ENSAYO TOYA MATE.

Hay una variedad de definiciones para describir la palabra “matemáticas” también denominada la “Reina de todas las ciencias”, su concepto se origina del griego, usada por Aristóteles y que significa, a grandes rasgos, "todas las cosas matemáticas”. De acuerdo con la Real Academia Española (RAE), es una ciencia deductiva que estudia las propiedades de los entes abstractos, como números, figuras geométricas o símbolos, y sus relaciones.

Existen diversas hipótesis del surgimiento de las matemáticas, la más aceptada es la necesidad del desarrollo de las sociedades primitivas, la organización de la agricultura, la construcción y el comercio, con la finalidad de que el hombre inteligente buscará los recursos necesarios para enfrentar su contexto. El varón primitivo tal vez contabilizaba con sus diez dedos de sus manos (como en la actualidad solemos contar). Entonces ¿Cuál era el medio que utilizaban para contar?

Una tribu de pigmeos africanos emite un sonido parecido a la letra o para identificar un conjunto de un elemento; para un conjunto de 2 dicen oa, para el cuatro oa-oa, etc., asociando correspondencias uno a uno entre estos sonidos y el objeto (Sáenz, Eladio, 2005, p: 13).

Los orígenes de las matemáticas se sitúan en grandes civilizaciones antiguas del medio oriente como son: Babilonia que comienza alrededor del año 4500 a.C. en la región de Mesopotamia, entre los ríos Tigris y Éufrates en el suroeste de Asia y actualmente corresponde a los países de Irán, Irak y Kuwait, Egipto empieza en el año 4000 a.C. a lo largo del rio Nilo, al noroeste de África, India inicia entre los ríos Indo y Ganges, en el sur centro de Asia. China entre los ríos Hoang-Ho (rio amarillo) y el Yang-Tse-Kiang, en el oriente de Asia, Europa comienza con los griegos, la edad media, el renacimiento y la transición al siglo XX.

Según Thompson los primeros símbolos escritos eran jeroglíficos, que son dibujos de objetos o animales que eran cuneiformes, es decir tenían forma de cuña. La cuña vertical (˅) representaba uno, la cuña horizontal (<) diez, y las dos juntas (˅˂) un ciento.

Los egipcios representaban al uno mediante la figura de un bastoncito vertical (|), el diez por algo parecido a una herradura (Ω), un ciento por un gancho o una espiral (ϱ). Los griegos usaron las letras de su alfabeto como símbolos para los números y las combinaron para formar otros símbolos. Los romanos también ocuparon las letras del alfabeto como símbolos para los números, que aun en la actualidad se siguen utilizando para la rama del álgebra.

De esta manera fueron revolucionando las matemáticas, los números se emplearon de tal forma que los diferentes grupos sociales los entendieran y cubrieran sus necesidades de “contar” mediante sistemas de numeración. Hasta la fecha el sistema que utilizan los pueblos del mundo civilizado se produjo en la India. De los hindúes lo tomaron los árabes, estos se introdujeron en Europa después de conquistar España durante el siglo VIII, razón por la que se le denomina números arábigos.

Para un estudio más profundizado de la ciencia de los números, se hace mención de su clasificación; esta se divide en distintas disciplinas, una de ellas y la fundamental es la Aritmética, base sobre la que se rigen las matemáticas y para es indispensable para el estudio de las demás ramas; su análisis hace referencia a las operaciones básicas: adición, sustracción, multiplicación y división.

El  mundo contemporáneo obliga a construir diversas visiones sobre la realidad y proponer formas diferenciadas para la solución de problemas, usando el razonamiento como herramienta fundamental. Representar una solución implica establecer simbolismos y correlaciones mediante el lenguaje matemático.

El conocimiento de reglas, algoritmos, fórmulas y definiciones sólo es importante en la medida en que los alumnos puedan utilizarlo de manera flexible para solucionar problemas. La actividad intelectual fundamental en estos procesos se apoya más en el razonamiento que en la memorización.

Esta visión del pensamiento matemático busca despertar el interés de los alumnos, desde la escuela y a edades tempranas para llegar en un futuro a profesiones apegadas a esta asignatura, fenómeno que contribuye a la producción de conocimientos que requieren las nuevas condiciones de intercambio y la competencia a nivel mundial.

De acuerdo al nivel con el que se está trabajando y en relación con el libro “El hombre que calculaba” se hace mención que a largo de la Educación Básica se busca que los alumnos sean responsables de construir nuevos conocimientos a partir de sus saberes previos, lo que implica:

• Formular y validar conjeturas
• Plantearse nuevas preguntas
• Comunicar, analizar e interpretar procedimientos de resolución
• Buscar argumentos para validar procedimientos
• Encontrar diferentes formas de resolver los problemas
• Manejar técnicas de manera eficiente

Para lograr todo lo anterior el enfoque sugiere para el estudio de las matemáticas que se utilicen secuencias de situaciones problemáticas que despierten el interés de los adolescentes y los inviten a reflexionar, a encontrar diversas formas de resolver los problemas y a formular argumentos que validen sus resultados. Al mismo tiempo, las situaciones planteadas deberán implicar justamente los conocimientos y habilidades que se quieren desarrollar.

A partir de esta propuesta, los alumnos y el docente se enfrentan a nuevos retos que reclaman actitudes distintas frente al conocimiento matemático e ideas diferentes sobre lo que significa enseñar y aprender. No se trata que el docente busque las explicaciones más sencillas y amenas, sino de que analice y proponga problemas interesantes, debidamente articulados, para que los alumnos aprovechen lo que ya saben y avancen en el uso de técnicas y razonamientos cada vez más eficaces.

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