A violencia y la agresividad en el ser humano, ¿son innatas o son adquiridas?

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La violencia y la agresividad en el ser humano, ¿son innatas o son adquiridas?        

Escribe unas reflexiones sobre el vídeo «Agresividad en el mundo de la infancia y la adolescencia».

Accede al vídeo a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:

https://www.youtube.com/watch?v=1z2zieSSPN4

Extensión máxima: dos folios, Georgia 11, interlineado 1,5 y justificado.

Fecha de entrega: Semana 4

¿Hasta dónde llega la genética y hasta dónde el entorno? Se cree que hay un factor genético pero que este no siempre tiene porqué ser determinante. Yo personalmente, creo muchísimo en el poder de la imitación, y de la educación. El entorno me parece esencial para la construcción de ese ser humano. En estudios actuales se dice que el carácter agresivo puede comenzar a los dos años de edad, las respuesta negativas y los enfados repentinos… aunque los estados emocionales aparecen desde el nacimiento (enojo, alegría, enfado…).

Quienes defienden la teoría genética, lo hacen también porque consideran que es una manera “natural” del ser humano para “reciclarse” como especie, esa autodestrucción que permite conservar la especie. Además, se dice que si desaparecen las pulsiones agresivas, desaparecía el afán del ser humano de mejorar y motivarse; en otras palabras, de competir y por lo tanto la misma conclusión: conservar la especie humana.

Entonces me parece muy interesante que esto nos lleve a la reflexión: en esa búsqueda utópica de perfección de la raza humana, pero… ¿no encontraremos la propia destrucción de nuestra especie?

Por otra parte y en cuanto al propio vídeo, se habla de la agresividad en la edad infante y adolescente, y ahí es donde se empiezan a reconocer los primeros síntomas de carencia afectiva y de que existe algún problema que le impide expresarse si no es por medio de la violencia. La agresividad se puede dar también desde diferentes ángulos, puede ser que ese niño sea el objetivo de agresividad por parte de los familiares o del resto de alumnos. También se dan otros casos en el que ellos son los verdugos y lo que quieren es convertirse en los “amos de la casa”.

Yo puedo hablar en primera persona sobre el acoso escolar, ya que lo sufrí en mi infancia. Actualmente tengo 34 años pero siempre se lleva de alguna manera las consecuencias del mismo. Lo padecí en la escuela durante muchos años, y más tarde, con el cambio al instituto busqué la solución de pedir a mis padres que me cambiaran de colegio. Esto fue muy beneficioso. Con el tiempo aprendes a no hablar del tema, pero esa no es una solución. Se debe de hablar del tema y expresar lo que se ha padecido, ya que todo tiene consecuencias futuras. Lo que yo he aprendido, es que no sirve sólo con expresarlo y con racionalizarlo, sino que debemos “curar las heridas emocionales”, de alguna manera es cómo si tuviéramos que volver al pasado y hacer frente al problema con las herramientas de los adultos, acudir a ellos y pedir ayuda.  Sino,  la inseguridad se convertirá en una sombra de tu vida y eso jamás hay que permitirlo. De hecho todo esto me ha ayudado a entender y “perdonar” a mis congéneres, quienes de alguna manera sí tienen responsabilidad pero no tienen culpa de esos comportamientos adquiridos como verdugos agresivos. Quienes somos víctimas de esa agresividad, debemos aprender a no “odiar al mundo” y amarlo con sus imperfecciones.

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