado a través del sistema respiratorio es finalmente
transportado al torrente sanguíneo a nivel de los alvéolos (Véase figura 1-2. Diagrama
esquemático de la vía aérea).
La tráquea, los bronquios principales y aproximadamente la primera docena de divisiones de los
bronquios más pequeños tienen ya sea anillos o placas de cartílago en sus paredes que les evitan
colapsarse o que bloqueen el flujo de aire. El resto de los bronquiolos y los alvéolos no tienen
cartílagos y son muy elásticos. Esto permite que respondan a cambios en la presión conforme los
pulmones se expanden y se contraen.
Los vasos sanguíneos del sistema de la arteria pulmonar acompañan a los bronquios y a los
bronquiolos. Estos vasos sanguíneos también se ramifican en unidades cada vez más pequeñas
hasta terminar en capilares, los cuales se encuentran en contacto directo con los alvéolos. El
intercambio gaseoso sucede a través de esta membrana alveolar-capilar cuando el oxígeno se
desplaza hacia adentro y el dióxido se desplaza hacia fuera del torrente sanguíneo (Véase figura
1-3. Imagen ampliada de los alvéolos y los capilares). Aunque los 300 millones de alvéolos
que se encuentran en el pulmón son microscópicos, representan en su conjunto un área de
superficie equivalente a las dimensiones de una cancha de tenis (6).
La capacidad de difusión mide la facilidad con la cual el intercambio gaseoso se lleva a cabo
entre los alvéolos y los capilares. Ciertas enfermedades pulmonares que afectan a los alvéolos y
a la pared de los capilares, pueden interferir con la difusión y reducir la cantidad de oxígeno que
llega al torrente sanguíneo. La espirometría no mide la capacidad de difusión, sin embargo, esta
se puede medir con una prueba de laboratorio donde se utiliza un instrumento con un costo
aproximado entre $20,000 y $40,000.
Este movimiento de aire hacia adentro y hacia fuera es lo que denominamos ventilación. La
contracción de los músculos inspiratorios (el principal músculo inspiratorio es el diafragma)
hace que se expanda la cavidad torácica, generando una presión negativa. El flujo de aire
resultante que se dirige hacia los pulmones se denomina inspiración. Durante una inspiración
máxima, el diafragma se contrae forzando al contenido dentro del abdomen a desplazarse hacia
abajo y hacia fuera (Véase figura 1-1). También intervienen los músculos intercostales externos,
que se encuentran entre las costillas. Estos músculos se contraen y elevan a las costillas durante
la inspiración, incrementando de esa manera el diámetro de la cavidad torácica. Además de estos
músculos,
...