Decir, Suele Ser Señal De No Hacer; Como Ladrar, Lo Es De No Morder

"Decir, suele ser señal de no hacer; como ladrar, lo es de no morder"

Autoridades, personalidades que nos acompañan, pueblo de México. En esta ocasión frente a ustedes, me gustaría compartir algunas reflexiones que a lo largo de mi experiencia, corta, como reportero de fuente política he logrado formular sobre el uso y abuso de la demagogia en los políticos, procurando en todo momento ser breve y concreto.

Para comenzar, ¿Qué significa demagogia? según la real academia es:

Degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder.

Los Políticos demagogos, tienden a ser relacionados con el populismo que de acuerdo con la misma fuente, se refiere a todo lo relacionado con el pueblo.

La demagogia, cuya tiranía es, quizá, el más tenue de los virus que amenazan la estabilidad y subsistencia de la Democracia en nuestro país, ya que los políticos mexicanos han hecho de ella una práctica casi cotidiana de su carrera, y nos encontramos en sus discursos, artificios retóricos que dicen “Ustedes, se merecen todo aunque no hagan nada”, “Yo soy el único que tiene la voluntad de darles lo que quieren, aunque no lo merezcan” además de cascadas de verdades a medias en las cuales se disuelven las intenciones secretas de acaparamiento, abuso de poder y corrupción. Y así vemos a nuestro tan cuestionado presidente de la República Enrique Peña Nieto, en pasados días enunciando un discurso en Santiago del Monte Tlaxcala, en donde dice que es momento de “ensuciarse los zapatos”, y añade que el “gobierno debe estar cerca de la gente y entender la crítica constructiva”. ¡Caray! que arenga tan llena de adulación frívola hacia al pueblo. Probablemente nada pudo ser tan risible que haber visto por la televisión un extracto del discurso de Peña Nieto, tratando de agradar al pueblo, ¡y peor!, haciéndole creer que con su arribo al gobierno, su posición será totalmente distinta, pues su gestión será de manera “itinerante” para recoger de cerca y con la gente los problemas que oprimen a nuestro país. Sabemos que Peña Nieto nunca fue un candidato del pueblo y su llegada al poder, no fue gracias al pueblo y ¿Qué pretende ahora haciendo uso de las practicas que criticaba de su adversario Andrés Manuel López Obrador al cual siempre tachó de demagogo y populista?

Para continuar, me voy a permitir enunciar un refrán popular, “No tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre”. El problema, probablemente, no son los políticos y su viciado oficio, quizá el problema exista en la idiosincrasia del pueblo que piensa que las cosas deben ser así como resultado de un régimen de poco mas de 7 décadas de engaños políticos

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