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CODEX El misterio de la Contabilidad

alunamayaSíntesis31 de Agosto de 2014

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CODEX

El misterio de la Contabilidad

Desde tiempos remotos esta información ha sido celosamente guardada, y solo aquellos líderes y sabios de la sociedad podrán tener acceso a ella.

Un día el señor Julián –una persona de mediana estatura con los ojos cansados por la edad, de piel morena y maltratada, que utiliza unos anteojos pesados por el aumento- velador en el Museo Rafael Coronel, cuando realizaba uno de sus rondines alcanzó a ver un agujero cerca de una de las bodegas en la que se guardan los objetos más valiosos. Por lo que decidió ir a investigar a que se debía tal suceso tan sospechoso, y fue cuando se encontró cara a cara con el culpable, -este hombre era de mediana edad, media cerca de un metro setenta, y aunque su pelo ya pintaba algunas canas su apariencia era la de una persona bien ejercitada- y el señor Julián en un grito le preguntó, -¿Oye tu, quien te ha dado permiso de venir a profanar este museo?- pero fue en ese momento que la construcción, ya por lo antigua y a causa del daño causado, se derrumbó dejando atrapado a aquel intruso, y así quitándole la vida. Después de sobreponerse del susto, el señor Julián de inmediato dio aviso a las autoridades, y explico todo lo ocurrido aquella noche. Una vez que los policías hubieron decidido a que departamento de investigación correspondía resolver este asunto, canalizaron la información.

Al enterarse del suceso ocurrido en el museo, el C.P.C. Mariano Tremiño de Bañuelos, Director de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público del Estado de Zacatecas, -quien es un hombre maduro de cuarenta y tres años de edad, de piel apiñonada, manos huesudas pero fuertes, voz autoritaria y con gusto por la música clásica- sospecho algo acerca de lo que pudo estar buscando aquel hombre. Por lo que se apresuró a mover a sus contactos, para que esta noticia no se diera a conocer, ya que era de vital importancia mantener en secreto todo el asunto.

La persona asignada para realizar la investigación correspondiente fue la protegida de Bañuelos, la Detective Perla Santini Quijano, quien de inmediato puso manos a la obra. Ella es una mujer de veinticinco años, que a su corta edad ha podido abrirse camino entre los detectives más prestigiados de México, tiene el cabello largo y lacio de color negro, es muy solitaria ya que su única compañía es un perro Bull Terry muy fiel y obediente llamado Rex.

Como primer paso, Perla se dispuso a entrevistar al señor Julián, quien nuevamente contó todo lo sucedido, y ya que esta información no aportaba lo suficiente para dar un veredicto. Ella decidió entrar en el hueco que quedó al descubierto por el derrumbe, y al cabo de tres horas de excavación pudieron entrar sin peligro alguno, después de observar el lugar se dieron cuenta de que este era un antiguo templo de alguna civilización prehispánica. Pero lo más importante fue que Perla descubrió un códice que contenía información acerca de un tema que ella sabía era secreto, hablaba de la contabilidad que se llevó a cabo en esa época.

Por lo que inmediatamente se lo hizo saber a Bañuelos, quien confirmó sus sospechas. Así que le ordenó a Perla indagar más sobre este asunto, pero ya que Perla no es arqueóloga ni mucho menos tubo que verse en la necesidad de contratar a uno. Viajó a la ciudad de México, y se dirigió al INAH para entrevistar a los mejores arqueólogos del país, por lo que no tardó mucho en decidir que Augusto Pavón Ontiveros era el indicado para esta labor tan importante, ya que él es discreto y astuto.

Augusto Pavón Ontiveros es un hombre joven, de apenas veinte y ocho años, al que le gusta trabajar con ímpetu hasta el final, además de que los asuntos secretos le llaman la atención. Por lo que no dudo en aceptar el trabajo, aunque Perla le dijo que por el momento no sabría exactamente que está buscando.

Apenas llegaron a Zacatecas, Perla y Augusto se dirigieron al museo para seguir indagando acerca de lo que ahí se hacía. Pero Augusto, por sus cualidades, no tardó en darse cuenta de que se trataba de algo muy peligroso, por lo que exigió que se le informara acerca de lo que encontraron, ya que él no estaba dispuesto a arriesgar su vida por algo que ignoraba. Después de que Perla y Bañuelos platicaron, decidieron que les convenía tenerlo de su parte, y que podrían utilizarlo para obtener más información acerca del origen de la contabilidad, tema que a Bañuelos le importaba más que cualquier otra cosa.

Al día siguiente Perla y Augusto comenzaron un viaje que les prometía más peligros que información. Una vez más en el templo se dispusieron a tomar pruebas, para estudiarlas y poder determinar desde qué época ha estado oculto. Y al cabo de una semana pudieron saber que había estado oculto aproximadamente desde el año 200 D.C., fecha en la que los nativos de Mesoamérica ya practicaban la contabilidad, pues repartían los tributos entre los miembros del ejército y entre aquellos que tenían derecho, pero ellos sabían que ese no fue el único origen de ciencia tan compleja. Por lo que se dirigieron a buscar en los libros de la colección privada de Bañuelos, en los que encontraron tan solo una pequeña lista de algunas civilizaciones de la época antigua que tal vez ya tenían registros contables, entre esos nombres se encontraba Mesopotamia, Egipto, Grecia, Roma, entre otras.

Pero al no encontrar más en aquellos libros, se vieron obligados a viajar para indagar más. Acordaron que primero tendrían que investigar Mesopotamia, por ser una de las civilizaciones más antiguas, ya que se ubicó en lo que actualmente es Irak, entre los ríos Tigris y Éufrates, así que Perla y Augusto emprendieron su viaje de inmediato.

Lo que ni ellos ni Bañuelos sabían era que la M.C. Beatriz Moncada de la Laguna, encargada de la Secretaría de Gobierno del Estado de Zacatecas, también sabia de lo ocurrido en el museo. Así que reunió a su equipo con el fin de que este impidiera a toda costa que el equipo de Bañuelos avanzara y a la vez conseguir la información para ella, que también la codiciaba. Por lo que ellos también se dirigieron a Irak.

Después de tanto buscar, Perla y Augusto dieron con el primer vestigio de la contabilidad, este se trató de una tablilla de arcilla que fue elaborada 6000 años A.C.

-Es increíble que esta gente ya llevara registros de este tipo- dijo Perla muy asombrada.

-Sí, lo es- le contestó Augusto –pero esto solo es el principio y necesitamos saber más, ¿qué otra gran civilización antigua estaba en la lista?-

-Es Egipto, debemos darnos prisa- agregó Perla.

Mientras tanto el equipo mandado por la señora Beatriz estaba muy preocupado, porque no lograron llegar antes, y ahora no sabían a donde se dirigían Perla y Augusto, por lo que tendrían que usar otros métodos. Una vez en el aeropuerto los buscaron, y al verlos se dispusieron a seguirlos, por lo que se dieron cuenta que se dirigían a Egipto, así que vieron la forma de hacer que el vuelo se retrasara y así ellos tener ventaja ya que habían rentado una avioneta.

-No puede ser Perla, si no sale pronto este vuelo llegaremos tarde con mi contacto en Egipto, y has de saber que si no somos puntuales ya no querrá atendernos-

-Pues para ser arqueólogo tienes muy poca imaginación, vamos tenemos que rentar alguna avioneta o helicóptero que nos pueda llevar- le contestó Perla.

Cuando pudieron llegar con el contacto de Augusto, un señor llamado Halim que conoce muy bien la escritura egipcia, fue por poco tarde, y lo que se les hizo raro fue que otro grupo de personas también tenía autorizado un recorrido como el de ellos, ya que se dirigían a una zona que no está disponible para turistas. Así que se anduvieron con cuidado y sobre todo fueron discretos con sus observaciones.

-Ya me di una idea de lo que están buscando, y de una vez les adelanto que en alguna parte de su investigación tendrán dificultades, es peligroso hablar de este tema aun en estos tiempos- les advirtió Halim.

-Sí, lo sabemos pero aun así queremos saberlo todo- contestó Perla de una manera muy segura.

-Como quieran, bueno comenzare por decirles que en el estudio que realice aquí encontré unas pinturas que datan de 3,623 A.C., es en la época del Faraón Menach, a él le gustaba tener control de todo, por lo que le ordenó a sus escribanos registraran sus entradas y sus gastos. Pero eso no es todo, más de mil años después Hammurabi realizó una codificación en la que hace mención de la dichosa contabilidad- les explicó Halim.

-¿Qué más?- quiso saber Augusto –porque puedo ver que esto lo asentaron en los papiros que fabricaban en esa época, pero siento que es muy poca información.

-Pues por increíble que te parezca apreciable colega así es, no hay más rastros de estos registros. Y por cierto sus amigos los han estado siguiendo desde hace rato, no me gusta que me ocultaras que venias con más gente, tendrán que marcharse de inmediato.- Les hizo saber Halim de una manera muy molesta.

-¿Amigos?- preguntó muy asombrado Augusto, y fue cuando se dio cuenta de que eran las otras personas que visitarían el lugar, y también pudo ver que les apuntaban con una arma, así que se lo informó a Perla y en el acto salieron corriendo del lugar.

-No puede ser, apenas comenzamos esta investigación y ya nos quieren matar, ¿Quiénes serán esos tipos?- preguntó Perla algo asustada y enojada, pues no le gustaba tener que huir de alguien.

-No lo sé, pero tengo el presentimiento de que nos seguirán a donde vayamos, así que tendremos que muy precavidos, y ahora camino a Grecia-

En Grecia descubrieron que, a pesar de que sus registros eran más sofisticados

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