ÉTICA DE LA CIENCIA (Un Primer Análisis)

ÉTICA DE LA CIENCIA

(VÍCTOR MARTÍN)

(UN PRIMER ANÁLISIS)

Autora: Lisbet C Bracho A

Algunos aspectos preliminares:

ÉTICA DE LA CIENCIA, es un artículo cuya autoría pertenece a Víctor Rafael Martín Fiorino quien es Licenciado en Filosofía, Máster en Filosofía y Doctor en Filosofía. Con una Especialización en Ética Aplicada. Algunos cursos realizados: Ética y Filosofía, Ética y Filosofía Práctica, Ética y Filosofía Política. También, tiene un Postdoctorado en Ética Aplicada. Martín Fiorino es profesor titular de la Universidad del Zulia. Además, ha ejercido profesionalmente en la Universidad Rafael Belloso Chacin y en el Instituto Di Studi Latinoamericana (Pagani-Italia). Igualmente, es Profesor de Postgrado en Ética de Organizaciones en las universidades de Roma III, Génova y Nápoles.

A manera de introducción:

La ciencia tiene que ver con la actividad investigadora a través de la cual se procura la adquisición de nuevos conocimientos sobre la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. La ética es una ciencia que involucra la moral, que es decir, la regulación de la conducta, de los hombres en todas las esferas de la vida social. Plantea Víctor Martín, en su artículo Ética de la Ciencia, que en los últimos cuarenta años (incluidas las tres décadas finales del siglo XX y la primera del XXI), el desarrollo científico y tecnológico ocurrido, tomando en cuenta la profundidad y lo vertiginoso de dicho desarrollo, ha impactado en las nuevas formas de actuar, proceder, conocer y valorar de los seres humanos tanto a nivel individual como colectivo-social.

La dimensión de ese desarrollo científico y tecnológico se evidencia según el autor, en los logros alcanzados por la ciencia, a una escala que abarca de lo micro a lo macro, es decir, desde el análisis del ser humano como un mundo completo en sí mismo, un universo a nivel micro, hasta el conocimiento del cosmos o del universo completo, sin involucrar al ser humano en ese conocimiento. Habidas cuentas del gran papel que juega la informática y el mundo de las comunicaciones.

A decir del filosofo que en estos momentos intentamos interpretar; el otro ámbito que permite probar la dimensión tecnocientífica de la que ya se hablaba, tiene que ver con la forma como abarca o invade la totalidad de los aspectos de la vida de los individuos y las sociedades ya que todo, a su vez, esta intervenido por la ciencia y la tecnología, diseñando incluso las formas de actuar, de conocer, de valorar. Es decir, condicionando desde lo técnico-científico, una ética. Dentro de este contexto de ideas, se desarrollan a continuación algunas líneas a través de la cuales pretendemos acercarnos a un primer análisis del artículo ya nombrado.

Ética de la Ciencia

El conocimiento, que es ciencia, aun cuando al parecer debiera estar orientado a resolver los grandes problemas que afronta la humanidad en los actuales momentos y que a la vez son prioridad para ésta, entendiéndose como tales: la pobreza extrema, las situaciones de injusticia y de inequidad social, la guerra, la violencia, la exclusión social, la existencia de enfermedades que se creían anuladas, el desabastecimiento de alimentos casi a nivel planetario, entre otros; no se observa encaminado a dar respuestas. Siendo así, pudiera considerarse que tampoco se logra apreciar si está encausado a dar o no, contestación al concepto de “prioridad ética”, pues, aun no se resuelven los problemas más graves que afrontan los seres humanos.

Por otro lado, la ciencia y la tecnología, han tenido (durante su devenir histórico), una calificación de todopoderosa pero, sin poder para resolver los problemas de la humanidad. Ésta aparente inconsistencia, hace repensar en los valores éticos presentes al momento de abordar los problemas. Tal realidad, en los términos que ahora se expresa, se convierte en un nuevo desafío para la inteligencia humana como inteligencia de vida, es decir, un desafío para esa acción que se expresa en la capacidad para escalar hacia mejores y elevados niveles de la calidad de vida en forma colectiva.

Este tránsito de la inteligencia humana hacia una inteligencia de vida para elevar la calidad de la misma y con ello, de los colectivos sociales se traduce según Víctor Martín, en un nuevo y elevado nivel de reflexión, por lo que un conocimiento científico de vanguardia ante: (a) la imperiosa necesidad de dar respuestas, (b) la urgencia de contribuir con los profundos cambios que urgentemente requiere

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