Hacia el fortalecimiento de la identidad regional y estatal mediante el rescate de costumbres y tradiciones
BF CalifraEnsayo30 de Julio de 2023
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DIAGNÓSTICO
TEMA: HACIA EL FORTALECIMIENTO DE LA IDENTIDAD REGIONAL Y ESTATAL MEDIANTE EL RESCATE DE COSTUMBRES Y TRADICIONES
febrero 2014.
DIAGNÓSTICO
PRESENTACIÓN
Sin lugar a dudas hoy día nos encontramos insertos en el marco de enormes procesos de globalización indetenibles, cambios y transformaciones que ha sufrido el mundo en las distintas dimensiones sociales, políticas, económicas en materia de ciencia y tecnología y propiamente en la cultura y esto ha traído como consecuencia una nueva forma de relación entre el ser humano y su entorno natural y social.
Es decir, dichos cambios y transformaciones están propiciando la desaparición de pueblos y culturas, de tradiciones y costumbres que caracterizan a tales contextos y regiones en virtud de que la aldea global busca indiscutiblemente la unificación de idea y perspectiva de la vida del mundo.
En contra parte y de forma paralela a tales cambios y transformaciones catastróficas urge la necesidad de buscar y propiciar enfoques, alternativas de trabajo, diseño de planes y programas de estudio que propicien la preservación de tradiciones y costumbres de pueblos y regiones de diversos contextos. Todo ello en aras de buscar la supervivencia y asenso de los pueblos que con sus costumbres, su lengua, su extensión territorial, sus formas de ser y de vivir fortalezcan las potencialidades necesarias para coexistir y desarrollarse de forma funcional y relevante en esta nueva dinámica de globalización mundial.
En este sentido la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO), organismo fundado en noviembre de 1945 que entre sus tantas ocupaciones es la de salvaguardar el patrimonio cultural de los pueblos, impulsando la creatividad, creación y preservación de la identidad de los mismos, haciéndose de manifiesto en su mandato establecido en el año de 2001 el fomento de la diversidad cultural, entendida esta como: una fuerza motriz de desarrollo, no solo en lo que respecta al crecimiento económico, sino como medio de tener una vida intelectual, afectiva, moral y espiritual más enriquecedora.
Asimismo, en la Conferencia General de la UNESCO, en la 33ª reunión, desarrollada en París en octubre 2005, se confirmó que la diversidad cultural es una propiedad esencial de la humanidad y que constituye un patrimonio común que debe valorarse y preservarse en pro de la pervivencia física y cultural de todos. Posteriormente se realizaron otras conferencias destacando el aspecto cultural como uno de los ejes centrales en el desarrollo de toda sociedad.
En esas conferencias se ha decretado a la cultura como el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social. En ella quedan de manifiesto además de las artes, las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias.
Y es precisamente la cultura, la que hace de los hombres seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. Mediante ella, el sujeto es capaz de discernir los valores y en consecuencia realizar acciones, a través de ella los seres humanos se expresan, toman conciencia de sí mismos, se permiten reconocer como un proyecto inacabado, fortalecen o desarrollan su sensibilidad que les permite buscar nuevas significaciones de su vida hasta crear grandes obras que le dan la oportunidad de trascender en su contexto social, lo que se le reconoce como un derecho cultural.
“Los derechos culturales son parte integrante de los derechos humanos, que son universales, indisociables e interdependientes; toda persona tiene derecho a una educación y una formación de calidad que respeten plenamente su identidad cultural; toda persona debe tener la posibilidad de participar en la vida cultural que elija y conformarse a las prácticas de su propia cultura, dentro de los límites que impone el respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales”.
A partir de lo anterior se destaca a la cultura como un aspecto en el desarrollo sostenible de toda nación como se plasma en el Plan de Aplicación Internacional, Decenio de las Naciones Unidas de la educación para el desarrollo sostenible 2005 – 2014; el cual plantea como fundamental, fomentar el apoyo a las prácticas y tradiciones que contribuyan a la sostenibilidad como usar los conocimientos locales y reconocer y trabajar con enfoques de la naturaleza, la sociedad y el mundo que se refiere específicamente a una cultura.
Plantea por lo tanto, la educación a partir de tomar en cuenta las situaciones culturales de manera específica de cada región y aprovechar sus potencialidades en el desarrollo sustentable.
Estas preocupaciones y declaraciones de nivel mundial se observan claramente en los sustentos que rigen la educación en nuestro país, declaradas y constitucionalizadas en el artículo 3º constitucional, donde a pesar de las diversas reformas que ha sufrido, se ha mantenido la esencia de que a través de la educación, los mexicanos valoremos nuestras raíces culturales como aspecto fundamental para lograr un nivel de vida mejor, este interés se destaca en los principios filosóficos de democracia y nacionalidad en donde no solamente se hace alusión a una estructura política, sino a un modo de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultual del pueblo, sustentando los ideales de fraternidad e igualdad de derechos de todos los hombres, para evitar los privilegios de razas, de religión, de grupos, de sexos o de individuos;
De igual manera la Ley General de Educación recoge estos principios en su artículo 7º y marca como un sustento fundamental de la educación el fortalecimiento de la identidad nacional a partir de favorecer el aprecio por la historia, los símbolos patrios y las instituciones nacionales, así como la valoración de las tradiciones y particularidades culturales de las diversas regiones del país; además de promover mediante la enseñanza el conocimiento de la pluralidad lingüística de la Nación y el respeto a los derechos lingüísticos de los pueblos indígenas.
Es menester señalar que el umbral del patrimonio cultural de los pueblos está en nuestros pueblos indígenas, por ello, está decretado en documentos Internacionales como la Carta de la Organización de Estados Americanos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos entre otros, para garantizar los derechos de los pueblos indígenas, registrando éstos como derechos colectivos que son necesarios para la convivencia e identidad de acuerdo a sus tradiciones y costumbres respectivas, lo que conlleva a la protección y difusión del patrimonio cultural.
Culturalmente hablando, México es considerado y visto como uno de los países de América Latina que cuenta con una enorme lista de bienes de orden cultural y natural precisamente avalados por la UNESCO y propiamente declarados como patrimonio de la humanidad, sin dejar de lado además que el país como un contexto nacional cuenta con otros tantos elementos de gran valor cultural y que forman parte de nuestro legado histórico, identidad y costumbres, que han sido demandadas por el respeto de usos, tradiciones y costumbres desde la década de los ochenta por el movimiento indígena en nuestro país donde se tuvo un avance en las políticas específicas para el asunto, desprendiéndose de ahí la promoción y difusión de la rica herencia cultura de los pueblos indígenas que se encuentran plasmados en los diferentes documentos internacionales, nacionales y estatales.
El Estado de Michoacán también conocido como el alma de México es uno de los estados de la república mexicana que presenta una gran diversidad cultural, está inmerso en un eterno ambiente de colorido, festejos, tradiciones y costumbres que forman parte de su cultura. Todo ello logra una fusión demasiado interesante que atrae a propios y extraños, a gente de países extranjeros a las tierras michoacanas a visitar y conocer los enigmáticos rincones de antiguas y trascendentales costumbres michoacanas.
Este bello estado se encuentra geográficamente ubicado al sur de la República mexicana; colinda al norte con Guanajuato y Jalisco, al sur con el estado de Guerrero y el Océano Pacifico, al este con el estado de México y Querétaro y al oeste con los estados de Colima y Jalisco; con una extensión territorial de 59,864 km2. (Ver anexo 1).
Entre la variada y rica diversidad cultural que posee el estado de Michoacán podemos citar, su música, la gastronomía, la danza, sus artesanías y su vestuario entre otras características representativas de dicho estado. Así su ámbito musical se compone de las pirekuas, género musical propio del pueblo purépecha, esta expresión musical nació del sincretismo de la música y cantos religiosos de los evangelizadores europeos acompañado de las reminicensias de la música indígena (los sonecitos de la tierra y sones del costumbre). Algunas de las pirekuas tradicionales son: flor de canela, Josefinita, Erandepakua, Male rosita y toronjil morado, etc.
Por su cuenta; en el aspecto gastronómico podemos decir que algunos de los platillos tradicionales del estado en turno son: enchiladas placeras, churipo, corundas, uchepos, carnitas y morisqueta, entre otros; que nos permiten deleitar los paladares más exigentes que tienden a visitar el alma de México.
Con lo que respecta a la producción artesanal en Michoacán, existen diferentes regiones que han trascendido local, regional, estatal, nacional e internacionalmente a raíz de sus artesanías creadas con el sensible ingenio artístico de los michoacanos, como es el caso de las catrinas de Capula, los sombreros de palma en Tacámbaro, las famosas guitarras de Paracho, los cinturones piteados de Apatzingán, los codiciados objetos de cobre (jarras, cazos y floreros) de Santa Clara del Cobre, los trabajos hechos en madera como son los muebles elaborados con la técnica de rayado en Cuanajo y la juguetería popular artesanal (trompos, baleros, yoyos, carritos, alhajeros de Quiroga.
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