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Comunicación Oral Y Escrita


Enviado por   •  25 de Septiembre de 2014  •  2.154 Palabras (9 Páginas)  •  224 Visitas

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En una noche de un 13 de julio, se encontraba un grupo de turistas holandesas que decidieron ir en estas vacaciones a conocer el tan mencionado Cabo de la Vela en la Guajira, en su recorrido por la ciudad decidieron alquilar un automóvil para así recorrer de manera más ágil y agradable la ciudad. En uno de sus paseos en los que Las turistas iban en coche, estas, decidieron conocer no solo los lugares turísticos, quisieron aventurarse y conocer más a fondo la ciudad, con el infortunio de que a altas horas de la noche se perdieron. Las turistas estaban preocupadas, puesto que no conocían a nadie en la ciudad, y para su mala suerte no recordaron el número del hotel en el que se encontraban hospedadas, solo contaban con un viejo y desgastado mapa que tomaron casualmente en la recepción del hotel. En vista de este problema decidieron detenerse a un lado de la carretera a fumar un rato, puesto que era invierno, estaba lloviendo y hacía mucho frío. Las turistas hablaban entre ellas y se reían disfrutaban de la lluvia que caía y golpeaba el parabrisas de una forma muy sutil y tenue, ya terminado este ameno momento de esparcimiento, decidieron emprender de nuevo su camino, pero para sus malas suertes el coche tenía poca gasolina, Las turistas estaban preocupadas porque al parecer ese día la gasolina no parecía suficiente, y debían llegar pronto a alguna estación policiaca que las ayudara a encontrar su camino, ya el cielo se estaba despejando y esto las alentó un poco más, sin embargo la zozobra no disminuía. Las turistas miraban el mapa pero a raíz de la oscuridad que generaba las altas horas y la poca gasolina con la que contaba el automóvil Las turistas no tenían suficiente luz para ver bien el mapa, no podían quedarse con las manos cruzadas así que decidieron nuevamente detenerse un momento a la mitad de la oscura y peligrosa carretera a buscar una linterna en la parte trasera del coche, aunque esto representara el riesgo de quedarse completamente sin combustible, era eso o perderse más entre la ciudad. Contaron con la desdicha de que el coche no resistió y se varó a mitad de la carretera y con lámpara en mano decidieron observar minuciosa y detalladamente el mapa con la esperanza de que volvería a funcionar, sin embargo, las turistas no encontraban en el mapa ninguna indicación.

A lo lejos fueron observando como un individuo se iba acercando en una motocicleta, al ver esto Las turistas se asustaron mucho, hasta el punto que una de ellas empezó a llorar, mientras otra trataba de contener la calma y la tercera de ellas observaba firme y valiente a aquel ser que en medio de la noche las acechaba, al ver que se acercaba cada vez más hacia ellas, Las turistas dieron un grito, a lo que una de ellas, exclamo : -tranquilas no se asusten es un policía, él nos ayudara-. De esta forma las turistas se fueron sintiendo cada vez mejor, sin embargo la más escéptica seguía llorando, pero luego se daría cuenta que era verdad y diría: ¡Apareció un policía! Ahora si saldremos de aquí.

Este se acercó a la ventanilla del conductor, El policía las miró y El policía les pidió los pasaportes. Ellas muy calmadas y felices debido a que habían encontrado ayuda los mostraron, Una de las turistas preguntó al policía donde podrían encontrar gasolina y una cabina telefónica para observar un directorio telefónico y llamar al hotel para que mandaran ayuda, en la distracción de los pasaportes El policía no contestó, lo cual hizo que la escéptica le gritara con histeria –¡Conteste no ve que estamos perdidas!-, en su asombro El policía les contestó y les informo que La gasolinera estaba a un par de millas al otro lado de la frontera, pero que deberían cancelar con la moneda de aquel país. Las turistas necesitaban dinero del país para comprarlas, de nuevo se preocuparon, pero pensaron que el policía nuevamente seria su ángel guardián y una vez más la rescataría, era la suerte tan cruel y despiadada con este grupo de turistas aquella noche que Las turistas le preguntaron al policía qué podían hacer, sin embargo el policía se encogió de hombros, les devolvió sus papeles y sin ningún problema ni reparo tomo su motocicleta y se marchó.

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