Competencias para la vida rural
Enviado por Cristian Salazar • 6 de Septiembre de 2023 • Ensayos • 1.237 Palabras (5 Páginas) • 75 Visitas
Competencias para la vida rural
Algunos datos sobre las competencias brindadas a los jóvenes rurales Colombianos desde la escuela
En el ámbito escolar colombiano las competencias básicas y ciudadanas dadas desde la escuela rural, dentro del lineamiento del Ministerio de Educación se ha comprendido como el "conjunto de conocimientos, actitudes, disposiciones y habilidades (cognitivas, socio afectivas y comunicativas), relacionadas entre sí para facilitar el desempeño flexible y con sentido de una actividad en contextos relativamente nuevos y retadores. Por lo tanto, la competencia implica conocer, ser y saber hacer" es la principal finalidad del quehacer educativo, pues éstas son la base sobre las cuales se construyen los aprendizajes que sumen al desarrollo de un conjunto de competencias, cuya complejidad y especialización aumentan en tanto se alcanzan mayores niveles de educación.
Para los jóvenes rurales es bastante difícil acceder y mantenerse en la educación básica, técnica y superior lo que determina que su nivel educativo sea inferior al de los jóvenes urbanos. Las oportunidades de empleo y de desarrollar emprendimientos propios con estas competencias, son escasas, lo que se agrava por la incipiente diversificación económica y la limitada innovación en las áreas rurales, los datos revelan que el 24.5% de los jóvenes rurales ni estudian ni trabajan (NINI).
Casi el 40 por ciento de los jóvenes rurales se encuentra en condición de pobreza, una cifra que es 1,6 veces mayor que la incidencia de la pobreza en jóvenes urbanos (DANE 2014). El porcentaje de jóvenes que se halla en condición de indigencia en las áreas rurales triplica la proporción de la zona urbana (16.7 por ciento vs. 4.8 por ciento, respectivamente). Las brechas son aún más profundas para las mujeres jóvenes rurales y los jóvenes indígenas y afrodescendientes.
La falta de oportunidades laborales más interesantes y lucrativas, la violencia y las enormes carencias en infraestructura, activos sociales y servicios públicos los impulsan a abandonar las zonas rurales. Alrededor del 12 por ciento de los jóvenes rurales migran a la zona urbana, el 55 por ciento de los cuales son mujeres (DANE 2014). Estas últimas emigran en mayor proporción porque cuentan con menores oportunidades laborales y por razones de seguridad personal.
Ahí está la principal barrera, cuando se forma en bases, de competencias que serán útiles para los jóvenes rurales en su formación futura, en niveles superiores dados en la formación tecnológica y profesional, cuando la tasa de deserción en el sistema educativo rural es del 52% (DANE 2014), que se presenta en su mayoría entre los grados de 8 y 9, no logrando culminar su bachillerato, por diversas razones pero principalmente por falta de recursos económicos y porque no encuentran útil lo que aprenden en la escuela, para la vida. La Encuesta de Calidad de vida, (DANE 2016) muestra que las personas que tienen 14 a 18 años, no asisten a un establecimiento educativo y que no han terminado la educación media, dicen no asistir principalmente porque “No le gusta ni le interesa” hacerlo (42.57% entre los que tiene 14 a 16 años y 31.97% entre los que tienen 17 y 18). Apenas el 21% de los jóvenes rurales completa la educación media, y tan solo el 6% continúa con educación superior.
Para los que siguen en la escuela rural, su formación se basa en una mirada urbana sin adaptación a lo rural o, en el mejor de los casos, en estereotipos forzados de los jóvenes rurales.
Competencias Laborales en la ruralidad
En la mayoría de los casos en las escuelas rurales se han generado alianzas con instituciones de formación para el trabajo como el SENA donde para los estudiantes es poco significativa debido a que la diversidad de la oferta del Sena es muy limitada lo que hace que los estudiantes se vean obligados a escoger carreras técnicas que no son de su preferencia y van encaminadas a generar competencias laborales.
Varias organizaciones especializadas en el tema definen las competencias laborales con diferentes palabras y cada uno a su manera, pero casi todos coinciden en que las competencias laborales corresponden a las habilidades, las actitudes y los conocimientos que necesita tener una persona para ocupar un cargo en una organización y desempeñar exitosamente las funciones que le sean asignadas, competencias que están diseñadas para mejorar la empleabilidad y que requieren supervisión.
Se observó, que los estudiantes prefieren estudiar programas administrativos o del sector servicios o manufactura y no relacionado con el campo, ya que la oferta en temas rurales presenta en su mayoría temas en formación como operarios agropecuarios generando solo competencias laborales que van encaminadas a ocupar plazas de empleo, que en este contexto es precaria la inserción de los jóvenes rurales al mercado laboral en agricultura, ganadería y caza. Las mujeres tienen mayores tasas de desempleo, y mientras 8% de los hombres, la proporción es 5 veces superior para las mujeres (42%), los datos revelan que el 24.5% de los jóvenes rurales ni estudian ni trabajan (NINI) (DANE 2014).
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