Calidad de agua y suelos

[pic 1]UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ.

FACULTAD DE ACUICULTURA Y CIENCIAS DEL MAR.

ESCUELA DE ACUICULTURA Y PESQUERÍA.

CALIDAD DE AGUA Y SUELOS.

PROFESOR:

Lcdo.  Panta Vélez Rodolfo Patricio.

REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA:

ESTADO ACTUAL DE LA PESCA Y ACUICULTURA 2022.

ALUMNO:

LUIS DANIEL MONCAYO FALCONES.

CUARTO SEMESTRE PARALELO B

17/05/2023.

INTRODUCCIÓN.

La pesca es una actividad que ha desempeñado un papel importante en la alimentación y la economía de muchas comunidades alrededor del mundo durante siglos. Sin embargo, en las últimas décadas, la pesca intensiva, la pesca ilegal y la pesca no sostenible han llevado a la disminución de las poblaciones de peces en muchos océanos y cuerpos de agua.

Por otro lado, la acuicultura, que es la cría de organismos acuáticos en ambientes controlados, ha experimentado un crecimiento significativo en las últimas décadas. La acuicultura puede incluir la cría de peces, moluscos, crustáceos y algas, entre otros. Se ha convertido en una importante fuente de alimentos y empleo en muchos países, y se espera que su contribución a la producción global de alimentos siga aumentando en el futuro.

La sostenibilidad es un tema crucial en la pesca y la acuicultura. La sobreexplotación de los recursos pesqueros, la degradación del hábitat y los efectos del cambio climático plantean desafíos significativos para la conservación y el manejo adecuado de los ecosistemas acuáticos. Es importante implementar medidas de gestión adecuadas, como la aplicación de cuotas de pesca, el establecimiento de áreas marinas protegidas y la promoción de prácticas de acuicultura sostenible.

Además de los aspectos ambientales, la pesca y la acuicultura también tienen impactos socioeconómicos. La pesca es una fuente importante de empleo e ingresos para muchas comunidades costeras y rurales. Sin embargo, los desafíos mencionados anteriormente, así como la competencia por el acceso a los recursos pesqueros y los derechos de pesca, plantean desafíos para la equidad y el desarrollo sostenible en estas comunidades.

La pesca y la acuicultura son sectores importantes para la seguridad alimentaria, la economía y la conservación de los recursos acuáticos. Sin embargo, se enfrentan a desafíos significativos en términos de sostenibilidad y manejo adecuado de los ecosistemas acuáticos. La implementación de prácticas de pesca y acuicultura sostenibles, junto con la colaboración internacional y la aplicación de políticas y regulaciones adecuadas, son cruciales para garantizar la salud a largo plazo de los océanos y cuerpos.

OBJETIVO GENERAL.

• Conocer sobre el estado actual de la pesca y acuicultura 2022.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS.

• Tener un amplio entendimiento referente al tema investigado.
• Conocer los beneficios que deja la pesca y acuicultura al planeta y nosotros los habitantes.

RESULTADOS.

LA PESCA Y LA ACUICULTURA MUNDIALES DE UN VISTAZO.

La producción mundial de animales acuáticos se estimó en 178 millones de toneladas en 2020, lo que supone un ligero descenso en comparación con el récord histórico de 179 millones de toneladas registrado en 2018. La pesca de captura contribuyó con 90 millones de toneladas (el 51 %) y la acuicultura con 88 millones de toneladas (el 49 %). De la producción total, el 63 % (112 millones de toneladas) se capturó o recolectó en aguas marinas (el 70 % procedente de la pesca de captura y el 30 % de la acuicultura) y el 37 % (66 millones de toneladas), en aguas continentales (el 83 % procedente de la acuicultura y el 17 % de la pesca de captura). El valor total de la primera venta de la producción mundial se estimó en 406 000 millones de USD, que incluían 141 000 millones de USD correspondientes a la pesca de captura y 265 000 millones de USD correspondientes a la acuicultura. Además de la producción de animales acuáticos, en 2020 se produjeron 36 millones de toneladas (peso en fresco) de algas3, de las cuales el 97 % procedían de la acuicultura, principalmente marina.

De la producción total de animales acuáticos, más de 157 millones de toneladas (el 89 %) se emplearon para consumo humano. Los 20 millones de toneladas restantes se destinaron a usos no alimentarios, principalmente para la producción de harina y aceite de pescado (16 millones de toneladas o el 81 %).

El consumo aparente3 mundial de alimentos acuáticos3 aumentó a un ritmo medio anual del 3,0 % entre 1961 y 2019, un ritmo equivalente a casi el doble del ritmo de crecimiento demográfico mundial anual (1,6 %) correspondiente al mismo período. El consumo per cápita de alimentos acuáticos de origen animal aumentó en torno a un 1,4 % al año, de los 9,0 kg (equivalente en peso vivo) registrados en 1961 a los 20,5 kg en 2019. Los datos preliminares para 2020 apuntan a un descenso leve hasta los 20,2 kg. En ese mismo año, la acuicultura representó el 56 % de la cantidad de alimentos acuáticos de orígenes animales producidos y disponibles para el consumo humano. Durante los últimos decenios, el consumo per cápita de alimentos acuáticos se ha visto influenciado en gran medida por el incremento de los suministros, el cambio en las preferencias de los consumidores, los avances en la tecnología y el aumento de los ingresos.

PRODUCCIÓN PESQUERA Y ACUÍCOLA TOTAL.

La producción pesquera y acuícola total (excluidas las algas) se ha incrementado significativamente en los últimos siete decenios, pasando de 19 millones de toneladas (equivalente en peso vivo) en 1950 a un récord histórico de unos 179 millones de toneladas en 2018, con un ritmo de crecimiento anual del 3,3 %. A continuación, la producción descendió ligeramente en 2019 (caída del 1 % en comparación con 2018) para incrementarse luego apenas un 0,2 % hasta alcanzar los 178 millones de  toneladas en 2020.

El valor total de primera venta de la producción pesquera y acuícola de animales acuáticos en 2020 se estimó en 406 000 millones de USD, de los cuales 265 000 millones de USD procedían de la producción acuícola.

El estancamiento experimentado en los últimos dos años se debe principalmente a un ligero descenso de la pesca de captura, que descendió un 4,5 % en 2019 en comparación con el máximo de 96 millones de toneladas registrado en 2018 y, después, otro 2,1 % en 2020. Este descenso se debió a diversos factores, en particular la fluctuación de las capturas de especies pelágicas, en particular de la anchoveta, la reciente reducción de las capturas de China y las repercusiones de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) en el sector en 2020.

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