VIRUS EN AVIACION:ALGUNAS CUESTIONES Y PROBLEMAS

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VIRUS EN AVIACION:ALGUNAS CUESTIONES Y PROBLEMAS

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Un virus biológico se puede entender como un ser vivo. Ya que si analizamos a fondo la definición de ser vivo, podemos considerar que un ser vivo: nace, crece, se reproduce (ya sea que necesite de otro individuo para realizar la reproducción o lo haga por si solo) y por ultimo muere, pero sí comparamos esto con la existencia de un virus: nace por si solo y muere por intención propia de multiplicarse para seguir infectando otros seres vivos, pero para realizar la tarea de multiplicarse necesita de la ayuda de una célula huésped. Esto convierte a este individuo en un “parasito”. El virus biológico tiene tres clases de clasificaciones según la célula que infectan que son: virus animal, virus vegetal y virus bacteriano. Esto nos da a entender que por ejemplo, un virus bacteriano jamás va a infectar una célula animal o una vegetal. Esto se debe a que cada virus tiene moléculas especiales que le ayudan a identificar las células diana o huésped.

Los virus han generado diferentes pandemias (propagación mundial de una nueva enfermedad) a lo largo del tiempo. Por ejemplo se estima que entre 1918 y 1920 murieron alrededor de 50 y 100 millones de personas debido a la llamada “gripe española”, en ese tiempo se estableció que esta pandemia aniquilo alrededor del 3% y el 6% de la población mundial, esta gripe se propago a finales de la primera guerra mundial, cuando los gobiernos ya no solo luchaban con otros países sino que también con enfermedades que en ese tiempo estas tenían síntomas comunes de pestes fáciles de tratar pero que terminaron dando de baja a muchas personas.

Un virus puede generar una simple gripe también puede generar una enfermedad mortal. Y en ese orden de ideas, las personas desarrollan métodos para evitar infectarse con estos agentes parásitos que pueden llegar a producir la muerte. Así como un virus puede transmitirse por vías aéreas (estornudando o hablando con alguien infectado muy cerca), también se puede transmitir con el tacto. Analizando estos dos tipos de transmisión podemos deducir que una de las maneras más fáciles de contagiarse seria en un avión, teniendo en cuenta que en un avión comercial de poco tamaño se puede llegar a convivir como mínimo con 107 personas, todas estas respirando simultáneamente, puede haber una persona infectada con cualquier virus, esta persona puede estornudar o toser y no cubrirse, o que pueda ir al baño a sonarse, al final no realizar la limpieza de las manos correctamente y en el trayecto tenga contacto con las sillas, de esta manera esparcir el virus dentro de la aeronave. De esta manera se puede cuestionar, sí las medidas de prevención aeronáuticas pueden ser de ayuda frente a una infección dentro de la aeronave y si estas son de ayuda frente a una propagación en el aeropuerto.

Así como afirma El Dr. Elmer Huerta “el mundo es un pañuelo y las infecciones ahora viajan en avión”. (2014, En línea). Se puede concluir que las personas son una herramienta de transporte de virus hacia todo el mundo. Esta afirmación se puede sostener con la siguiente reflexión que hace El Dr. Elmer Huerta (2014, En línea):

Veamos la historia de los dos casos de infección con el virus MERS-CoV que se ha detectado en los Estados Unidos. El primero ocurrió en un trabajador de la salud que trabajaba en Arabia Saudí. Para regresar a visitar a su familia en Estados Unidos, voló de Arabia Saudita a Londres y de allí a Chicago, lugar desde donde viajó en un ómnibus a Indiana. El segundo caso ocurrió con otro trabajador de la salud que viajó de Arabia Saudí a Londres y de allí hizo escalas en Boston, Atlanta y Tampa, antes de llegar a su casa.

Y de la misma manera que estas personas se infectaron en el trayecto hacia sus hogares, pudieron infectar a otras personas y, de igual manera las demás personas infectadas también pudieron infectar a otras y así sucesivamente.

 Contribuyendo a esto, La Organización De Aviación Civil Internacional (OACI) realizo un estudio en donde “sembraron” dos tipos de bacterias en varios lugares de un avión: apoyabrazos, asientos, bolsas para revistas, mesitas para comer, en la ventana y en la manija del toilette del baño. Los resultados indicaron que el “Estafilococo aureus” resistente a la meticilina (MRSA) vivió hasta por 7 días en el apoyabrazos, más tiempo que en la manija del toilette en el baño.

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