ENSAYO SOBRE LA IMPORTANCIA DE LA LECTURA

Los libros: “Algo del otro mundo”

A lo largo nuestra vida, quizás la lectura es uno de los pocos lugares donde nuestra imaginación pueda ponerse a prueba en este gran mundo lleno de preocupaciones y carente de tiempo para nosotros mismos. Vivimos en un mundo donde lo cómodo, lo fácil, lo mediocre y lo que no necesita de mucho esfuerzo está al alcance de muchos, es por eso que casi nadie se hace destacar por lo que hace, todo se ha vuelto demasiado simple. La preocupación fundamental de la sociedad del siglo XXI es ocupar una posición económica; o por lo menos fingir que la ocupas.

Al iniciar las primeras palabras de un libro, nos vamos transportando a los paisajes que nos relatan hasta estar lado a lado con los protagonistas, cuyas historias, dudas, sensaciones y miedos se hacen uno con los nuestros, hasta sentirlos casi dentro de nosotros. Es por esto que las obras de algunos autores marcan un antes y después en nuestras vidas.

Quien se sumerge en este mar de información es capaz de entender, las teorías más complicadas, de aventurarse en lugares que nunca ha visitado, de conocer lo más recóndito del pensamiento humano.

La lectura como fuente de información es capaz de formar un individuo más crítico y libre, que no acepte como verdadero todo lo que se le afirma, ni como falso todo lo que se le niega; si no que tenga esa capacidad de poder desmenuzar la información para analizarla y dar una opinión personal acerca de la situación. El lector descubre a través de un texto otras realidades y puede llegar a interpretar de forma crítica la suya propia.

Sin embargo la lectura tiene muchos obstáculos para nuestra humanidad en la actualidad, esto debido a que principalmente los avances tecnológicos, redes sociales, estrés, sobrecarga de trabajo, entre muchos otros factores, causan que la sociedad actual de lectores disminuya.

Una sociedad con poca información, (súmele a la escasa lectura, las políticas de programación de la televisión nacional) es poco crítica. Por ejemplo el sistema educativo nacional también nos mal acostumbra por así decirlo, una secundaria en donde todo es absorbido, todo es dado por un docente, que mas que ser guiador es la persona que se encarga de transmitir los conocimientos, pasando a un segundo plano la capacidad de poner a prueba o explorar las capacidades del estudiante de ser capaz de leer una clase y entenderla por si solo. Con esto no estoy diciendo que exista una edad para fomentar la lectura pero creo que la adolescencia es una etapa donde los seres humanos nos gusta curiosear e indagar en lo desconocido y así explorar nuestras capacidades e inteligencia.

Por lo tanto no es casual que los gobiernos autoritarios teman a los lectores y hagan hogueras de libros para destruir un instrumento de revolución; los nazis quemaron libros, las dictaduras persiguen a los intelectuales y prohíben la edición y la lectura de determinados libros; en la memoria de muchos españoles se encuentran las vivencias sobre la prohibición de leer a muchos autores y la exigencia de leer textos moralistas y de formación nacional.

A la juventud se le distrae, ése es el término, para que tarde en comprender cuáles son los verdaderos parámetros de la vida. Con poca reflexión es muy fácil seguir adormecido en las fantasías que los sistemas te hacen creer; sólo hace falta tener más saliva para comer más pinole. El mundo es de los audaces: podemos traducir, el mundo es lo que pasa en Michoacán, Acapulco, y algunos estados del norte de México, las ejecuciones que se han vuelto el pan de cada día.

Las personas jóvenes son las que menos se destacan por leer, debido a que hay muchos situaciones donde se desenvuelven y le toman poca importancia, de hecho el principal problema es el exceso, ya sea al usar la computadora, redes sociales, o hasta los vicios, llegan a atrapar gran parte de su atención y de su vida. El internet

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