EL doctor improvisado -Dramatismo teatral para niños

El doctor improvisado

En un pequeño pueblo de México vivía un sastre tan lleno de hijos como escaso de recursos. Un día que los niños lloraban de hambre, decidió salir a buscar trabajo y no volver hasta que tuviera mucho dinero, se despidió de su mujer e hijos y salió, después de mucho caminar vio a lo lejos a una persona, ¨Siquiera tendré con quien platicar¨ piensa y se hecha correr para alcanzarlo, cuál fue su sorpresa al ver a la misma muerte frente a él.

-¿Por qué me temes si tantas veces me has llamado?-dijo la huesuda

-Cierto que a veces he deseado morir pero hoy no, porque he salido a buscar una mejor vida para mi familia-le contesto el sastre

-No te preocupes, no vengo a llevarte y no podría, mira mi túnica vieja y rota, me hace débil.

-¿Quiere que la zurza?

-Este trapo esta muy gastado – le dice sacando unos metros de tela-ponte a coser un nuevo capote.

El sastre saco dedal y aguja y se puso a su trabajo, cuando termino la muerte aplaudio.

-Muy bien, toma esta bolsa de monedas y por que te quedo muy bien el trabajo te dare otra recompensa, quiero que seas doctor en medicina.

-¿Cómo podre serlo, sino conozco nada de eso?

-Serás de los doctores el mejor, con las monedas que te di compra casa, carro y ropa nueva, después coloca con letras grandes en la puerta ¨Medico, cirujano y partero¨. Cuando te llamen a asistir a un enfermo  fíjate donde me paro, si me ves en los pies de la cama aun que parezca malito no hay que temer, pero si estoy en la cabezera, toma el pulso, menea la cabeza haciendo signo negativo y dices que soo dios puede salvarlo.

-Agradezco el favor señora pero quisiera pedirle que otra cosa, que usted se hiciera mi comadre llevando a mi hijo a bautizar.

-Ok te lo prometo.

Entonces la muerte se fue, y antes el sastre y ahora doctor, regreso a su casa, les conto todo lo ocurrido y se los llevo a vivir a otro lugar, siguiendo los consejos de la calaca.

En la mañana llega corriendo un mozo en busca de un doctor por que su amo esta enfermo, al llegar a la casa, lo llevan ante el enfermo, ve a la muerte a los pies de la cama, inspecciona el paciente y dice.

-Señores, la enfermedad no es maligna, con una cucharada cada 8 horas de este jarabe lo curare.

El doctor regresa a su consultorio llena dos botellas con agua, se los da al mozo y le dice que en dos días se encontrara mejor de salud.

En otra ocasión fue llamado a la casa de un riquísimo caballero que moría sin que nadie diera con su mal, fue lo reviso, vio a la muerte a los pies de la cama, y con seis píldoras que eran frijoles lo curo.

Así creció su fama y sus recompensas, su mujer dio a luz a un niño y la muerte se presentó a cumplir su palabra. El doctor le ofrecio a la muerte esplendidos banquetes y generosos vinos y cuando la vio templadita le dijo.

-Querida comadrita espero que te olvides de mí lo más posible.

-Te prometo compadre  que tres días antes de venir por ti, te vengo a avisar.

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