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Ciencias Sociales


Enviado por   •  29 de Octubre de 2013  •  4.556 Palabras (19 Páginas)  •  275 Visitas

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ciudadanos de un país y este deber y derecho es reclamado por todas la poblaciones a nivel nacional e internacional.

Podríamos decir que es especialmente una necesidad a nivel de educación básica ya que es durante este nivel de educación donde se forman tanto las bases de la personalidad de los individuos como los fundamentos de su cultura nacional y universal que les proporcionan las herramientas necesarias para su inserción en la sociedad actual.

Toda población anhela a obtener una educación que sea igual para todos y de la misma calidad, conceptos que definen lo que es una vida en democracia. Para lograr esta igualdad y calidad en la educación, es necesario que tanto el Estado como la sociedad civil se comprometan a facilitar las condiciones necesarias para que todos sus ciudadanos puedan tener recibir, permanecer y egresar de instituciones educativas con las calificaciones, habilidades, hábitos, actitudes, destrezas y valores que nuestra sociedad considera valiosas y útiles para su desarrollo.

Desafortunadamente, ni el Estado ni la sociedad civil ni la empresa privada han proporcionado este conjunto de condiciones para alcanzar una educación de igualdad y calidad en nuestra población. Esto ha traído a través de los años una crisis educativa en el país al igual que una crisis estructural y política de la sociedad actual. Esta crisis podemos observarla en todas las capas sociales del país y a nivel de enseñanza, podemos ver como la educación en general en Guatemala ha ido decayendo en calidad a una velocidad imparable, en perjuicio de los ciudadanos e intelectuales del futuro.

Necesitamos un cambio radical en la educación popular. Con este término no nos referimos exclusivamente a la educación de la clase pobre, sino a la educación que abarca todas las clases socio-económicas del país. Estamos haciendo alusión a todo el pueblo Guatemalteco a que sean bien educados.

 En toda nación, el que sabe más, vale más.

 Saber es tener.

A través de la educación deseamos desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales, productivas y morales de los ciudadanos por medio de preceptos, estrategias y métodos didácticos apropiados para la época actual. He ahí el gran dilema de nuestras autoridades gubernamentales ya que no han sabido adecuar los cambios que ha estado sufriendo el país y los avances en pedagogía como en tecnología que se han dado en las últimas décadas a los currículos educativos ofrecidos en las instituciones educativas del país.

Debemos dejar a un lado la educación donde formamos autómatas, reproductores de conocimientos sin pensamiento crítico o poder de discernimiento, para formar ciudadanos que puedan hacerle frente a las demandas de la industria y sociedad Guatemalteca y que a la vez tengan una conciencia superior que lleguen a comprender el propio valor histórico, el de la propia existencia. Mejor dicho, el conocimiento integral suficiente para lograr cambios políticos que resulten en libertad y democracia.

La educación no es la que transforma a la sociedad. La educación forma a las personas y son éstas las que transforman la sociedad.

Además, tenemos que formar intelectuales que sean capaces de enfrentar los desafío que el mundo moderno les exige donde puedan desarrollar sus habilidades y conocimientos con la tecnología existente.

Pero la educación que estamos ofreciendo hoy en día a nuestra juventud está obsoleta, no sólo en el curriculum escolar que les ofrecemos sino también en la falta de actitud positiva y tolerancia por parte de los educadores para alentar a los estudiantes a aceptar los cambios que están sucediendo y no oponerse a ellos.

Debemos diseñar e implementar políticas integrales que aseguren formadores competentes y motivados en cada aula.

Para lograr esto debemos empezar, primero que todo, con la formación de los formadores o educadores para lograr un verdadero cambio en la educación. Estos formadores, hombres y mujeres, que necesitamos formar deben de ser capaces de facilitar y ayudar pedagógicamente a sus alumnos, sin olvidarse de su obligación de hacer posible que los jóvenes puedan desarrollar todas sus potencialidades en cuanto a habilidades y aptitudes además de alentarlos a recibir, aceptar y enfrentar los cambios que están ocurriendo a una velocidad imparable tanto en la educación y la tecnología como en el desarrollo del país.

Como consecuencia a esta oposición por parte de los formadores, se han tratado de implementar, más reformas que se han desarrollado prescindiendo de ellos o incluso, diseñadas a pesar de los formadores.

Además, el país pide a gritos el desarrollo de una educación científica. La educación de nuestra juventud no debe restringirse a un enfoque técnico solamente. La Filosofía, la Metafísica y la Historia así como el ejemplo de los grandes intelectuales deben también incluirse en la formación intelectual y espiritual de los jóvenes.

Pero uno de los mayores obstáculos para que se pueda desarrollar este tipo de educación es la falta de recursos tanto económicos como humanos. Es necesario que nuestro gobierno le otorgue más atención y fondos a la investigación científica y a la preparación de sus científicos.

Una sociedad que no tiene dominio de la ciencia, no podrá ser nunca una sociedad libre desarrollada. Invertir en la educación significa ampliar el campo de los estudiantes hacia el dominio de lo trascendente. Un país es grande en la medida en que sus habitantes sean grandes. Una nación crece al ritmo en que crezcan sus pensadores; y un pensador crece al ritmo en que desarrolle el pensamiento reflexivo.

Por otro lado, tenemos instituciones estatales, mixtas, no gubernamentales y privadas que se interesan tanto en la producción de conocimientos como en la aplicación de éste. Pero nos hemos quedado atrás en el área de su difusión. Hay muy poca difusión de conocimientos. Podríamos decir que es casi inexistente. Esta tarea le corresponde al estado, a través del Ministerio de Educación y las Universidades. Actualmente, la poca difusión que existe es inadecuada.

No hemos podido lograr el sistema de difusión de conocimientos que necesita nuestro país. Las universidades están dedicadas a la educación solamente y no a la difusión de estos conocimientos. Nos da la impresión que están formando profesionales baratos, para un estado ineficiente y para empresas con mano de obra barata.

Una de las razones principales de esta ausencia e ineficacia por parte de las universidades es porque el sistema educativo que tenemos

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