ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Educación en la diversidad

Alejandro EspinosaTrabajo27 de Marzo de 2023

656 Palabras (3 Páginas)84 Visitas

Página 1 de 3

Silvia Duschatzky (2010) distingue tres formas de enunciación de la alteridad que configuran el encuentro con otros y otras: la otredad como fuente de todo mal, como sujeto de un grupo cultural, como algo que hay que tolerar. Describa cada una de ellas y ejemplifique cómo se manifiestan en las prácticas educativas.

  1. La otredad como fuente de todo mal

Una mirada que niega las diferencias niega la heterogeneidad propia de la sociedad en la cual convivimos continuamente con variedad de culturas, las cuales se distinguen entre sí a través de un conjunto de expresiones que le son propias. Esta mirada niega el principio de apertura y tolerancia entre etnias, lenguas, religiones, valores, cosmovisiones, etc.

Hoy en día el sistema educativo intenta encauzar una normatividad, invisibiliza singularidades y persiste en negar aquello que “irrumpe” cuando exige un solo perfil ideal en el estudiante, centrándose en impartir conocimientos lógico-matemáticos, verbal o lingüístico, dejando de lado otros aspectos y otros tipos de conocimientos en donde se pongan en juego multiplicidad de inteligencias. Gracias a nuevas investigaciones, se ha determinado que las inteligencias no son medible y todas son igual de importantes en el aula. Los profesores deberían estar correctamente capacitados para identificar cuáles son las fortalezas y debilidades de los estudiantes, para así trabajar en ellas, de este modo, los niños ganarían mucho más autoestima y confianza, maximizando su potencial aprendizaje.

2) El/la otro/a como sujeto pleno de un grupo cultural

Implica considerar al otro a la otra en tanto portador o portadora de una marca cultural que lo constituye, y todas las personas que forman parte de ese colectivo viven su pertenencia cultural de la misma forma.

La multiculturalidad en educación cae en esta esencialización de lo diferente, es una instancia superadora que complejiza la mirada en relación al reconocimiento del otro o de la otra como perteneciente a un grupo cultural. Respeto, integración, extranjerización, convivencia, huésped, exotismo, son todas palabras que se pueden atribuir a esta postura.

Esta concepción se manifiesta en las prácticas educativas cuando vemos que un mismo grado conviven niñas y niños que nacieron en otros países como Venezuela, Perú o Bolivia o que sus familiares practican el cristianismo o judaísmo o son gitanos, y en muchos casos hablan y comparten costumbres propias que vivencian en sus casas. Resulta en un entorno enriquecedor para ellos ya que aprenden acerca de otras culturas y también a aceptar diversas formas de vivir y de relacionarse con el entorno.

3) La otredad como algo que debe ser tolerado

La tolerancia en educación genera prácticas que no ponen en discusión aquello que determina la construcción de la otredad. Estas concepciones de alteridad toman cuerpo en la escuela, podemos identificarlas en las prácticas de docentes, estudiantes, familias, directivos, personal auxiliar, en las interacciones que suceden, en los modos de hacer escuela. Es que la escuela no es un lugar sino una construcción desde la acción en el encuentro con otros y otras.

No habrá experiencia subjetiva de aprendizaje, no habrá apropiación significativa ni transformación subjetivante. Habrá homogeneización y heteronormatividad. Así, la diversidad se corre de su lugar de obstáculo - por no categorizar dentro de una mirada prefijada - y se transforma en potencia, en aquello que enriquece las prácticas educativas.

Se manifiesta hoy en día en las prácticas educativas cuando recibimos y le damos la bienvenida a un/a estudiante nuevo/a al curso, sin importar su origen o costumbres, y lo/a integramos al grupo, aprendiendo del enriquecimiento del encuentro y de la posterior convivencia que conlleva desafíos con respecto a la tolerancia y la necesaria puesta de límites, resultando una serie de necesarias normas de convivencia para generar un ambiente armonioso en la construcción de saberes dentro del aula.

 Camilloni (1998) dice que "el propósito principal de la evaluación no se puede lograr si la evaluación no se convierte en autoevaluación tanto para el docente cuanto para el alumno". Justifique esta afirmación de acuerdo a lo desarrollado respecto a la evaluación desde una perspectiva de la diversidad

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (4 Kb) pdf (53 Kb) docx (146 Kb)
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com