Ensayo De Lectura

Emotiva, irónica y afilada. Una novela teñida de humor y de tragedia que habla de nuestra capacidad para soñar incluso en las circunstancias más difíciles.

A Hazel y a Gus les gustaría tener vidas más corrientes. Algunos dirían que no han nacido con estrella, que su mundo es injusto. Hazel y Gus son solo adolescentes, pero si algo les ha enseñado el cáncer que ambos padecen es que no hay tiempo para lamentaciones, porque, nos guste o no, solo existe el hoy y el ahora. Y por ello, con la intención de hacer realidad el mayor deseo de Hazel - conocer a su escritor favorito -, cruzarán juntos el Atlántico para vivir una aventura contrarreloj, tan catártica como desgarradora. Destino: Amsterdam, el lugar donde reside el enigmático y malhumorado escritor, la única persona que tal vez pueda ayudarles a ordenar las piezas del enorme puzle del que forman parte...

Cita del libro:

-¿Puedo volver a verte? –me preguntó.

Su voz sonó nerviosa, y me pareció entrañable.

-Claro –le contesté sonriendo -¿Mañana? –me preguntó.

-Paciencia, saltamontes –le aconsejé. No querrás parecer ansioso…

-No, por eso te he dicho mañana –me contestó-. Quisiera volver a verte hoy mismo, pero estoy dispuesto a esperar toda la noche y buena parte de mañana.

Opinión Personal (sin spoilers):

¿Alguna vez os habéis parado a pensar en la muerte? En qué habrá después, a dónde iremos a parar, en lo injusta que es la muerte al elegir a sus víctimas independientemente de la edad, de la vida que han llevado o de los actos cometidos... Seguro que os lo habéis planteado. Todos lo hacemos en algún momento de nuestras vidas. Y este libro trata el tema de la muerte en toda su esencia, sin tapujos, de forma realista, sincera, amarga, poniendo los puntos sobre las ies, pero también con delicadeza, esperanza y amor. Sobre todo amor. Porque a todos nos llega la muerte en algún momento, a unos antes, a otros mucho más tarde. Pero lo más importante es lo que dejas atrás, el amor que has sabido ganarte en los corazones de tus seres queridos, la huella que dejas en ellos hasta el fin de sus días. Es cierto que muchos te olvidarán, pues de alguna manera estamos destinados a eso, al olvido. Pero cuando uno quiere de verdad y es correspondido, ese sentimiento permanece etéreo en un rincón de nuestros corazones, en esas almas que siempre permanecerán vivas aunque no podamos verlas ni sentirlas, aunque de ellas solo queden los recuerdos.

No os voy a mentir, es un libro que cuenta con partes bastante duras. El autor no se corta a la hora de reflejarnos las etapas de la enfermedad, los dolorosos tratamientos y las reacciones humanas ante dicha enfermedad, ante el hecho de estar muriéndose. Hubo una parte donde tuve que cerrar la novela para poder llorar a gusto porque los sentimientos que transmitían me desbordaban. Así que para aquellos que nos os gusten los dramas os recomiendo que ni os acerquéis. No obstante, las partes duras nos serán recompensadas con otras divertidas, irónicas y enternecedoras que nos fascinarán y nos harán querer gritar a los cuatro vientos lo maravillosa que es la novela. Pero sobre todo, es una novela muy muy inteligente. Como bien decía la editorial, es un libro que gustará a todos por igual, independientemente de la edad que tengas y del género que acostumbres a leer.

Hazel es una chica de dieciséis años con cáncer de tiroides que le ha pasado a los pulmones. Camina siempre con una bombona de oxígeno a su lado que la ayuda a respirar, además de tratarse con una medicación que impide que el tumor crezca. Hazel se siente como una granada a punto de explotar y tiene un objetivo claro: alcanzar a las menos víctimas posibles. Por ello se ha quedado prácticamente sola, sin amigos, con la única compañía de unos padres a los que le resulta inevitable implicar, pues ya están metidos hasta el fondo. Debido a su escasa vida social, sus padres insisten en que acuda a un grupo de apoyo para chicos con cáncer y ella termina cediendo para complacerlos.

Cita del libro:

[…]Solo hay una cosa en el mundo más jodida que tener cáncer a los dieciséis años, y es tener un hijo con cáncer.

Por supuesto, el grupo de apoyo resulta de lo más deprimente y cambiante (dado que muchos de los chicos acaban muertos). Pero uno de esos días en los que Hazel hubiese preferido escaquearse y quedarse en casa viendo la tele, acude un chico nuevo al grupo de apoyo. Y no un chico nuevo cualquiera, sino uno que se la queda mirando fijamente durante toda la reunión. Un chico nuevo que además está como un tren. El chico se llama Augustus Waters (Gus), de diecisiete años, que a causa de un osteosarcoma (cáncer óseo) perdió una pierna y se mantiene en perfectas condiciones y sin síntomas de cáncer desde entonces. Él ha acudido al grupo para acompañar a su mejor amigo y nada más. Pero algo en las réplicas de Hazel lo fascina, aparte de su parecido con Natalie Portman (la Natalie Portman de V de Vendetta), y nada más acabar la reunión la invita a ver dicha película, para mostrarle su parecido con la actriz, ya que ella no la ha visto nunca.

Cita del libro:

-Llegará un día en que todos nosotros estaremos muertos –dije-. Todos nosotros. Llegará un día en que no quedará un ser humano que recuerde que alguna vez existió alguien o que alguna vez nuestra especie hizo algo. No quedará nadie que recuerde a Aristóteles o a Cleopatra, por no hablar de vosotros. Todo lo que hemos hecho, construido, escrito, pensado y descubierto será olvidado, y todo esto –continué, señalando a mi alrededor- habrá existido para nada. Quizá ese día llegue pronto o quizá tarde millones de años, pero, aunque sobrevivamos al desmoronamiento del sol, no sobreviviremos para siempre. Hubo tiempo antes de que los organismos tuvieran conciencia de sí mismos, y habrá

...