Diseño de un libro de texto

Podemos abordar el diseño de un libro de texto desde dos perspectivas: desde adentro, es decir, desde el texto, o desde afuera, o sea la cubierta. Nuestro objetivo es hacer énfasis en la función del libro, por lo que nos centraremos en las reglas que parten del texto como tal, ya que aunque no podemos obviar la importancia de que el diseño exterior sea atractivo e interesante porque vende mejor, la función real de un libro es la difusión de ideas y conocimientos.

La persona responsable del diseño del libro tiene la obligación de hacerse una idea lo más exacta posible de la intención del autor y de la finalidad que va a tener el libro.

1. Formato: de su definición va a depender la manuabilidad del libro, que no debe ser innecesariamente grande y debe ser lo más ligero posible. El formato del libro de texto que estamos analizando es 21.5 x 28 cm, que es exactamente el tamaño de una hoja Carta.
2. Papel: el color del papel del libro es marfil ligero, ya que es más adecuado para la lectura continua que uno blanco brillante. Aunque se utilicen papeles semifinos, es decir aquellos que no contienen madera, es mejor una coloración marfil aunque sea apenas perceptible ya que se lee mejor que sobre el blanco frío. Los libros de corta vida no requieren un papel sin madera.
3. Escritura: el tamaño de tipografía favorable a la lectura continua en los adultos es de 10 u 11 puntos. La tipografía utilizada en el libro tiene un tamaño de 10 puntos. Más pequeña produce una temprana fatiga de la vista y si es más grande, el ojo, que tiene un punto de fijación en la separación de lectura usual, puede abarcar menos letras.

La tipografía destinada a la primera lectura de los niños debe tener un tamaño de 36 puntos y al final del primer año escolar debe ser de 16 puntos. Del segundo al cuarto año escolar, la escritura adecuada es la de un cuerpo de letra de 14 puntos.

Este libro maneja básicamente dos tipos de letra, uno con patín (serif)  y el otro sin patín (sans serif), cada uno utilizado sus respectivas variantes en romana, cursiva, negrita, cursiva negrita, extendida y condensada. Son demasiadas variantes que no siguen un esquema o una lógica, y si bien no confunden, tampoco cumplen con el cometido de diferenciar secciones o tipo de ejercicios. Los textos en letra cursiva y en negrita se leen más lentamente que los textos en escritura romana con letras mayúsculas y minúsculas, por eso sólo deben emplearse en textos cortos o e instrucciones. Con ciertas excepciones, ésta regla se respeta en el diseño del libro, aunque sobre todo la variante del tipo de letra con patín en cursiva negrita presenta problemas de legibilidad, pero es utilizada a discreción.

1. Amplitud de línea: es la amplitud de renglón óptima para determinado tamaño de escritura. Para una letra de 10 u 11 puntos la amplitud de línea adecuada es de 8  a 10 cm. Mayor a esto causa agotamiento en el lector ya que exige un vaivén de la cabeza y resulta incómoda. Las líneas de menos de 6.4 cm de ancho requieren cortes de palabras demasiado frecuentes y separaciones entre palabras excesivamente grandes. En una línea de tamaño ideal caben de 50 a 60 letras. En este sentido, el diseño del libro presenta ciertos problemas. En su diseño de base tiene una estructura de dos columnas cuyo ancho es de 6.4 cm lo que se considera como el límite mínimo para una adecuada legibilidad, pero el número de golpes por renglón es menor a los 50. Por otro lado, maneja ciertas variantes de diseño incluyendo textos especiales sobre fondo de color que llegan a presentar un ancho hasta de 20 cm lo que resulta exagerado para una lectura correcta.

Otro problema serio de legibilidad está en las secciones tituladas Glossary, ya que la tipografía que manejan es muy pequeña.

La utilización de varios tipos de letra en sus respectivas variantes tiene como objetivo, en un libro de texto, que el hipotético lector haga una correcta distinción del tipo de ejercicio o actividad que va encontrando y que ciertamente va aprendiendo a diferenciar ya que a lo largo del libro se van repitiendo las mismas actividades y se aprende a distinguirlas. En el caso de este libro esta distinción no está bien lograda. Cada unidad lleva un título diferente que se maneja escrito sobre una pleca de color gris que se repite en la parte superior de cada hoja izquierda. Sobre fondo blanco se utiliza una palabra en un color gris más oscuro que el de la otra, que es de un color más claro. En las páginas que tienen el título sobre fondo blanco la legibilidad es adecuada, pero en otras páginas se utiliza sobre un fondo gris, y ahí la legibilidad de la palabra más clara se pierde casi definitivamente. Además no está justificada esta variante de uso de fondo blanco y gris, porque no coincide con un cambio de unidad. Es un cambio aleatorio que confunde.

El manejo de tipografía en negativo (es decir la tipografía más clara que el color del fondo, por lo general blanca) suele ser un problema. Es un acierto el uso de la tipografía con patín (serif) se utiliza en positivo y la sin patín (sans serif) en negativo, ya que la legibilidad es mejor. El problema del uso del negativo es que en algunos casos el contraste entre el color del fondo y el de la tipografía no es el adecuado y las letras “brincan” sobre ese color de fondo, y esto acompañado a la excesiva extensión de los renglones hace que la lectura resulte cansada y difícil.

1. Interlineación: las líneas que guardan una escasa separación entre sí son más difíciles de leer que las que guardan un interlineado correcto. Para una letra de 10 o 12 puntos el interlineado usual es de 12 o 14 puntos. El libro maneja un interlineado correcto para el tamaño de letra que utiliza.
2. Indicaciones o subrayados: son convenientes y estéticos para destacar partes del texto. La segunda posibilidad de destacar algo en el texto es la composición en cursivas aunque debe evitarse lo más posible espaciarlas. Una regla que el diseño del libro respeta es que las palabras que se escriben con mayúscula requieren letras mayúsculas normales incluso en la composición a base de cursivas. La otra forma en que se destaca algo dentro del texto es el empleo de la variante de la negrita de la familia del texto. Las partes del texto compuestas en negritas se diferencian fuertemente del tono gris normal. Por eso el destacado en negritas debe emplearse adecuadamente y en una relación correcta con el todo.

Otra forma de realce dentro del libro es la utilización de la forma extendida y condensada de la fuente sans serif.

En los libros de texto, científicos y técnicos que tienen muchos subtítulos diferentes, como es el caso de este libro, resulta preferible representar la diferencia de importancia de los subtítulos mediante un sistema de numeración decimal, que hacerlo únicamente mediante la diferencia de fuerza de los caracteres y las variantes de realce.

Existe una regla de diseño editorial que ayuda a cuidar el orden dentro de la página y la correcta legibilidad del texto, y en este libro no se respeta: los títulos deben ocupar el espacio de varios renglones en blanco, pero el primer renglón del texto a continuación del título ha de justificarse, o sea, estar en línea con el mismo renglón de la columna anexa, y en este caso no sucede, lo que contribuye al desorden visual de la página.

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