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EL FANTASMA DE CANTERVILLE


Enviado por   •  18 de Noviembre de 2019  •  Ensayos  •  1.200 Palabras (5 Páginas)  •  531 Visitas

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EL FANTASMA DE CANTERVILLE

Lord Canterville: -Motivado por la impresión de sentir sobre sus hombros dos manos, mientras se vestía para la cena. Es mi deber decirle, señor Otis, que el fantasma ha sido visto por varios miembros de mi familia, que viven todavía, así como por el rector de la parroquia, el reverendo August Dampier, miembro del Kings Collage de Oxford. Después del desgraciado accidente sufrido por la duquesa, ninguna de las doncellas quiso quedarse en la casa, y Lady Canterville difícilmente podía conciliar el sueño, a causa de los misteriosos ruidos que provenían del corredor y de la biblioteca.

Washington: -Milord, también me quedare con los muebles, incluya en le inventario al fantasma. Recuerde que provengo de un país modelo, en el que tenemos todo lo que el dinero es capaz de suministrarnos, y que con esos jóvenes impetuosos que recorren el viejo continente y se llevan a sus mejores artistas, creo que, si se quedara en Europa un fantasma, no tardaría en localizarlo para tenerlo en unos de nuestros museos públicos y pasearlo por la feria como algo raro.

Lord Canterville: -Siento decirle que el fantasma existe, aunque tal vez se haya resistido a las ofertas de sus audaces empresarios. Hace más de tres siglos que se le conoce, exactamente desde 1584 se aparece poco antes de que muera un miembro de la familia.

Sr. Otis: -Bueno, lo mismo hacen los médicos de cabecera, lord Canterville. Pero señor mío, los fantasmas no existen, y no creo que las leyes de la naturaleza vayan a modificarse para dar satisfacción a la aristocracia inglesa.

Lord Canterville: -Ustedes los americanos son muy naturales, y si no le preocupa tener a un fantasma en la casa, que mejor: Recuerde solamente que lo previne.

Sra. Unmey: -Bienvenidos a Canterville Chase.

Sra. Otis: -Creo que han derramado algo en este sitio.

Sra. Unmey: -Sí, señora, en este sitio se ha derramado sangre.

Sra. Otis: - ¡Qué horror! No me gustan nada las manchas de sangre en un salón. Hay que limpiarla lo más pronto posible.

Sra. Unmey: - Es la sangre de lady Eleanor de Canterville, que fue asesinada en este mismo sitio por su marido, Sir Simon de Canterville, en 1567. Sir Simon sobrevivió nueve años a su esposa y desapareció súbitamente en condiciones oscuras. Jamás se ha encontrado su cuerpo, pero su alma en pena sigue rondando Chase. La mancha de sangre ha sido admirada por los turistas y demás, y no ha podido quitarse.

Sra. Otis: -Querido Hiram, ¿Que podemos hacer con una mujer que se desmaya?

Sr. Otis: -Descontárselo de su sueldo; así no volverá a suceder.

Sra. Unmey: -Señor, mis ojos han visto cosas que pondrían los pelos de punta a cualquier persona, y durante noche y noche no he podido conciliar el sueño por las cosas espantosas que ocurren aquí.

AL ANOCHECER…

Sr. Otis: -Ilustre señor, me veo obligado a insistir que se engrase estas cadenas; para ello le he traído un frasquito de lubricante Tammany Sol Naciente. Voy a dejárselo aquí en la mesa, y tendré gran placer en proporcionarle mas en caso de que lo necesite.

Fantasma: -Jamás, en una brillante e interrumpida carrera de trecientos años, había sido insultado tan groseramente.

ESA MISMA NOCHE…

Gemelo 1 y gemelo 2: - ¡NO MAS AL FANTASMA!

EN LA MAÑANA…

Gemelo 2: - ¿Escucharon el ruido de las cadenas anoche?, creo que fue el fantasma.

Gemelo 1: -Sí, yo también lo escuche.

Sr. Otis: -No tengo la menor intención de ofender personalmente al fantasma y he de reconocer que, dada la larga duración de su estancia en esta casa, considero una incorreción arrojarle almohadas a la cabeza.

Gemelo 2: -Si persiste en no querer usar lubricante para sus cadenas, no podremos dormir con tal ruido.

ESA MISMA TARDE…

Virginia: -Cuanto lo siento por usted; pero mis hermanos regresan a Eton mañana, y luego, si se porta bien, nadie más volverá a molestarlo.

Fantasma: -Es absurdo pedirme que me porte bien, totalmente inimaginable. Debo arrastrar y sacudir mis cadenas, y gemir por los ojos de las cerraduras y caminar toda la noche, si es a esto a lo que te refieres. No es otra la razón de mi existencia.

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