Violencia y agresividad. Bullying

TÍTULO: VIOLENCIA Y AGRESIVIDAD

SUBTÍTULO: BULLYING

Para empezar sería bueno aclarar que la violencia se define como actos cometidos con la intención de infligir daño físico a alguien o algo, mientras que la agresión se le concibe como una conducta que intenta dañar en lo físico o en lo psicológico. La violencia, en sus diferentes variantes, forma parte de la vida en comunidad, y la propia sociedad, tanto a través del sistema legal como a través del sistema cultural, la ha ido componiendo de matices. Puede hablarse de delito, de agresión, de transgresión, de asesinato, de desorden como lo cita en el texto Núñez y Romero (2012). Aquí intervienen muchos factores psicosociales, como los factores personales Existen rasgos individuales que son comunes entre personas que se muestran violentas: la baja tolerancia a la frustración o el narcisismo son algunos de ellos. Igualmente se reconoce que las personas con personalidad de tipo A pueden ser más agresivas hacia otros si perciben que compiten contra ellos en una misma tarea importante. Seguidamente los factores ambientales que según el texto Arias (2007) plantea, al menos, cuatro causas ambientales que «justificarían» la agresividad humana: a) el ruido; b) el hacinamiento; c) la temperatura y d) el dolor. Por último, en cuanto a los valores culturales los grupos en desventaja social son más vulnerables a la práctica de acciones violentas. Podemos referirnos a factores micro cultural y macro culturales. En este contexto se plantea el concepto de privación relativa, que se define como la sensación de tener menos de lo que sentimos que merecemos. Ahora bien, enfoquémonos en el bullying, podemos decir que este es el maltrato físico o psicológico tiene efectos negativos en la salud física, emocional y en el rendimiento académico de los niños. El bullying, sinónimo de matoneo escolar, es un tema social muy preocupante, aunque a primera vista no lo parezca, ya que va desde simples paleadas y comentarios abusivos hasta la humillación de todo un grupo, causando un daño psicológico tan severo como para ello. Incluso puede hacer que la víctima se suicide. Este problema ocurre en niños de todas las edades, especialmente en niños de entre 11 y 13 años. Por lo general, tiene que ver con lo que está pasando en casa. Vale la pena recordar que “el niño es el reflejo de los padres”, lo que significa que sabemos que la familia es la primera institución de adoctrinamiento moral, y que los niños desarrollan y moldean su propio carácter imitando el comportamiento de sus padres. En serio, una gran cantidad de hogares tienen problemas coexistentes, que pueden ser el resultado de uno o más problemas, p. Problemas económicos, problemas de adicciones, violencia doméstica, falta de buenos momentos juntos, etc.

En este trabajo nos enfocamos en una situación ocurrida a un familiar (primo) con el nombre de Daniel José Páez Anaya. El acoso ocurre primero cuando los adultos desconocen la situación o simplemente no pueden mantener el orden. La víctima también tenía miedo de buscar ayuda de un adulto porque creía que la tratarían peor porque se sentiría "poco masculina" o "estúpida" porque no podía resolverlo por sí misma. Las consecuencias de este comportamiento son dos: uno es la víctima, el otro es el atacante. Desafortunadamente, el acoso escolar es parte de nuestra sociedad. Es como un "mal hábito", pero es detectable y por lo tanto prevenible.

De hecho, la escuela y la familia son como un círculo, que representa una gran familia compuesta por varios miembros: padre, madre, hermanos, compañeros de clase, maestros. Todos tienen la responsabilidad de ayudar a prevenir el acoso. Son diferentes espacios interactivos, pero a la vez conectados entre sí. Lo que pasa en la escuela afecta de alguna manera a la familia, o lo que pasa en casa afecta a la escuela.

El acoso o bullying se produce sobre todo cuando los adultos no son conscientes de la situación o simplemente son incapaces de poner orden. La victima también tiene miedo de pedir ayuda a un adulto porque cree que la tratarán peor porque se sentirá "poco masculina" (si es un chico) o "una tonta" (si es una chica) por no ser capaz de resolver sus problemas por sí misma. Las consecuencias de este comportamiento son dobles: una para la víctima y otra para el agresor

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