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Blog Literatura


Enviado por   •  26 de Septiembre de 2012  •  6.840 Palabras (28 Páginas)  •  373 Visitas

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BLOGLITERATURA: MÁS ALLÁ DE LA NOCHE POSMODERNA. SECRETOS DE UNA ESCRITURA PARA EL SIGLO XXI

Por: Jaime Alejandro Rodríguez Ruiz

ANTECEDENTES Y CONTEXTUALIZACIÓN DEL PROYECTO

Literatura y tecnologías de la comunicación

La tecnología no ha dejado de estar nunca al servicio de la comunicación y, por extensión, al de la literatura. Según Albaladejo , en tiempos de oralidad, la tecnología de la comunicación oral se puso al servicio de la poesía, ofreciendo sus estructuras y métodos nemotécnicos. Lo mismo ha ocurrido en tiempos de escritura, una tecnología que muy pronto se pone a disposición de la literatura (determinando literalmente su ser y sus posibilidades) y de su comunicación, permitiendo que ésta pueda proyectarse en el espacio y en el tiempo y haciendo posible la lectura e interpretación de las obras literarias en contextos temporal y espacialmente separados de sus contextos de producción. Finalmente, en tiempos más recientes, la tecnología ha contribuido a que las obras literarias lleguen a más receptores, gracias a la eliminación de obstáculos y dificultades en el acceso a algunas obras literarias que son leídas ahora en bibliotecas o en repertorios virtuales. Pero las nuevas tecnologías de índole digital no sólo han contribuido a la difusión de la literatura, sino que, de una manera inédita y poderosa, han generado escenarios para la creación de nuevas formas de literatura, y de entre esa nuevas formas se destaca la narrativa digital

La narrativa digital constituye hoy un medio expresivo muy potente y diverso que si bien exige la reconfiguración de los roles tradicionales del escritor y del lector, instaura posibilidades inéditas de interacción y de creación. Asistimos a una gran variedad de expresiones narrativas en un medio, que como el digital, está en constante evolución: desde el simple hipertexto que organiza los enunciados narrativos en estructuras no lineales hasta la construcción de “metaversos” como los que se disponen en las plataformas Active Worlds y Habbo o, más recientemente, Second Life (verdadera realidad virtual en línea), pasando por los hipermedias narrativos y los videojuegos online.

Estos ejercicios nos enfrentan a preguntas inquietantes: ¿dónde está la "obra"? ¿En el modelo interactivo que ofrece el artista al espectador? ¿En las interacciones propiamente dichas que podrían llegar a alterar radicalmente la obra "original"? ¿En la idea inicial del autor, quien busca por sobre todo promover la interactividad? ¿Quién es finalmente el autor? Asumir estas nuevas formas de creación implica aceptar que estamos ante el surgimiento de expresiones artísticas y estéticas vinculadas al sujeto interconectado de la cibercultura.

Más allá de la noche posmoderna

El campo narrativo ha sido quizá el más beneficiado con la aplicación de la tecnología digital pues le ha permitido consolidar una discursividad interactiva y multimedial que combina la escritura, lo visual no lingüístico, la imagen en movimiento y lo acústico, dando como resultado la superación de algunas de las limitaciones que para la literatura se han derivado de la escritura y de la imprenta. Al respecto, la hipótesis que manejo es la siguiente: la escritura y su infraestructura técnica, la imprenta, configuraron el dispositivo propio de la comunicación moderna, y la novela se constituyó en su modelo expresivo más logrado. Sin embargo, el ejercicio novelesco estuvo siempre tensionado por una especie de conciencia a medias de que lo narrativo no podía lograr su mejor expresión inmersiva e interactiva bajo las condiciones de un medio que como el libro limita dichas funciones a la imaginación de mundos posibles por parte del lector. De ahí se desprendió todo una tradición de experimentación que algunos hacemos corresponder a un momento posmoderno de la literatura, y que tuvo como frontera el propio dispositivo donde se desarrollaba dicha experimentación: el libro. Si bien, las innovaciones derivadas de esta tradición han contribuido mucho a la diversificación del género, no se lograron los objetivos entrevistos. Eso explica esta afirmación de George P Landow, teórico del hipertexto: “La mayoría de los posestructuralistas —dice Landow y yo agrego: de los posmodernos— escriben al crepúsculo de un anhelado día por venir; la mayoría de los escritores de hipertexto (y yo agrego: de los escritores en tiempos de cibercultura) escriben sobre muchas de las mismas cosas, pero al alba”. Pues bien, yo me sumo a esta posición y considero que con la emergencia de la posibilidad enunciativa hipertextual e hipermedial y con la consolidación del ciberespacio como infraestructura de dicha enunciación, hemos superado la noche posmoderna y tenemos buenas razones para mirar adelante con entusiasmo.

De hecho, JD Bolter ofrece un interesante panorama de anticipaciones de lo que hoy podríamos llamar blogliteratura, con base en ejercicios literarios modernos y posmodernos , entre los que el teórico norteamericano menciona e ilustra: la retórica de lo multilineal (James Joyce), la tradición de lo experimental (surrealismo, posmodernos), la novela como conversación (Sterne), el recurso al palimpsesto (James Joyce), las figuras del agotamiento de la literatura impresa (Borges), la narrativa fragmentada (Marc Saporta) y la escritura múltiple (Borges, Cortázar) Pero aquí me interesa más que detallar los casos concretos de estas anticipaciones, resaltar las afirmaciones con las que Bolter constata que dichas anticipaciones encarnan plenamente en una literatura de la cibercultura (de la que la ficción hipertextual sería su expresión pionera).

Estos son ejemplos del talante de sus afirmaciones: 1) el hipertexto reelabora, reevalúa y potencia estas técnicas que ya había desarrollado la ficción impresa; 2) tanto los escritores modernos como los posmodernos tenían la intención de rehacer la ficción escrita desde adentro; 3) los autores de hipertexto han remediado esa tradición desde la perspectiva proporcionada por una nueva técnica de la escritura; 4) es necesario revisar toda esa tradición de experimentación a la luz de la nueva tecnología; 5) el medio electrónico proporciona un nuevo conjunto de técnicas para transmitir la tensión (explorada y prevista por la ficción impresa) entre la corriente lineal de la narración y la serie de pensamientos asociativos provocados por ésta; 6) las obras de autores que van desde Laurence Sterne hasta Borges no sólo son exploraciones de los límites de la página escrita, sino también posibles modelos para la escritura electrónica; 7) la escritura electrónica no finge

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