Cada día somos testigos de la impotencia y decepción en los estudios
karla henriquezDocumentos de Investigación30 de Abril de 2017
2.816 Palabras (12 Páginas)271 Visitas
INTRODUCCIÓN
Cada día somos testigos de la impotencia y decepción en los estudios, de aquellos niños y niñas que tienen una pobre valoración de sí mismos (autoestima baja), y una auto imagen desajustada por decir menos.
Experiencias de fracaso vienen a reforzar el auto-desprecio, cayendo así en un círculo vicioso en donde las malas notas pierden su valor formativo y estimulante y acentúan el desaliento y la frustración.
En el currículo básico de la educación infantil y primaria establecido por la norma vigente, figura la educación de las actitudes y entre ellas la de la autoestima como objetivo fundamental. Pero es que además si los maestros quieren unir a sus dotes didácticos los de educadores; necesitan ellos mismos encontrarse seguros de su valía e importancia como persona, y si no es así, han de romper los esquemas que limitan su actuación educativa y vivencial.
Según Ausubel, la adquisición de nuevas ideas y aprendizajes está subordinada a nuestras actitudes básicas (la congruencia, la aceptación incondicional y la empatía) de ellas depende que se generen energías mas intensas de atención y concentración, aquí reside en buena medida la causa de fracaso escolar ya que nos enseña.
Victor Frankl nos dice que el problema fundamental del hombre moderno es la necesidad de encontrar sentido a su vida, si esta concepción del hombre es verdadera ¿Qué sentido tiene un sistema educativo que se dedica a enseñar incontables elementos de la ciencias físicas, matemáticas, etc. y apenas le descubren como es el mismo (el hombre)?
Tener un auto-concepto o autoimagen ajustada y una autoestima positiva es condición indispensable para una relación social afectiva, sana y estable. El respeto y aprecio por uno mismo es la plataforma adecuada para relacionarse con el resto de las personas.
El yo, y por ende el auto-concepto por la autoestima es una realidad aprendida, pues se adquiere y se modifica a través de los intercambios y relaciones interpersonales. En este sentido es bueno decir que en el proceso de información del yo (auto-concepto) estarían contraindicadas la sobreprotección, la supresión de las emociones parentales, los conflictos familiares y sobre todo la inducción de falta de identidades; por el contrario el calor del hogar, el establecimiento de limite claramente definido y el tratamiento respetuoso y cordial favorece la consolidación de un auto-concepto ajustado y solido que se da reflejo de una actitud positiva ante la vida.
Al llegar a la edad escolar el YO esta ya formado, aunque no del todo, y las experiencias escolares serán aceptadas, rechazadas en relación o proporción a este centro de referencia (auto-concepto). Pero la escuela tiene un papel importante que jugar porque la escuela es sin duda, el lugar en el que el niño se ve expuesto a la aceptación o no de su ser, después del hogar nuclear; es allí donde lleva lo aprendido en casa y debe usarlo como herramienta de sobrevivencia en un ambiente ajeno en el cual las normas, disciplina y tareas repetitivas ponen a prueba su auto-valoración. Es una etapa en la que los niños son evaluados de acuerdo a sus notas o conducta social; etiquetándolos entonces como: niños de buena conducta, mala conducta, buen estudiante, mal estudiante, problemático, agresivo, timoratos, y pare de usted de contar, amén de una larga serie de posibles trastornos de personalidad producto de una autoimagen desequilibrada, desajustada e irreal y por consiguiente una baja autoestima o pobre valoración de sí mismo.
En este sentido la escuela tendría un papel muy importante que jugar en la formación integral del YO y la adquisición de una nueva imagen tanto en los niños más pequeños pero con mayor énfasis en los jóvenes cursantes del 6to grado que estarán en la etapa de transición escolar preparándose para comenzar la etapa siguiente del nivel medio de educación reconociendo que los niños y jóvenes son seres humanos en proceso de formación y aprendizaje, dignos de poder copiar conductas claras y sinceras emanadas de sus maestros y tutores, siempre atentos y deseosos que se le reconozcan sus aciertos y sus logros en donde los educadores deben estar presentes siempre para corregir pero también para consentir y en general mostrar modelos de conductas que puedan ser tomados como referencia y dignos de imitación.
Es por todo lo antes expuesto que se presenta la inquietud y la necesidad de explorar en los estudiantes del 6to grado de la escuela básica Dr. Lisandro Lecuna ubicada en el municipio Naguanagua en el Edo Carabobo la posible relación o correlación entre el auto-concepto o autoimagen y la autoestima a través de un estudio correlacionado bajo la línea de investigación salud mental y personalidad.
Finalmente las ideas contenidas en el estudio plantean determinar el tipo de relación que existe empleando los instrumentos.
x para medir autoestima
x para medir auto-concepto
Los cuales se aplicaran a una muestra representativa x de alumnos y finalmente al determinarse la correlación de las variables en estudio plantear y propiciar ante las autoridades del plantel la implementación de talleres para el desarrollo y fomento de la autoestima en los jóvenes del 6to grado.
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
Planteamiento del problema
Es algo consabido que el ser humano está sometido a una serie de agentes socializadores: familia, centro de estudios, amigos, medios de comunicación. El cual vive formando sociedades ligadas a una determinada cultura, sometido al aprendizaje de normas, valores y comportamientos del medio social.
Sin embargo, a largo de la vida se experimentan diversas etapas y situaciones que obligan al individuo reestructurar los conceptos o esquemas que ha ido formando a través de la experiencia, ninguna de las etapas se compara con la transición de la niñez a la adolescencia. Puesto que la misma es mucho más que el simple paso de una etapa a otra, cuyo objeto final es alcanzar exitosamente la vida adulta, sino que es un periodo complejo que se caracteriza por la activación de nuevos procesos biológicos, psicológicos y sociales que de una manera u otra van a ir acentuar la personalidad del individuo. (Serralde, 2006).
“La etapa adolescente es una de las más importantes en la vida del ser humano. Es en donde se despabilan las emociones, se descubre el carácter y se suscitan cambios que pueden reorientar el sentido de la vida misma” (Silva, Mejía, 2015). Vale la pena decir, que existen elementos de suma importancia en esta fase que pueden llegar a afectar de manera definitiva el avance de los pre adolescente y es que el autoconcepto, la autoestima y la percepción de autovalia son tres conceptos fuertemente relacionados entre sí y que determinan el bienestar psicológico (Gallego 2006; Peñas, 2008; Silva y Mejía, 2015)
Hay que hacer notar que la autoestima, plenamente consumada permite el adecuado desarrollo y asentamiento de la personalidad y permite a los adolescente formarse como seres independientes capaces de formar parte de la sociedad al desempeñar un trabajo y relacionarse establemente con sus pares.
Por otra parte, a lo anteriormente expuesto se le suma la modificación de la estructura escolar; el paso de la primaria a la secundaria enfatiza la dificultad de adaptación del individuo, dado a que no solo debe adaptarse a creencias de la sociedad, adoptar determinados roles sociales, hacer frente a las exigencias y expectativas adultas, sino que también debe ajustarse a estándares académicos más rigurosos, a círculos sociales diversos e intentar responder de manera exitosa a la presión del grupo la cual cambia profundamente. (Ruiz, Castro, León, 2010)
De acuerdo con Derricott (1985); Sacristán (1997); Ruiz, Castro, León (2010):
“La transición a la secundaria delimita esos momentos de la vida de los estudiantes en los que tiene lugar el paso de un estadio a otro, la apertura a un nuevo mundo, cambios de ambientes educativos, un proceso en el que es preciso realizar un cierto ajuste” (p.18)
Otro punto a resaltar en esta transición es la forma en el que los jóvenes se regulan ante las demandas del entorno y las emociones y no solo eso sino la forma en la utilizan dichas emociones para impulsar conductas que potencien el éxito educativo y el bienestar psicológico.
Considerando que la transición de primaria a secundaria no solo va acompañada de cambios estructurales en la educación, sino que a esto se le suma el hecho de que el joven se encuentra en una etapa en el que las emociones se desbordan y la personalidad se asientan, no es de extrañar que sea en este periodo donde se ha registrado un aumento progresivo de absentismo, abandono e indisciplina en las instituciones educativas.
De acuerdo a IESA y OCEI (2012); Lugo (2013):
A pesar de los diferentes esfuerzos hechos por el estado para disminuir la deserción escolar aún está presente en valores muy significativos; de cien (100) alumnos que ingresan a primaria sólo treinta y siete (37) terminan el sexto grado, de esos el noventa por ciento es decir el treinta y cuatro (34) se inscriben en el primer año del ciclo básico (séptimo año). (p.296).
...