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Dispositivos pedagógicos e infancia en la modernidad

milu14Trabajo12 de Julio de 2023

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Establecimiento: Instituto Superior Goya

Carrera: Profesorado de Inglés.

Curso: Primer Año

Materia: Pedagogía

Profesora: Bianciotto, Cristina

Turno: Noche[pic 2]

Año: 2023

Grupo N° 6

Integrantes:

  • Barrios, María Cecilia
  • Biancardi, Lourdes María de los Milagros

ÍNDICE

DISPOSITIVOS PEDAGÓGICOS E INFANCIA EN LA MODERNIDAD.

INTRODUCCIÓN

Pág.

3

1. LA NOCIÓN DEL DISPOSITIVO PEDAGÓGICO

4-6

2. INFANCIA Y FORMACIÓN EN LA MODERNIDAD

6-10

3. EL RELATO DE LA FORMACIÓN EN LA MODERNIDAD.

11-16

4. ¿ES POSIBLE PENSAR LA INFANCIA DE OTRO MODO?

16-18

CONCLUSIÓN

    19

BIOGRAFÍA

20-23

ANEXO PREGUNTAS

24

  25

BIBLIOGRAFÍA

INTRODUCCIÓN

En este trabajo de lectura y síntesis vamos a mencionar los temas más relevantes acerca de lo que fueron los dispositivos pedagógicos y cómo fueron cambiando a lo largo de la historia de la educación en Europa y también de qué manera afectaron esos cambios en nuestro país.

También daremos una ligera visión sobre quiénes fueron los filósofos y pedagogos que influyeron con sus teorías de pensamiento y sus contribuciones.

Para todo ello, tomamos como referencia el libro “Pedagogía, Currículo y Subjetividad: entre pasado y futuro.”, que en su capítulo N° 1 habla acerca de estos temas. Además, se obtuvieron biografías de los filósofos de sitios de internet. También se trabajó con diccionarios para la búsqueda de significados de palabras que son específicas de este campo disciplinar.

Finalmente, trataremos de reflexionar acerca de algunos aspectos que están ligados con la noción de dispositivo pedagógico, subjetividad y consideraciones acerca de la infancia, la formación y las formas que debería asumir la escolaridad en la actualidad.

DISPOSITIVOS PEDAGÓGICOS E INFANCIA EN LA MODERNIDAD.

1. LA NOCIÓN DE DISPOSITIVO PEDAGÓGICO.

Para comenzar, podríamos decir, que, dado que el término “dispositivo” cuenta con varias acepciones, en este apartado usaremos el mismo con el sentido de: un conjunto de elementos que articulados y ensamblados de una manera específica, tienden a producir una determinada acción que genera a su vez un determinado resultado. Por lo tanto, si se cambiaran algunos de sus componentes, o si fueran ensamblados de diferente modo o con otros elementos, produciría un resultado diferente. Ahora se nos plantea el interrogante: ¿de qué elementos hablamos, qué efectos producen? Para responder a esta pregunta debemos referirnos a la definición de dispositivo dada por Foucault, en la que lo define como: un conjunto heterogéneo, que implica discursos, instituciones, disposiciones arquitectónicas, decisiones reglamentarias, leyes, medidas administrativas, enunciados científicos, proposiciones filosóficas, morales, filantrópicas, etc. En síntesis, todos ellos, elementos del dispositivo, agregando además que entre ellos existen cambios de posición y modificación de funciones, constituyendo una red que une esos elementos. Si seguimos esta última definición, al hablar de “dispositivo pedagógico” estaríamos refiriéndonos a una multiplicidad de elementos que hacen a la realidad educacional en cada momento y escenario socio-histórico.

En el marco de la obra foucaultiana, esta noción se encuentra íntimamente ligada con la idea de producción de subjetividad; entendiendo a la subjetividad como efecto de la composición de fuerzas, prácticas y relaciones de poder que siempre están en proceso de hacerse y rehacerse.

En síntesis, la noción de “dispositivo pedagógico” refiere a prácticas que suponen el ejercicio del poder, relaciones de lucha, que si bien se materializan y cristalizan en instituciones, ellas siempre pueden ser contestadas y modificadas.

Al decir esto, nos referimos al poder como una constante relación de fuerza a la cual también podemos cuestionar. Por lo tanto, también implica que toda relación social involucra una forma del ejercicio del poder. Así, toda relación humana como también una relación pedagógica, supone el ejercicio del poder.

Acá deberíamos volver a preguntarnos ¿qué componentes están en juego y cuáles son los efectos que se producen? La noción de “dispositivo” también nos remite a formaciones históricas. De modo que las formas que asume un dispositivo pedagógico sólo pueden comprenderse en el seno de determinadas relaciones sociales e históricas.

Así, en torno a la noción de “dispositivo pedagógico” se han formulado una serie de interrogantes que poseen términos históricos pero que además pueden servirnos para interrogarnos sobre nuestro presente, tales como: ¿de qué crisis hablamos cuando nos referimos a la crisis de la escolaridad?, ¿qué aspectos de la escolaridad configurada en el siglo XIX entraron en crisis en la actualidad?, ¿qué nuevos componentes están articulándose en el presente?

En este capítulo, se hace hincapié en a partir de qué problemas se plantea la necesidad de formar a la totalidad de la población infantil y tratar de construir una escuela de masas. Y con cuáles otros fenómenos no necesariamente educativos se ensambla la escolaridad moderna.

Relación entre Dispositivo Pedagógico y Subjetividad.

Todo dispositivo pedagógico supone la producción de subjetividad.

La pregunta ¿cómo llegamos a ser quiénes somos? ha recibido múltiples y diversas respuestas, ya sea en cada sociedad como en las distintas corrientes teóricas, fundadas en una escuela de pensamiento.

Según Rose, la articulación teórica supone identificar los modos en que los seres humanos somos individualizados y direccionados por medio de diversas prácticas. Esto se refiere a la educación, si por ella entendemos las prácticas involucradas en la producción de la subjetividad. De este modo, unos determinados tipos de saber prefiguran unos tipos de subjetividad.

Según Freire, la educación involucra mostrar, disponer un mundo, ingresar al otro al mundo de la cultura. Esto nos enfrenta a la libertad y a la decisión. Por lo tanto, nuestros estudiantes hacen muy diversas cosas con aquello que les enseñamos, no son ni tábulas rasas, ni recipientes vacíos. Por ello, es coherente decir que en la educación se establece una relación de poder, un encuentro de voluntades.

La educación implica prácticas más o menos deliberadas, organizadas en diferentes niveles de sistematicidad, todas concurrentes a la producción de subjetividad. De ser así, toda práctica social en donde dos voluntades se encuentran supone una práctica educativa, pero no toda práctica social fue ni es pensada como educativa. De manera que, al referirnos a prácticas educativas nos referiremos a aquellas que contienen una intención formativa, independientemente de que ésta se realice o no.

En este apartado, más que intentar definir qué es educar, y en consecuencia qué es educación, desde el punto de vista histórico, se tratará de ver cuál es el cometido o qué entendemos por educación en el presente, teniendo en cuenta las prácticas curriculares y la subjetividad pedagógica.

Para ello, veremos los procesos ligados con la configuración del dispositivo pedagógico moderno.

2. INFANCIA Y FORMACIÓN EN LA MODERNIDAD.

Luego de años de lucha y puja social, según Pablo Pineau, la expansión y consolidación de la escuela no se hizo siempre sobre espacios vacíos, se impuso mediante complejas operaciones de negociación con otras formas educativas presentes. Por lo tanto, el triunfo de la escuela implicó la adopción de pautas de escolarización por ciertas prácticas pedagógicas previas o contemporáneas como así también la desaparición de otras.

Cuando nos referimos a la crisis de la escuela, nos referimos a la creación de una de las categorías constitutivas de la escolaridad moderna: la infancia y el relato de su formación.

Reflexionar sobre este proceso constitutivo de la escolaridad nos brinda la posibilidad de:

  1. Comprender con qué lógicas, qué principios, qué resultados de qué luchas se configuraron determinadas instituciones.
  2. Brindar elementos para entender el proceso de crisis y reconfiguración de la escolaridad que en el presente estamos atravesando.
  3. Aceptar que no siempre ha sido así, que no siempre ha habido escuelas, infantes, etc., y, por lo tanto, entender las lógicas que se imprimieron en su producción para así estar en condiciones de idear e imaginar nuevos caminos para la educación.  

Escenarios de la configuración de la infancia y de la escuela moderna.

Hacia el siglo XVI, comienza a distinguirse no sólo los procesos de crisis de la vida feudal sino la emergencia de nuevas formas sociales motivadas entre otros aspectos por la expulsión de la gente del campo, dejándolos sin lugar dónde vivir ni de qué vivir.

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