Análisis de la obra de Federico García Lorca.
Leonidas_10Resumen14 de Agosto de 2015
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Análisis de la obra de Federico García Lorca.
Antes de analizar la obra de Federico García Lorca, es preciso destacar que éste es considerado por muchos como uno de los mejores dramaturgos españoles e incluso del mundo. Fue un hombre que resaltó por su gran versatilidad, ya que dedicó su vida tanto al teatro, a la poesía, a la escritura de distintos libros e incluso al ámbito cinematográfico, siendo partícipe para elaborar un guion.
En este trabajo, estaré enfocado en analizar más que nada su poesía, haciendo una explicación tanto de la estructura de sus poemas, como de los temas que trataba.
Para empezar, tenemos que recordar que Federico García Lorca fue miembro de la generación del 27, cuyo objetivo era el de recordar al gran poeta español Luis de Góngora, después de 300 años de fallecer.
Fiel al que probablemente haya sido su principal admiración, Lorca comienza a escribir sus primeros versos tratando temas como la infancia, el romance, la frustración y sin lugar a dudas el más destacado: el compromiso social, el cual se nota al escribir en defensa de los negros, los gitanos, los judíos, los niños y las mujeres.
Lorca con el paso de los años cae en una depresión y decide hacer un viaje a América, en donde inicia una etapa de renovación y escribe varios poemas entre los que destaca “Poeta en Nueva York”.
Ya de regreso a su natal España, Federico decide volver a escribir poemas, pero esta vez con una pequeña evolución, pues empieza a hacer más frecuente y hermético en sus versos el símbolo de la frustración.
Análisis de los versos lorquianos.
La poesía de Lorca es muy variada, pero un factor que sobresale, además de la infancia y las revoluciones sociales, es la frustración. En ella pretende expresar al oyente las injusticias y los amores frustrados que seguramente ocurrían frecuentemente en su época.
Otro factor que es muy común en sus poemas es el erotismo, el amor entre un hombre y una mujer, que en su mayoría, terminan en una muerte trágica; justo con eso pretende de nuevo expresar una frustración.
Al ser parte de la generación del 27, y quizás también por ser un tanto tradicionalista, Federico retoma el soneto y un símbolo muy importante: el romance. Además de darle su propio toque añadiéndole unas pizcas del surrealismo.
Otro aspecto que probablemente fue el causante de la gran admiración y crítica internacional, fue que sus poemas no eran sólo eso, sino que, en palabras de Carmen Serrano Begega: “estaban hechos para ser cantados” gracias a la brillante musicalidad con que fueron elaborados.
Fueron demasiadas las comparaciones que se hacían entre Lorca y Góngora, ya que muchos afirmaban que el tipo de metáforas que ambos utilizaban eran muy parecidas, pues permitían al lector crearse una imagen que al mismo tiempo, debido a la complejidad con la que fueron escritas, ocasionaban una confusión.
A continuación analizaremos un poema de Lorca, que a mi parecer es excelso.
Romance de la luna luna.
La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño déjame, no pises,
mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.
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